País Régimen de pensiones de la Caja

UCR rechaza cuestionamientos de OIT a estudio actuarial

Institución académica previene sobre riesgos de politizar aspectos técnicos del fondo que son de vital importancia para el futuro de la población costarricense.

“Carecen de sustento técnico” las críticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al estudio actuarial del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) realizado por la Universidad de Costa Rica (UCR), las cuales fueron dadas a conocer este mes.

Así se sacudió la institución universitaria, la semana pasada, delos cuestionamientos contenidos en la denominada Nota Técnica, preparada por OIT a solicitud de la Mesa de Diálogo Social, la cual fue convocada para proponer reformas que garanticen la sostenibilidad del IVM.

El organismo internacional señaló errores metodológicos en la evaluación actuarial del IVM que la Escuela de Matemática de la UCR entregó en diciembre pasado a solicitud de la Superintendencia de Pensiones (Supen) y de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).

Rodrigo López (izquierda) y Alexánder Ramírez participaron en la elaboración del estudio actuarial de la UCR

El estudio de la UCR advirtió que si no se toman medidas urgentes, entre el 2022 – 2028 los ingresos del IVM serán insuficientes para pagar los gastos de las pensiones, por lo cual se tendría que utilizar la reserva, la cual se agotaría en 2027 – 2034, diez años antes que lo proyectado por la Caja.

Sobre ese informe, la OIT aseguró que se dieron datos inflados de la  población afiliada y la acumulación de derechos.

El pronunciamiento de la OIT dio pie para que sindicatos agrupados en el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco) y la Confederación Nacional RerumNovarum (CNRN) tacharan de tendencioso y fraudulento al estudio de la UCR.

A su vez, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) dijo que el reporte de la OIT “deja en total descalificación” la prédica oficial de la Caja para castigar al pueblo trabajador imponiéndole un injusto aumento de su cuota obrera.

Para la representación sindical – que se opone al aumento de 1% a la cuota obrera acordado por la CCSS en un intento por solventar el problema de flujo de caja que tiene el IVM – ante las dudas generadas, son necesarias nuevas evaluaciones de la OIT.

El IVM es el fondo de pensiones más grande del país, con cerca de 1,5 millones de cotizantes, poco más de 247.000 pensionados y una reserva de ¢2 billones.

CRITERIOS ENCONTRADOS

Según el estudio de la Escuela de Matemática de la UCR, antes de diez años, los ingresos por las contribuciones obreras y patronales y por rendimiento de las inversiones del fondo (intereses) no alcanzarán para pagar las pensiones y el IVM tendría que echar mano a la reserva, la cual alcanzaría solo por diez o quince años más.

Por su parte, los actuarios de la Unidad de Finanzas Públicas, Actuaría y Estadísticas del Departamento de Protección Social de la OIT consideraron que la UCR sobreestimó la población afiliada y pensionada futura del régimen, porque se utilizó una metodología demográfica inadecuada.

Entre otras críticas, afirmaron que para calcular el pago de pensiones, los actuarios universitarios utilizaroncomo referencia el último salario cotizadoy no el promedio actualizado de los últimos 20 años, como establecen las reglas del régimen. También, que no se usó una curva de salarios.

La UCR calificó esas aseveraciones como falsas y, en su respuesta a la OIT señaló que esos datos sí se consideraron en las páginas 244 a 246 del estudio actuarial.

“Al ser el IVM de vital importancia para el futuro de la población costarricense, el bienestar de las familias y las personas, la politización de los aspectos técnicos significa un gran riesgo de distorsión de los datos que no beneficiará a nuestro país ni a sus habitantes”, advirtió el centro de estudios superiores.

La Universidad argumentó que el uso de la base completa de 2,8 millones de afiliados del IVM, en lugar de utilizar solamente 1,5 millones de cotizantes, fue ampliamente analizado entre los actuarios de la UCR y de la CCSS.

Añadió que se hicieron dos estudios actuariales separados: uno con los afiliados, que es el que se incluyó explícitamente en el estudio actuarial, y otro con los cotizantes. Los costos sobre los salarios, los años en que se agotarán los ingresos totales y la reserva, resultaron bastante similares en ambas situaciones, anotaron los actuarios de la Escuela de Matemática.

Explicaron que un total de 62.537 afiliados de IVM no cotizaron en el año 2015. Esas personas, al 31 de diciembre del 2015, estaban vivas y no pensionadas y tenían15 o más años cotizados, por lo que, aunque podrían no volver a cotizar, en caso de invalidez, vejez o muerte se consolida el derecho a los beneficios.

Incluso, alguna parte de ellos podría estar fuera de Costa Rica, por lo que tampoco aparecería en la población nacional.

Los que tienen menos de 15 años cotizados y no cotizaron en 2015 pueden aportar nuevas cuotas y pensionarse si llegan a cumplir los requisitos. Por lo tanto, no se les puede dejar de incluir en el modelo, pues si se les excluye se tendría una subestimación de la cantidad de pensiones, indica la UCR.

De hecho, el estudio actuarial realizado por la UCR aclara en la página 27 que la cantidad de afiliados de IVM no debe compararse con la Población Económicamente Activa (PEA), precisamente para evitar las confusiones que tiene la OIT.

Los funcionarios universitarios indicaron que la afirmación de que “el modelo UCR se basa en una estructura distinta, donde solo existen dos poblaciones, no afiliados y afiliados”, es incorrecta pues se consideraron las poblaciones de afiliados y cotizantes y agregaron que al grupo de afiliados se agregan anualmente las nuevas generaciones de cotizantes que se obtienen de la proyección de PEA suministrada por la CCSS.

Asimismo, en la respuesta, los actuarios de la UCR indicaron que la OIT no consideró las variables de migraciones, nuevas modalidades de pensión, no prescripción de cuotas, informalidad y posibilidad de acceder a más de una pensión, lo cual muestra que la cantidad de afiliados no está limitada por la PEA.

Aunque la OIT criticó que “el modelo (de la UCR) no utiliza una curva de salarios”, la Universidad afirmó que eso es falso porque más bien se utilizan escalas salariales por sexo, edad y años cotizados.

OTRAS “FALSEDADES”

La OIT señaló además que “la fórmula de cálculo de la pensión empleada por el modelo (de la UCR), utiliza solo el último salario cotizado como referencia, y no el promedio actualizado de los últimos veinte años según establece la ley”.

Para la Universidad, esta es otra afirmación falsa pues se usó el promedio de los salarios cotizados en los últimos 20 años, indexados con la inflación de los precios.

La UCR se refirió también a la afirmación de la OIT de que “estos problemas (metodológicos del estudio actuarial) explican las grandes diferencias que existen entre los resultados de las proyecciones del trabajo de la UCR, con respecto a los resultados generados por el modelo actuarial de la CCSS, así como con respecto a otras proyecciones, incluidas las de la OIT”.

La Universidad dice que, dado que la Nota Técnica de la OIT no aporta estos datos, se hizo un análisis de algunos estudios actuariales realizados por la CCSS y el que la CCSS contrató con la OIT con corte al año 2008, denominado Reporte sobre la Validación de la Valuación Actuarial del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (RIVM) efectuada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), documento que fue investigado por la Auditoría Interna de la CCSS en el año 2013.

Comparando las proyecciones con los datos estadísticos observados en el año 2015, se obtiene que las proyecciones de la OIT subestiman significativamente la cantidad de afiliados y los gastos del IVM, dice la UCR.

Según los cálculos de la OIT, en 2015 se tendrían 9 cotizantes por pensionado, pero el dato real fue 6,4. También explica los motivos por los cuales la OIT estimó que en 2015 el IVM tendría un superávit de ¢529.040 millones, cuando en realidad solo sobraron ¢101.587 millones y, lo que es más delicado, que en 2015 los costos de IVM serían 6,5% sobre los salarios, sin embargo, el dato real fue 9%.

Para la OIT, el IVM tendría en 2015 una reserva equivalente a 4 gastos anuales, pero el dato real fue 2,4 gastos anuales. Según los cálculos de la OIT de 2009, el faltante de contribuciones en IVM se presentaría a partir del año 2028, pero el déficit se presentó desde el año 2012.

La CCSS, en su estudio actuarial con corte al año 2008, mostró cifras similares a las de la OIT. No obstante, a partir del año 2010 la CCSS corrigió drásticamente sus estimaciones, señalando que el déficit de contribuciones se tendría un año después, en 2011, en lugar del año 2027 que había estimado en 2008. Sin embargo, no modificó los años en que los ingresos totales se agotarían (año 2037), ni el año en que se consumiría totalmente la reserva (2042).

También se analizó el estudio actuarial realizado por la CCSS con corte al año 2014, encontrándose varias inconsistencias, por lo que se solicitó que revisaran el modelo Prodefi (software que utiliza la Caja, auditado por la OIT), y que usaran una inflación de los precios de 4,5% en lugar de 8%.

Los resultados que obtuvieron fueron bastante cercanos a los de la UCR y muy diferentes a los del estudio actuarial de 2014; sin embargo, aún el Prodefi no permite utilizar la base completa de afiliados, lo cual motivó que la UCR incluyera en su informe la recomendación de que fuese mejorado.

En criterio de la UCR, todo esto muestra que las conclusiones de la Nota Técnica de la OIT carecen de sustento técnico y que el estudio de la Universidad no infla la población afiliada, ni la acumulación de derechos. La modelización demográfica es adecuada y no genera una sobreestimación de la población afiliada y jubilada. La modelización de los salarios de referencia y fórmulas de cálculo de las pensiones se apegan a lo establecido en el reglamento de IVM, concluye la institución.

UNIVERSIDAD quiso obtener reacción de representantes de la OIT, pero la funcionaria de prensa informó que quien se puede referir al tema es la directora de la oficina regional (Carmen Moreno)  y ella se encontraba fuera del país.



Auditoría cuestiona

La OIT ha avalado los estudios actuariales optimistas de la Caja sobre la sostenibilidad del IVM, los cuales dan resultados distintos a las conclusiones de cuatro estudios actuariales independientes realizados en los últimos diez años y a las advertencias de la Supen que señalaban riesgos financieros del régimen y la urgencia de reformas para evitar su colapso.

En el 2009 la CCSS contrató a la OIT para que hiciera una validación de sus estudios actuariales del IVM con corte de datos al 2008. El reporte,entregado en el 2010, concluyó que el sistema era sostenible hasta el año 2044, cuando la reserva comenzaría a ser negativa, resultados similares a los obtenidos por la Caja.

Desde entonces, las autoridades de la Caja utilizaron el estudio de la OIT para calmar las preocupaciones sobre la situación financiera del régimen que advertían otros estudios independientes.

Sin embargo, la evaluación actuarial de la OIT fue cuestionada en un informe de la auditoría interna de la Caja, emitido en diciembre del 2013 (ADSF – 288 – 2013),  que le señaló una serie de errores, como haber omitido evaluar la pertinencia técnica del aumento escalonado de 3% a la prima del IVM acordado en la reforma del régimen en el 2005.

La auditoría señaló que la evaluación de la OIT tenía la leyenda “Borrador” y “Confidencial”, lo que hacía entrever que el organismo aún se encontraba revisando los resultados de ese documento, por lo que pedía a la Caja aclarar la situación con la OIT. Tras esa llamada de atención, la Caja  recibió el informe final en 2016, cinco años después de que  había recibido conforme el borrador.

Además apuntó a que la Caja canceló a la OIT $47.563 por ese y otro trabajo que finalmente el organismo no realizó, y que cuatro años después la OIT hizo un reembolso de $23.140.

La auditoría resaltó que esa falta de control interno impidió invertir esos recursos en ganar intereses para el IVM.

El órgano auditor interno recomendó a autoridades de la institución tomar medidas correctivas en plazos de tres y seis meses, en relación con debilidades y falencias en el trabajo actuarial y de control interno, entre otros aspectos, pero cuatro años después, la oficina aún estaba haciendo acciones de seguimiento de recomendaciones no cumplidas.

El estudio de la auditoría se produjo años después que, en el 2011, Rodrigo Arias López, quien había sido jefe del departamento actuarial de la Caja, planteó a la institución y a la OIT una serie de preocupaciones para considerar en relación con la consistencia de la evaluación actuarial presentada.

La OIT no respondió y la entonces presidenta ejecutiva de la Caja, Ileana Balmaceda, en oficio del 7 de mayo de 2011,le respondió a López que “la solicitud de elevación ante la OIT de las aclaraciones que usted formula no son temas que le merecieran dudas a la institución, razón por lo cual no se procederá a lo pedido”.

Parte de los problemas señalados por Arias fueron retomados por la auditoría en su informe más de dos años después.

Fuente: Informe de Auditoría Interna de CCSS, número ASF-288-2013.



Sobre la mesa

Ante la premisa de que ningún modelo es perfecto y dada la trascendencia que tienen las decisiones que se adopten en la Mesa de Diálogo (convocada por la CCSS para discutir las reformas que debe hacerse al IVM), la UCR tiene la anuencia de analizar con más profundidad el asunto, para lo cual es importante que la OIT aporte la información técnica que sustenta sus cálculos y observaciones, y que envíe a un actuario para que exponga en la Mesa de Diálogo la Nota Técnica, con la presencia de los actuarios de la UCR, propone esta sede académica.

Fuente: Comunicado de la UCR



 

 

Suscríbase al boletín

Ir al contenido