En junio de 1973 un joven chileno gritó “el pueblo unido jamás será vencido” sin estar consciente de que lo estaba escuchando el compositor Sergio Ortega, quien decidió tomar la frase e inmortalizarla en uno de los cánticos más famosos de la clase trabajadora.
Durante décadas, en cada marcha obrera alrededor del mundo se escuchó “el pueblo unido jamás será vencido”, mientras los puños izquierdos cortaban el viento. Hoy, 1 de mayo de 2019, la Avenida Segunda de San José fue testigo de esa escena una vez. En medio de la marcha del Día Internacional de los Trabajadores, muchas personas la gritaban convencidas de su vigencia.
Sin embargo, pudimos escuchar a un hombre decir que la frase, repetida durante años, se había convertido en un cuento de antaño.
La vigencia de la frase es cuestionable, pero lo que no es cuestionable es que cada 1 de mayo, muchos -o pocos- trabajadores y trabajadores se hacen presente en las calles alrededor del mundo para defender sus derechos.