La opción de que los usuarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cuenten con radiografías digitales incluidas en su Expediente Digital Único en Salud (EDUS) y puedan ser revisadas desde cualquier parte del país, continúa varado cuatro años después de que se empezó a trabajar en su consecución.
El retraso se ha producido por una serie de cuestionamientos de parte de mandos medios en la misma Caja, los cuales critican que se haya adjudicado al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) el desarrollo del proyecto.
Incluso, la junta directiva de la CCSS tuvo que nombrar una segunda comisión técnica que analizara el tema, ya que un primer grupo señaló faltas en la propuesta del ICE que carecían de sustento técnico.
El proyecto corresponde a una extensión del contrato que se estableció entre ambas entidades públicas para trabajar en el EDUS. Con esta incorporación, los pacientes que recurran a procedimientos de imágenes médicas, en especialidades como ortopedia, dermatología, mamografía, oncología o rayos X podrán contar con sus resultados en formato digital, sin necesidad de recibir las piezas en físico y con la posibilidad de que sean revisados por especialistas en las regiones del país de forma remota.
“Este tema es tremendamente impactante para la sociedad costarricense porque la Caja en este momento no tiene un sistema unificado que le permita actuar de una manera sistémica en el desarrollo del diagnóstico clínico. Cuando se puede tener un sistema como el que se quiere implementar estamos al frente de un cambio revolucionario en el diagnóstico clínico médico, integrado al EDUSs”, aseguró el directivo de la CCSS, Mario Devandas.
Pese a estos beneficios y el hito que marcaría para el trabajo en salud del país, los cuestionamientos retrasaron su puesta en marcha. Según conoció UNIVERSIDAD, el equipo encargado de evaluar la oferta del ICE señaló once supuestos incumplimientos de la institución pública, entre los que se encontraba la falta de certificados de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), y poca experiencia previa, pese a que dichos requisitos ya habían sido presentados y autenticados.
Para Devandas, las presiones de grupos en contra del proyecto se debe a su valor económico, ya que ronda los $50 millones, por lo que lo cataloga como “un pleito de empresas”.
“El problema es que el ICE, en imágenes médicas, subcontrata a otras empresas, por el software y los equipos, entonces en el fondo lo que hay es un pleito entre empresas privadas: las que ya el ICE tiene contratadas y las que quieren que la Caja las contrate directamente. Esa disputa se dio con el EDUS, porque querían que se contratara a una empresa privada para desarrollarlo, ya hace cuatro o cinco años”, explicó.
Devandas contó que se nombró a una nueva comisión examinadora, dadas las dudas del anterior grupo. Además, se puso en marcha una prueba sobre cómo funcionaría el proyecto, el cual tuvo muy buenos resultados.
“Se capturaron imágenes desde cuatro puntos diferentes: el San Vicente de Paul, el Área de Salud de Santo Domingo, Hospital México y Calderón Guardia, y, con varios especialistas, se hizo uso de todas las herramientas. La prueba fue un éxito y se demostró que no había ninguna falla técnica”, indicó el directivo.
Con las nuevas pruebas, la junta directiva de la Caja aprobó, a inicios de noviembre, extender el contrato con el ICE para poner en marcha el proyecto; empero, debe pasar por la aprobación de la Contraloría General de la República (CGR), lo que podría atrasar aún más la oportunidad, en caso de ser rechazada.
“Hubo oposición en junta directiva, entre los técnicos, porque hay gente que está en otras cosas; sin embargo, por mayoría y no por unanimidad, se aprobó. Si la CGR dice que no, habría que sacar eso a una nueva licitación, lo cual significa atrasar dos años y medio más el tema. Hay un pleito entre empresas pero uno tiene que pensar en los asegurados. ¿Cómo vamos a atrasarnos dos años y medio más para tener esto?”, cuestionó Devandas.
UNIVERSIDAD consultó tanto al ICE como a la CCSS sobre el estado del proyecto, para contar con una posición de parte de los jerarcas de ambas instituciones.
En el caso del Instituto Costarricense de Electricidad, la Dirección de Comunicación respondió, mediante un correo electrónico, que “sobre sus consultas, le indicamos que el proyecto EDUS es propiedad de la CCSS, ente autorizado a brindar esta información”.
Por parte de la Caja, al cierre de esta nota no se habían consignado las respuestas a las consultas.
Exdiputado pidió explicaciones
El exdiputado 2014-2018 por el Frente Amplio, Jorge Arguedas Mora, ha seguido el desarrollo de este caso, presentado incluso notas ante la CCSS para conocer las razones que han demorado la entrada en vigencia del proyecto.
“Me llegó la denuncia de que había entorpecimiento en la Caja para finiquitar el proyecto de imágenes, que es importantísimo para todos los costarricenses. Envié una nota a la junta directiva, fue leída, acogida y trasladada al doctor Cervantes (gerente general de la CCSS). Me informó que ya les llegó y que fue trasladada también a la Auditoría, pero sigo sin respuesta”, dijo.
Arguedas agregó que las presiones para que el proyecto no se concrete llevan siendo estudiadas algún tiempo, por lo que le preocupa la falta de resultados y que no haya responsables.
“Me está llegando una nueva nota sobre la denuncia, donde me dicen que hace un año la Caja abrió un proceso administrativo a la antigua comisión que vio este tema y aún no hay resultados de ningún tipo. Esto no es nuevo ¿Cómo se va a atrasar tanto una licitación tan importante por tantos años? Eso es robarle tiempo a la ciudadanía”, afirmó.
Para el exlegislador, el retraso de cuatro años supone muchas interrogantes ya que “esa cantidad de tiempo en el mundo de la tecnología es mucho, porque todo cambia de una forma muy rápida y la licitación que está hoy puede que cuando quede firme ya los equipos sean obsoletos. El proyecto tiene mucha incidencia de primer mundo”.
Beneficios de las imágenes médicas digitales:
- Posibilidad de revisar los resultados desde cualquier parte del país.
- Ahorro de tiempos para diagnósticos.
- Evita la duplicidad de imágenes.
- Ahorro de tiempo de traslados de los especialistas desde un hospital a otro.
