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UCR, amigos y familiares rinden homenaje a personas asesinadas en Costa Rica por sus luchas socioambientales

Para que sea un “jardín de los presentes”, al pie de árboles nativos sembrados este año se colocaron placas con el nombre de las 13 personas asesinadas en el país desde 1975.

El 7 de diciembre pasado se rindió un homenaje y conmemoración a las personas asesinadas por sus luchas socioambientales en un evento realizado en la Universidad de Costa Rica (UCR).

En pretil de la UCR se hicieron presentes ex integrantes de la Asociación Ecologista Costarricense (AECO), familiares de las personas asesinadas, ecologistas, docentes y ex docentes de la UCR. En la explanada donde se encontraba el parqueo de Ingeniería, contiguo a la Biblioteca Carlos Monge, y al pie de árboles nativos sembrados este año, se colocaron placas con el nombre de cada una de las 13 personas asesinadas desde 1975.

Se escogió esta fecha porque hace 30 años, el 7 de diciembre de 1994, los integrantes de AECO Óscar Fallas Baldí, María del Mar Cordero Fernández y Jaime Bustamante Montaño fallecieron en un incendio que destruyó la casa donde vivían los dos primeros, en Guadalupe. Los orígenes del incendio nunca fueron esclarecidos por las autoridades competentes.

El pasado 30 de octubre, el Consejo Universitario de la UCR aprobó de forma unánime un acuerdo en el que instó a la administración a que, a partir de este año, cada 7 de diciembre se realicen actividades para rendir un homenaje a las personas asesinadas por defender el derecho humano a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

La propuesta de resolución fue hecha ante el Consejo Universitario por el abogado William Méndez y la idea planteada inicialmente por Jorge Polimeni, biólogo ecologista quien integró AECO, junto a otras personas ecologistas.

Polimeni agradeció al rector de la UCR, Gustavo Gutiérrez Espeleta, por contribuir a hacer memoria histórica y haber hecho posible este homenaje, que honra a “un manojo de almas limpias y maravillosas” y a miles de personas que desde hace muchas décadas comprendieron y actuaron en defensa de los bienes comunes.

El rector, por su parte, propuso un minuto de silencio en honor a las personas y destacó que esta era una “resolución inédita e histórica en Costa Rica”.

“No es suficiente solo un día para recordar a esas personas y los compromisos ambientales. Recientemente hemos visto lo que está ocurriendo en Gandoca-Manzanillo, esto es una lucha permanente, 365 días del año (…). Es un horror realmente lo que está ocurriendo en esta administración del señor Chaves Robles pero cosas similares han ocurrido en otros gobiernos”, dijo Gutiérrez.

El rector también anunció que hoy lunes se tomaría la decisión importante de prorrogar los nombramientos de las personas que laboran en Kioscos Socioambientales.

13 asesinatos entre 1975 y 2020

“El vacío humano, el dolor, la estigmatización posterior a los asesinatos, las camas vacías, la ausencia del calor, del olor, del tacto de un familiar perdido en situaciones de violencia ni siquiera se asemeja a la muerte”, declaró Polimeni.

En la actividad participaron los padres de María del Mar, Francisco Cordero y Geannina Fernández Pacheco.

Fernández contó que su hija creció en una casa estructurada alrededor de la defensa de los derechos humanos. “María del Mar fue quien me formó a mí, en la ternura y el compromiso por las cosas. Ella y los demás muchachos son una luz que se expande”, dijo Fernández, quien luego pidió que le permitieran ingresar a AECO, “para honrar la memoria de todos y para salvarme”.

A las 2:30 a.m. salió de Gandoca para poder estar en la actividad Fernanda Matute, madre de Jairo Mora, biólogo que fue asesinado a sus 26 años en la madrugada del 31 de mayo de 2013, cuando patrullaba la playa de Moín, donde trabajaba con la organización ambientalista Widecast en la lucha contra el saqueo de los huevos de las tortugas.

“Gracias por tener a mi hijo presente; no está con nosotros pero está en nuestro corazón. Cuando llegó a la mayoría de edad me dijo ‘mami, la playa es mi vida, yo daré la vida por ella’ y la dio”, contó Matute, quien recordó que el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo Jaro Mora Sandoval también fue renombrado así por su hijo.

La actividad fue convocada por la Rectoría de la UCR, el Consejo Universitario, el Programa Kioscos Socioambientales, los familiares de personas defensoras ambientales asesinadas y colegas ecologistas.

Para Mauricio Álvarez, docente del Programa Kioscos Socioambientales y quien también fue parte de AECO, este es el cierre de un ciclo de 30 años.

“Eperamos que haya un punto final, un nunca jamás, de asegurarse que esto no vuelva a pasar y que haya justicia para estas personas”, señaló.

“De Óscar, de María del Mar, de Jaime y de David heredé el soñar con un mundo distinto, la irreverencia y heredé una cualidad, que es empujar, cumplir lo que uno piensa y uno siente”, agradeció Álvarez.

En Costa Rica se registran 13 asesinatos de personas defensoras del ambiente, ocurridos entre 1975 y 2020, además de 21 amenazas de muerte, 10 incendios a casas o locales, 25 atentados o ataques directos, y 18 demandas individuales y siete colectivas contra más de 36 activistas procesados por defender el ambiente y derechos comunitarios, como documenta el libro “Una memoria que se transforma en lucha: 30 años de criminalización del movimiento ecologista en Costa Rica”.

Entre las personas que han perdido su vida por esta causa están Olof Nicolás Wessberg (1975), Antonio Zúñiga Obando (1990), Óscar Quirós (1992), Jorge Aguilar (1992), Óscar Fallas Baldí, Jaime Bustamante Montaño y María del Mar Cordero Fernández (1994), David Maradiaga Cruz (1995), Kimberley Blackwell (2011), Jairo Mora Sandoval (2013), Diego Armando Saborío González (2014), Sergio Rojas Ortiz (2019) y Yehry Rivera Rivera (2020).

Actividad realizada el pasado 7 de diciembre en la UCR, en homenaje y conmemoración a las personas asesinadas por sus luchas socioambientales en Costa Rica. (Foto: Bloque Verde)

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