Los vecinos de la comunidad de Pocora, en Limón, deben caminar aproximadamente 500 metros de ida y otros 500 metros de vuelta para utilizar el paso peatonal que se instaló como parte de las obras de ampliación de la Ruta 32, según expuso la diputada liberacionista Katherine Moreira.
La situación fue señalada por Moreira durante el pasado martes, en la sesión de la Comisión Especial de la Provincia de Limón, a la que se convocó a los alcaldes Randall Black (Siquirres), Álvaro Hernández (Pococí) y Beatriz Mora (Guácimo) para conversar sobre el problema de las múltiples rotondas que el Gobierno pretende instalar en la Ruta 32, de las cuales un par ya se habilitaron.
No obstante, la única en asistir fue Mora, lo que fue ampliamente criticado por otros diputados, como el liberacionista Geison Valverde: “Hoy otros alcaldes están inaugurando rotondas y después vienen a quejarse y a quejarse del ministro y a llorar que las comunidades y todo esto, entonces no se entiende”, afirmó.
Durante la sesión, Moreira preguntó a Mora por el paso peatonal que se construyó en Pocora, donde, según la diputada, los transeúntes deben recorrer casi un kilómetro de ida y vuelta para poder utilizarlo.
La alcaldesa indicó que se había avisado al Ministerio de Obras y Transporte Público (MOPT) que no era la ubicación correcta, pero la respuesta fue que “ellos no podían” solucionarlo. La dirigente cantonal destacó que se agrava cuando se trata de personas discapacitadas.
“Eso lo teníamos claro, que esa ruta que ellos decidieron no era la más adecuada para nuestros ciudadanos, porque son 500 metros y un poco más que tienen que desplegarse en sillas de ruedas y demás”
En declaraciones a este medio, la diputada apuntó otra serie de deficiencias que tiene el paso habilitado por el MOPT en Pocora:
“Las rampas de acceso son tan inclinadas que representan un verdadero peligro para quienes dependen de ellas para movilizarse. Estas personas corren el riesgo de caer y sufrir accidentes graves, además de que el camino está lleno de piedras que obstruyen su paso, lo que hace aún más difícil el acceso. No solo eso, sino que también se enfrentan al dolor de quemaduras en las manos debido a las altas temperaturas de las superficies y la fricción por la silla de ruedas”, indicó Moreira.
La liberacionista y la alcaldesa afirmaron que el lugar adecuado para poner el puente era en la intersección entre el norte y sur de Pocora, en vez del punto actual, cerca de la entrada del Carmen de Pocora: “Todas las intervenciones que tuvimos con ellos era aclarándoles que ahí no era lo ideal”, dijo Mora.
UNIVERSIDAD contactó con un vecino de la zona, quien expuso que el nuevo paso peatonal, además de inseguro, está lejos de los barrios más poblados y de los servicios públicos de la zona, como ebáis o paradas de bus.
“Allá lo que hay es un barrio nada más con una escuelita para el barrio y no hay servicios públicos donde tengamos que ir a hacer nada. Lo hicieron bastante incómodo. Aparte de eso, no hay acceso para llegar a esa rampa, es por la orilla de la Ruta 32”, dijo Gerardo Aguilar.
Aguilar, quien también es ciego, explicó que ya hicieron la prueba y fueron también junto a una persona en silla de ruedas, pero comprobaron que “difícilmente” podrán utilizar ese paso. Además, explica, después de las 5:30 p.m. se vuelve peligroso, pues el puente quedó en una zona muy alejada y sola: “Cualquier cosa puede suceder ahí”, concluyó.
Los diputados aprobaron una moción para que se presenten los encargados de la unidad ejecutora de la Ruta 32, así como el ministro del MOPT para que den explicaciones sobre el tema.
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El mandatario indicó que “la próxima vez que salgan” verá que “se aplique la ley”.
