Yafit Ohana Beladel, esposa de Leonel Baruch, afirmó que las seis reuniones de varias horas que sostuvo en Casa Presidencial con varios funcionarios de alto nivel, giraron en torno temas como impuestos, educación, abordaje del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otros, a pesar de que carece de experiencia profesional o formación en esa área.
Ohana compareció ante la Comisión Especial de Derechos Humanos para referirse a las reuniones sostenidas en Zapote y aseguró que todos estos encuentros se trataron sobre tasa de empleo de mujeres, brechas en el acceso a la educación, legislación sobre VIH y cobro de tributos a las importaciones.
La mujer, que asegura ser ingeniera eléctrica, graduada del Instituto Tecnológico de Israel (Technion) -aunque evitó detallar su grado- indicó que a pesar de que su formación no tiene relación con estos temas, ella es una mujer de “muchos intereses” y con “mucho poder intelectual”, por lo que acudió a la presidencia para discutir estos temas, que son “muy cercanos a su corazón”.
Iniciando su declaración, Ohana dijo que no entraría en detalles por consejo de su abogado y amparada en sus derechos constitucionales, pero declaró que las mismas no tuvieron relación alguna con el supuesto “mega caso” de aparente evasión fiscal de empresas vinculadas a su esposo, que reportó el Ministerio de Hacienda a la Fiscalía.
Eso sí, la mujer se negó a detallar si las mencionadas reuniones sucedieron por invitación de la Presidencia o por iniciativa suya, al tiempo que se negó a detallar con cuáles personas se reunió en cada ocasión.
Consultada por el legislador frenteamplista Antonio Ortega sobre la coincidencia entre las visitas y acciones del gobierno en relación con el caso contra Baruch, la compareciente se abstuvo de dar detalles y dijo que ella dio sugerencias a la Presidencia sobre estos temas.
Increpada sobre su formación profesional y experiencia en relación con los temas de los que supuestamente trataron las reuniones, la mujer aceptó que su formación oficial no tenía relación pero dijo que igualmente eran de naturaleza profesional.
Por su formación como ingeniera eléctrica, dijo “puedo aprender de cualquier tema que quiera muy rápido y de manera muy profunda” y además dijo que “por procurar el bienestar de niños” ella se reuniría “no sólo con el presidente de Costa Rica, sino también con Biden” y agregó que “iría a la luna y de vuelta”.
Varios legisladores cuestionaron porqué el presidente, Rodrigo Chaves, así como ministros y funcionarios de alto nivel, atenderían a una persona sin formación y sin experiencia para resolver temas tan sensibles -como recaudación de impuestos, siendo él economista- pero no atiende, por ejemplo, a diputados.
Tras diversas consultas de legisladores, Ohana aclaró que a pesar de sus amplios intereses y “conocimientos” nunca se ha reunido con el primer ministro de su país natal ni con otros mandatarios. Eso sí, dijo que tuvo contacto en espacios sociales con otras personalidades políticas, entre quienes mencionó a Laura Chinchilla y a José María Figueres.
Durante el complejo intercambio -marcado por problemas de traducción, constantes interrupciones por parte de la compareciente y exabruptos entre legisladores- la mujer alegó que la denuncia en su contra por parte de Leonel Baruch por supuesto tráfico de influencias es infundada y una “cortina de humo” para distraer de sus “problemas legales”.
El dueño del banco BCT y el diario digital Crhoy denunció penalmente a su esposa, Chaves y tres funcionarios más, tras ser revelados los encuentros en Casa Presidencial. El principal argumento es la presunta intervención en la custodia de sus hijos por parte del mandatario, al intentar que la expresidenta del PANI, Gloriana López Fuscaldo, beneficiara a la esposa de Baruch en el caso, por lo que alega la existencia de dos casos de tráfico de influencias.
Además, dijo que ella es víctima de violencia doméstica y patrimonial, y que su expareja se está victimizando, al tiempo que introdujo una discusión sobre una supuesta denuncia por una irrupción a su vivienda de personas “enviadas por Leonel”.
Adicionalmente dijo que los señalamientos de que se había presionado al personal del Patronato Nacional de la Infancia para intervenir en su favor, la mujer dijo que “no tiene sentido” porque quien decide sobre la custodia de sus hijos es un tribunal y no esa entidad.
Sin embargo, luego se negó a comentar sobre el informe que el PANI remitió al juez del caso y en varias ocasiones señaló que diversas preguntas de los legisladores venían “de Leonel”, acusación por la que fue llamada al orden pues su rol en el espacio es estrictamente para responder y no para dar sus opiniones personales.
Ohana añadió que el caso que estaban investigando «era inexistente» y que era «una distracción, para tratar de desviar el enfoque de sus problemas», con lo que coincidieron los representantes legislativos del oficialismo. «Nunca hubo un caso sobre los hijos del señor Leonel Baruch», dijo Pilar Cisneros, por lo que «nunca pudo haber interferencia del PANI».
Hacia el final de la comparecencia y por una consulta de Cisneros, la mujer dijo que comparecerá a pedido de la Fiscalía General de la República para decir «todo lo que sabe» sobre el tema de supuesta evasión fiscal.
La mujer finalmente intervino para decir que en su opinión Baruch ha ayudado en previas campañas de Liberación Nacional a través del medio CRHoy e incluso dijo que «le ayudó a financiar la campaña» a través del Banco BCT, «no de forma personal». Varios legisladores intervinieron para indicar que sobre esa acusación, debían solicitarse las pruebas pues se trata de señalamientos «muy severos».
