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Vacunas cargan con la esperanza de superar el COVID-19 tras un año de pandemia

La apuesta para “recuperar cierto grado de normalidad” se encuentra enfocada en la vacunación. El Ministerio de Salud proyecta alcanzar inmunidad de rebaño en octubre o noviembre de este año.

La tarde del viernes 6 de marzo del 2020, el presidente de la República y varios jerarcas de gobierno dieron al país la noticia que nadie quería escuchar: la detección del primer caso positivo de COVID-19 en una turista estadounidense de 49 años de edad.

Ese hecho marcó el inicio de la emergencia causada por el SARS-CoV-2, la cual suma ya 205.514 contagios y 2.820 muertes, así como el declive de la economía nacional. A un año de esa primera confirmación, las vacunas parecen ser la llave para superar esta pandemia y tratar de dejar atrás una pesadilla de la cual el mundo entero parece aún no despertar.

“Es la mejor medida que puede existir desde la salud pública. El mundo entró en una dinámica donde la vacuna lo es todo, se tiene la idea de que la vacuna es la única respuesta”, aseguró el salubrista Mauricio Vargas.

El país tiene entre sus objetivos vacunar a casi cuatro millones de personas durante este año, para lograrlo recibirá dosis de Pfizer, AstraZeneca y por el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, hasta el momento -debido a la suspensión de los envíos y las pocas dosis al inicio de la campaña- solo 386.295 dosis de Pfizer han llegado al territorio nacional desde el pasado 23 de diciembre.

¿Llave para superar la pandemia?

“Esa es la meta más importante que tenemos en este año. Ya per sé la vacuna reduce enfermedad grave y mortalidad, y recordemos que esa es una de las máximas. No sabemos exactamente qué efectividad va a tener en la disminución de la transmisión, pero claro que al final uno aspira con los ideales teóricos de la inmunidad de rebaño  para cortar cadenas de transmisión”, destacó el ministro de Salud, Daniel Salas.

“El estrés máximo es la capacidad hospitalaria y el aumento exponencial de la mortalidad una vez que esta capacidad hospitalaria se rebase. Si estamos viendo que las vacunas principalmente logran ese efecto, es muy claro que eso es muy importante para recuperar cierto grado de normalidad. (…) Tenemos un porcentaje aún reducido de la población que se ha vacunado, pero vamos avanzando”, agregó Salas.

De acuerdo con el ministro de Salud, Daniel Salas, el país podría alcanzar la inmunidad de rebaño en octubre o noviembre de este año, no obstante, lograrlo depende de distintas variables.

“Yo diría que octubre o noviembre, según lo planificado, es una fecha en que ya podríamos estar alcanzando esa inmunidad de rebaño. (…) En este caso poner una fecha exacta no tiene mucho sentido, pues esto varía mucho de las condiciones. Hay variables que están fuera de nuestro alcance”, indicó.

La inmunidad de rebaño se consigue cuando se alcanza un porcentaje de la población vacunada, capaz de proteger incluso a los que no se vacunaron, lo cual varía según la enfermedad. Alcanzarla significaría haber vacunado contra el COVID-19 a un 70% por ciento de la población.

Según datos del Sistema de Información en Vacunación (SIVA), hasta el 26 de febrero anterior, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) registró la colocación de un total de 149.812 vacunas contra la COVID-19 en los dos primeros grupos de vacunación, alcanzando una tasa de aplicación nacional de 2,90 por cada 100 habitantes.

Del total de dosis registradas,103.695 corresponden a primeras dosis y 46.117 a segundas, es decir, personas con su esquema de vacunación completo.

“Lo que hemos proyectado, con lo que hasta el momento tenemos, es que podríamos estar concluyendo el grupo dos por ahí del mes de junio. Pero insisto, esas son estimaciones”, mencionó Salas.

“Es claro que hasta que no lleguen otras vacunas por parte de COVAX o de Astrazeneca, dependeremos exclusivamente de Pfizer. En ningún momento hablamos que íbamos a alcanzar la inmunidad de rebaño en tres o cuatro meses, dijimos que íbamos a vacunar durante todo el 2021, y así es como está ocurriendo prácticamente en todo el mundo. Hay ejemplos que se salen del canasto como Israel”, agregó el jerarca.

El gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz, ha señalado que la institución tiene capacidad de vacunar hasta 300 mil personas por semana, no obstante, el avance depende de la cantidad de vacunas que existen en el país.

El país espera recibir el primer arribo de las vacunas de Astrazeneca (204 mil) en el mes de mayo; en ese mismo mes también ingresarían otras 218.400 dosis de esa misma casa farmacéutica por medio del mecanismo COVAX.

“En el ambiente se dice que la vacuna es todo, pero se debe de dar el mensaje de no descuidarse, seguir protegiéndose. Las vacunas y las medidas sanitarias deben coexistir hasta que se tenga información completa sobre la enfermedad”, destacó el salubrista, Mauricio Vargas.


¿Cuáles son los aciertos y desaciertos en el manejo de la pandemia?

 La llegada del SARS-CoV-2 al país implicó la toma de distintas decisiones en el sistema de salud, desde financieras hasta de logística, las cuales han permitido hasta ahora dar atención a miles de pacientes enfermos, así como diagnosticar el virus.

Afrontar la pandemia significó reconvertir hospitales en centros de salud COVID-19, acordar medidas financieras, comprar equipo de protección especial, impactar las listas de espera de otras patologías, entre otros, pero ¿cuáles son los aciertos y desaciertos?

Para el presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, una de las lecciones aprendidas en este primer año de la pandemia fue la capacidad de respuesta de la institución ante situaciones de emergencia; eso se refleja en la reconversión de hospitales especializados en centros médicos para la atención del COVID-19.

“Todo esto nos demostró que la CCSS cuando está bajo una gran presión y un gran reto país puede responder, y esa es una lección aprendida que tenemos que tener en mente: la CCSS tiene enormes capacidades que hay que seguir aprovechando post pandemia.

Macaya resaltó también el uso de  la investigación y la innovación como un factor determinante, pues demuestra el poder de la ciencia para atender una pandemia.

El salubrista Mauricio Vargas, por su parte, señaló la actuación rápida y oportuna de las autoridades de Salud al inicio de la pandemia, así como la importancia de un sistema de salud único.

El epidemiólogo de la Universidad Nacional, Juan José Romero, puso como punto alto los contratos tempranos con las farmacéuticas, lo que convirtió al país en el cuarto de Latinoamérica en iniciar la campaña de inmunización.

Desaciertos

Uno de los desaciertos más importantes señalados es la ausencia de un sistema de información que permita rastrear los casos positivos por COVID-19 y sus contactos, situación que hubiera permitido romper la cadena de contagios de forma más eficiente.

“Ante la ausencia de los datos no se pudo hacer inteligencia epidemiológica y eso es fundamental en la atención de una epidemia. Algunas decisiones se tomaron basadas en datos chuecos o inexistentes, y fueron comunicadas de forma errática”, criticó el epidemiólogo Juan José Romero.

Agregó que la comunicación por parte de las autoridades de Salud ha sido “aburrida”, y bajo una misma fórmula para toda la población, pese a lo heterogénea que es la misma.

“Tuvimos distintas fases de la epidemia, pero el mensaje no cambió. El involucramiento de las Municipalidades fue tardío porque la comunicación entre Gobierno central y los gobiernos locales no funcionó muy bien”, indicó el epidemiólogo.

El presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, reconoció que la institución debe mejorar sus capacidades en Telemedicina. “Esa atención a la distancia, se hizo mucho en la pandemia y podemos seguir mejorando eso, y seguir aplicándolo post pandemia, eso nos ayuda con la productividad de la Caja y para atender más y de forma más eficiente”.


 

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