Productores agrícolas de la Zona Norte del país están convencidos de que llegó la hora de cultivar tubérculos tropicales como malanga, tiquisque, camote, yuca, jengibre y cúrcuma, para que puedan ser usados como fuentes alternativas de carbohidratos necesarios en la dieta de las personas y posibles sustitutos de las harinas como el maíz y el trigo, cuyo precio se elevó en esta última al 38%, respectivamente.
Se trata de una iniciativa apoyada por el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), explicó el director del CIA y quien lidera el proyecto, Francisco Saborío Pozuelo.
El CIA trabaja en producción de tubérculos tropicales desde hace 30 años, pero este inició un proyecto de acción social sobre las necesidades agrícolas de productores de la Zona Norte, en el que participa el CIA y las Escuelas de Ciencias Políticas, Tecnología de Alimentos, Economía Agrícola, y Nutrición.
Un denominador común en la zona es la crisis de abandono de la producción agrícola, donde los productores no ven un camino viable económicamente para ellos. Un segundo denominador común es el problema de la comercialización, ya que “literalmente se sientan afuera de la finca a esperar a que les vengan a comprar”, afirmó Saborío.
“Ellos son presa fácil de todos los intermediarios, que se los comen ahí, en ese proceso de venta de los productos”, destacó. Por ejemplo, los intermediarios les pagan entre ¢8.000 y ¢10.000 por el quintal de tubérculos, mientras que en la empacadora —que se ubica a 50 kilómetros de allí— reciben entre ¢60.000 y ¢70.000 el quintal. De ahí que se esté trabajando en la organización de los productores.
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El docente e investigador explicó que estas personas que viven en estos territorios tienen sus vacas, sus cerdos, su leche, el banano, el plátano, la yuca, la malanga y el maíz. “Ellos logran sustituir cualquier importación por lo que ellos producen. A nivel de la región, tienen la capacidad de producir su alimento. Ellos no van a pasar hambre. Es en las zonas urbanas donde no tenemos esa capacidad de producir”, recalcó.
Saborío aseguró que en el país existe capacidad en terrenos, en cantidad de semillas y en producción, pero lo que no existen son políticas de apoyo a estos agricultores. También está el tema de la costumbre en cuanto a lo que la gente consume.
También indicó que no puede desmantelarse el sistema productivo nacional. Citó el ejemplo de las medidas para reducir los aranceles a la importación del arroz. “Si nosotros desmantelamos a los productores, que ya no tienen sus tractores, que no tienen la cultura de siembra, el país no podría recuperarse en su capacidad productiva”.
Mencionó la necesidad de dar incentivos indirectos a otros productores, por ejemplo, reducción de los impuestos en la compra de maquinaria o de insumos, e intervenir en el tema de la intermediación.
Sabrorío agregó que existe un proyecto de ley de la administración anterior en la Asamblea Legislativa, que fomenta el apoyo a los productores de yuca, para su industrialización con la producción de harina a base de yuca.
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Colaboró en esta información la periodista Daniela Muñoz.