La comunidad de Bijagua de Upala este viernes estaba totalmente conmocionada, pero unida, pues desde la noche del jueves trabajaban en buscar los cuerpos de dos madres y sus hijos (un niño de 11 años y una niña de año y medio), quienes fueron enterrados por un deslave ocasionado por una cabeza de agua, en medio del huracán Otto.
Las víctimas de esta tragedia fueron la maestra María Isabel Picado Castro, de 38 años; su hijo Israel Zúñiga Picado, de 11; Vanessa Argüello Castro, de 30 años y su bebé Bianca Pichardo Argüello, de año y medio.
Los dos padres de esas familias sobrevivieron al incidente.
Luis Alberto Argüello, tío de Vanessa, explicó que le avisaron de lo sucedido la noche del jueves. Al parecer, una cabeza de agua se llevó las casas por una quebrada y las arrastró hasta unos tanques de tilapias.
Desde entonces, los vecinos realizaban la búsqueda con ayuda de máquinas exacavadoras. Primero aparecieron los cuerpos de María Isabel y su hijo Israel y, posteriormente, el de Vanessa.
Este viernes. a eso de las 4:30 p. m., solo faltaba por encontrar el cuerpo de Bianca, por lo que los vecinos continuaban con la labor de revisión del lugar, según observó el equipo de UNIVERSIDAD en la zona.
El deslave no solo ocasionó la muerte de estas personas, sino que destruyó y sepultó varias viviendas. Otras casas quedaron casi enterradas, como la de Juan Rafael Badilla Araya.
El jueves, a las 7 p. m., al ver que la quebrada que pasa en el patio de su casa se salía, él salió con su esposa y su hijo hacia la casa de unos familiares.
Este viernes, cuando regresó, la mitad de su casa estaba llena de arena. Perdió todos sus bienes pero aseguró que la vida es primero.
Badilla narró que ninguna autoridad les había pedido salir de su vivienda pues se esperaba que fuese una zona fuera de peligro. “Esa quebradilla nunca se ha salido tanto”, expresó.
Alrededor, se hallaban latas de zinc que antes cubrían otras viviendas.
