País Cóbano

Vecinas de playa Hermosa denuncian tala de 4.000 metros cuadrados de bosque tropical seco para construir proyecto

La Setena señaló que, cuando se dio el deslizamiento de lodos y sedimentos el 9 de marzo, la empresa encargada de la construcción no había terminado de implementar las medidas ambientales para controlar la erosión, pero que ya lo hicieron.

En lo alto de una colina que da a playa Hermosa, en Cóbano, se construye el proyecto Residencias Lati, al borde de una pendiente, el cual eliminó aproximadamente 4.000 metros cuadrados de bosque tropical seco, y que obtuvo la viabilidad ambiental de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) sin que se hiciera una inspección previa.

Así lo afirman vecinas que interpusieron una denuncia ambiental ante Setena, la cual se sumó a varias más que se han presentado contra el proyecto, según la propia Secretaría.

Casi un año después de que la Setena le dio la viabilidad ambiental al proyecto, se produjo un deslizamiento de lodo y sedimentos que bloqueó la calle pública principal —de lastre—, que conecta playa Hermosa con Santa Teresa, y fue a dar hasta el mar, según muestran las fotografías y la denuncia.

La Setena señaló que, cuando se dio el deslizamiento, Residencias Lati no había terminado de implementar las medidas ambientales para controlar la erosión, pero que ya lo hicieron. Mientras que la firma encargada de la construcción indicó que han denunciado a los proyectos vecinos, ya que son los “verdaderos culpables del daño ocasionado”.

«Se vino un lodazal para abajo»

Annette Fischel, vecina de Santa Teresa e integrante de la Asociación Cívica de Playa Hermosa, contó a UNIVERSIDAD que a principios de este año fue evidente una deforestación masiva en una colina y empezó a aparecer una construcción en lo alto.

No obstante, el daño se hizo evidente el pasado 9 de marzo. “Cayó una lluvia no muy fuerte, si acaso una hora. Se vino un lodazal para abajo de esa colina, se quedaron los cuadraciclos pegados, por dicha no había ningún peatón en ese momento, barrió toda la calle pública y fue a dar a la playa porque la colina está muy cerca de la costa, que es parte del Área Marina de Manejo Cabo Blanco”, dijo Fischel.

«Vimos que esta gente no solo es irresponsable, sino que está poniendo en peligro la vida de los vecinos, que no hemos hecho nada”, señaló Fischel, quien junto con otra vecina, Julie Meko, interpusieron una denuncia ante la Setena.

Piden revocar licencia ambiental

En la denuncia interpuesta el 12 de abril, con el apoyo del abogado ambientalista Álvaro Sagot, las vecinas aportaron imágenes que evidencian que el terreno donde se construye el proyecto Residencias Lati, de 4.093 metros cuadrados, era un área cubierta totalmente de árboles, el cual fue eliminado.

Las denunciantes exigen a la Setena que revoque la licencia ambiental al proyecto «al existir vicios de nulidad absoluta evidente y manifiesta y por atentarse contra el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, lo dispuesto en la Convención de la Diversidad Biológica y lo previsto por la Ley Forestal sobre la prohibición de cambios de uso del suelo».

Exponen que el sedimento que descendió hacia la calle pública por efectos de las lluvias contaminó la playa y el mar y que como vecinas incluso temen por sus vidas en caso de un episodio mayor.

Fischel y Meko argumentan, con un estudio realizado por el geólogo ambiental Allan Astorga Gattgens, que el terreno corresponde con una zona de muy alta fragilidad ambiental propenso a deslizamientos y fracturas, «debido a su condición de muy alta amenaza a los deslizamientos y por ser un sitio boscoso talado».

La denuncia asegura que ya está ante daños en las vías aledañas por donde tienen que transitar y «son daños ante los cuales nunca se establecieron medidas de mitigación, o prevención por negligencia».

(Tubo-Saran) Fotografías aportadas por la Setena para probar que ya se implementaron medidas de mitigación para controlar la erosión y sedimentación. (Fotos: Setena)

Solo cuatro árboles de guácimo

El proyecto Residencias Lati consiste en tres casas de habitación, de uno y dos niveles, con piscina y parqueo, desarrollado por la empresa Magna Pacific SRL, y según el expediente D1-0092-2022-SETENA, revisado por este medio, para su construcción se contemplaban movimientos de tierra de hasta 10.000 metros cúbicos.

Asimismo, se afirmó que la construcción abarcaría un 33,60% del total del plano y el 66,40% restante se mantendría como zona verde.

El Formulario de Riesgo Ambiental de la Setena —incluido en el expediente— indicó que el proyecto era calificado como de “impacto ambiental potencial B2”, lo cual significa de moderado a bajo, y que el terreno tenía 16 “áreas con cobertura boscosa natural” y 12 “áreas de protección de cursos de agua, cuerpos de agua naturales y nacientes o manantiales”.

Sin embargo, el informe técnico del Departamento de Evaluación Ambiental de la Setena, con base en el análisis de Georreferenciación de ese Departamento, indicó que “las obras de infraestructura a realizarse se ubican en áreas sin árboles, a excepción de 4 árboles de la especie conocida como guácimo (guazuma ulmifolia)”. Esta afirmación la fundamentan en una certificación forestal suscrita por Pablo Castillo Baldares.

Este informe técnico (DEA-0295-2022-SETENA) también apuntó que el terreno se caracterizó como parte del Corredor biológico Peninsular (ACT) y que por la condición especial que representa esta área, de “conectividad entre zonas protegidas y áreas con una biodiversidad importante”, el proyecto deberá cumplir con las restricciones y lineamientos específicos establecidos según la legislación vigente vinculante”.

La Setena aclaró que no era necesario realizar más estudios porque el tipo de proyecto planteado propone realizar el menor impacto y la mayor conservación de la zona por su atractivo natural.

La Secretaría también afirmó que el Departamento de Evaluación Ambiental determinó no realizar la inspección de campo, amparándose en el Decreto Ejecutivo 31849-MINAE-S-MOPT-MAG-MEIC, asimismo, por “la naturaleza del proyecto, la congruencia del proyecto propuesto con el entorno, la significancia de impacto ambiental obtenida en el Documento de Evaluación Ambiental D1, el contar con un registro fotográfico del área de proyecto y las conclusiones de los estudios adjuntos al instrumento de evaluación”.

El expediente del proyecto entró a la Setena  el 21 de febrero de 2022 y, un mes después, el 30 de marzo, la Setena le otorgó la viabilidad ambiental.

Quieren desconocer el bosque que existía

El abogado y especialista en Derecho Ambiental Álvaro Sagot enfatizó que en la zona existía un bosque secundario tropical seco, parte del Corredor Biológico Peninsular, como muestran las fotografías, y que el deslizamiento de sedimentos y agua contaminada de principios de marzo ocurrió en razón de la eliminación de la cobertura boscosa y por permitir la construcción en un sitio de alta fragilidad ambiental.

Para Sagot, es sumamente peligroso que se haya otorgado la viabilidad ambiental sin haber realizado una inspección previa “por el tipo de obra y por el sitio en que se está construyendo, con los antecedentes que incluso hay con obras que se han venido abajo, como en el caso de Punta Leona» (Altos de Leonamar).

Sagot explicó que hay una norma de rango legal, superior a un reglamento confuso, que señala que es obligación de la Setena hacer esas visitas de campo, previo a entregar la licencia ambiental. «Desde ese punto de vista, la norma de rango superior es la que viene a operar en este caso», recordó Sagot.

«Parece que, con el argumento, más bien buscan defender un mal actuar y pretenden desconocer la naturaleza de bosque existente», expresó el abogado, quien reiteró que «ahí existía un bosque».

En la denuncia interpuesta ante la Setena, se argumenta que el artículo 84 de la Ley Orgánica del Ambiente dispone de forma expresa y categórica que son funciones de la Setena “realizar las inspecciones de campo correspondientes antes de emitir sus acuerdos».

Permiso de uso de suelo «residencial»

Sagot resaltó que en la denuncia están cuestionando la legalidad de cambio de uso de suelo de “forestal” a “residencial” y el permiso de construcción otorgado por el Concejo Municipal del Distrito de Cóbano.

El Departamento de Ingeniería de dicho Concejo otorgó el “uso de suelo” el 12 de mayo de 2021 a la empresa View Landscapes Holding SRL, como consta en el oficio ING-US-412-2021. En dicho documento aclara que la propiedad no se encuentra afectada por ningún plan regulador y que el “uso de suelo residencial” es conforme de acuerdo al reglamento de fraccionamientos y urbanizaciones.

Sagot explicó que para que haya un cambio de uso de suelo, de acuerdo a la Ley Forestal, se requiere que haya al menos estudios técnicos que justifiquen que es viable y que no se va a generar un impacto ambiental o que se tomen medidas de restauración y mitigación respecto al área boscosa que se va a cambiar.

“Nunca hubo esa autorización para cambio de uso de suelo, que solo sería viable vía un decreto de conveniencia nacional; pero ¿quién va a declarar de conveniencia nacional un proyecto privado de desarrollo urbanístico?», dijo el abogado.

Este medio se comunicó con el Concejo Municipal del Distrito de Cóbano para solicitar su versión; pero hasta la fecha de cierre no se había recibido respuesta.

Ya se tomaron medidas «para mitigar los impactos»

UNIVERSIDAD consultó a la Setena sobre el proyecto el pasado 12 de mayo y ese mismo día la Secretaría realizó una inspección al sitio. Específicamente, se consultó por qué no se realizó una inspección previa sobre la denuncia de la tala de 4.000 metros cuadrados de bosque secundario tropical seco y el impacto ambiental del deslizamiento.

La Secretaría únicamente señaló que efectivamente el proyecto tenía «varias denuncias», que cuando se dio el incidente el 9 de marzo ya se habían terminado los movimientos de tierra; pero no habían terminado de implementar las medidas ambientales.

La Setena resaltó que, cuando hicieron la inspección, verificaron en el sitio «las medidas que se han venido implementando para controlar la erosión y sedimentación» y «mitigar los impactos», y adjuntan fotografías.

Según la Setena, «es una pendiente muy fuerte y se produjo un arrastre mínimo del material que estaba suelto, y ahora ya tiene la medidas de mitigación para controlar la erosión y sedimentación, con sarán, zacate vetiver y colocando tablas para contener el arrastre».

Una vez que esté listo el informe oficial que atiende la denuncia, se enviará a la Comisión Plenaria, añadió.

La Setena aclaró que existe otro proyecto llamado Residencias Hermosa 2, que solicitaron archivar y que colinda con residencias Lati, que fue el que denunciaron los vecinos.

Los culpables son otros, afirman

UNIVERSIDAD consultó sobre la situación y las denuncias a la empresa Magna Pacific SRL.

Josué Pacheco, ingeniero forestal de la firma de gestión de proyectos Avicennia, a cargo de la construcción, señaló que Residencias Lati no es el responsable de las situaciones que se demandan y que ellos más bien han denunciado a los proyectos vecinos, que son los “verdaderos culpables del daño ocasionado”.

“Desde el mes de marzo hemos recibido 3 notificaciones de denuncias ante Setena por aparentes irregularidades del proyecto, las cuales fueron apeladas en el periodo correspondiente, liberándonos de los cargos que se nos acusa. Adicionalmente hemos interpuesto 2 denuncias a proyectos vecinos quienes han realizado tala de árboles y movimientos de tierra sin los permisos respectivos”, indicó Pacheco, en respuesta escrita enviada a este medio.

“El proyecto residencias Lati finalizó con los movimientos de tierra desde noviembre del 2022 y actualmente el proyecto se encuentra en una etapa avanzada de obra gris. El problema es que Residencias Lati es el único proyecto de la zona que cuenta con la rotulación de Setena, lo que hace pensar a los vecinos que es un único proyecto responsable de ocasionar toda esta situación que afecta a la comunidad y al ambiente”, prosiguió Pacheco.

“Se realizó la visita de sitio por parte de Setena donde se confirmó que el proyecto Residencias Lati no es el responsable de las situaciones que se demandan. Por lo tanto, la comunidad está enfocando toda su energía y su tiempo en el proyecto equivocado”, subrayó Pacheco.

Según el ingeniero, el responsable es un proyecto vecino, donde se ha realizado corta de árboles y movimientos de tierra de gran magnitud, y que a simple vista no cuentan con rotulación que indique que poseen viabilidad ambiental de Setena.

 

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