País

Tribunales condenan a dirigente campesino por difamación y daño moral contra empresario

Jueces impusieron multa de más ¢20 millones a Daniel Villalobos Ferreto, luego de declaraciones del 2015 en Canal 13 contra Oscar Echeverría Heigold.

El Tribunal Penal de San José declaró este miércoles al dirigente campesino Daniel Villalobos Ferreto culpable por difamación y daño moral en contra del empresario y actual fiscal de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Oscar Echeverría Heigold.

El caso data del 22 de diciembre de 2015, cuando en el programa “La Revista” de Canal 13, Villalobos y la entonces diputada Patricia Mora dijeron que los trabajadores de la Finca Chánguina, en la zona sur, eran víctimas de violación de sus derechos laborales.

Además, afirmaron que el empresario Echeverría rebajaba las cuotas obrero patronales de los trabajadores pero no las entregaba a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y Villalobos usó un calificativo que los jueces consideraron difamatorio contra el empresario.

Para el dirigente de la zona Sur, Renier Canales, el fallo les tomó por sorpresa y causó consternación entre los campesinos de la región.

“Esta es una nefasta resolución, de unos jueces poco estudiosos, poco juiciosos, para valorar todos los elementos que Daniel y su defensa dieron en ese debate, para demostrar que el señor Echeverría no ha actuado a derecho”, afirmó.

Villalobos fue condenado al pago de ¢10 millones, como parte de la acción civil resarcitoria, ¢10 millones por las costas personales de la misma acción, así como ¢100 mil, correspondientes a 20 días multa, y ¢660 mil por las costas personales de la querella.

“Vamos a apelar, vamos continuar batallando, no nos rendimos. Los billetes y las monedas de los poderosos de este país no nos amedrentan, ni los tribunales nos van a intimidar con este tipo de mensajes que nos estén dando con estas resoluciones”, dijo Canales.

En el 2016, Oscar Echeverría solicitó el desalojo de cerca de cien familias en finca Chánguina, en el cantón de Osa, propiedad de la cooperativa Coopropalca del Sur, la cual se encontraba bajo administración arrendataria del empresario.

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