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Tras plan de contención, la reforma fiscal allana su camino en la Asamblea

La gran mayoría de los diputados está anuente a reactivar las discusiones del expediente 20.580, algo que ocurriría en las siguientes sesiones del Plenario.

El plan de contención del gasto público presentado por la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, esta semana calmó a una buena parte de los diputados, que ahora muestran mayor disposición que nunca para allanar el camino a la discusión, la realización de modificaciones y la eventual aprobación del plan fiscal que impulsa el Gobierno desde la legislatura pasada (expediente 20.580).

Los anteriores diputados ya habían aprobado una procedimiento abreviado para realizar ese trámite; sin embargo, no fue suficiente para llegar a votarlo, por lo que su discusión ha quedado en pausa desde que asumieron sus funciones los nuevos 57 hace ya exactamente un mes.

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Para retomar este proceso, ahora los diputados deberán crear una nueva comisión dictaminadora del plan, tras modificar la moción de ‘vía rápida’ existente, en un proceso que podría “empezar a caminar” este lunes, según comentó Carlos Ricardo Benavides, jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), agrupación dueña de 17 escaños.

Según el congresista, a partir del lunes los diputados “deberíamos de ver esa moción que permita volver a la comisión fiscal”, aunque siempre bajo la tutela de la ministra Aguilar, a la que esperan como un agente activo que “pueda explicar de una manera más detallada algunos de los rubros y de los cálculos de Hacienda” en la elaboración del texto.

También esperan que la jerarca logre “adicionar propuestas para que el objetivo del Gobierno de eliminar el déficit primario se logre” alcanzando un ajuste superior al 3% del Producto Interno Bruto (PIB), una intención que miran con recelo pues “podrían quedarse cortos con las medidas que hasta hoy se explicaron en el Plenario”.

Una opinión similar externó la congresista y vicepresidenta de la Asamblea, María Inés Solís del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quien recordó que desde su bancada “siempre estuvieron “dispuestos a trabajar en este tema si veían un compromiso del Ejecutivo en el recorte del gasto”.

“Yo creo que estamos viendo el compromiso, aunque necesitamos hacer que estas mismas medidas lleguen al resto de las instituciones del Estado y que no sea solamente el Gobierno Central. Si logramos trabajar en esa línea con el resto del Gobierno, vamos a poder comenzar a trabajar muy prontamente en el problema fiscal del país”, agregó.

En esa misma línea, el Partido Acción Ciudadana, como máximo defensor de que avance el proceso, apuntó que el camino ahora seguirán con la negociación y la votación de la moción que reforme la vía rápida la próxima semana, de forma que se integre la comisión “en un espíritu constructivo y de diálogo”.

Esas fueron las palabras del jefe oficialista, Víctor Morales Mora, quien agregó un reconocimiento por “la actitud constructiva que han expresado los diputados de esta Asamblea Legislativa” hasta el momento.”Ahora lo que sigue es que la próxima semana podamos ponernos de acuerdo para votar la moción que nos permita volver a la vía rápida del expediente 20.580 y tenemos la confianza de que eso ocurrirá muy pronto, en los primeros días de la próxima semana, de ser posible”, apuntó.

Con el apoyo del PAC, el PLN y el PUSC se sumarían 36 de los 38 votos requeridos para la reactivar la reforma fiscal, aunque los 14 votos de Restauración Nacional podrían sumarse como señaló el diputado de esa fracción Eduardo Newton Cruickshank, diciendo que la ministra llevó “información valiosa al Congreso” y que “la estarán tomando en cuenta a la hora de conocer el proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas”.

Sobre los tiempos, prefirió no adelantar posiciones. “Eso depende de los jefes de fracción, que posiblemente estarán definiendo la agenda”, comentó.

Partidos minoritarios

Los partidos minoritarios juntos representan siete de los 57 votos totales, por lo que sus votos también pueden ser cruciales para la conformación de mayorías y que avance el proyecto.

Entre sus posiciones, destaca la del frenteamplista José María Villalta, dispuesto a dar su voto favorable a la nueva moción que reactive el trámite del plan fiscal, aunque su partido alega que es necesario revisar varios aspectos del documento para hacerlo más progresivo. En la comparecencia de la ministra Aguilar, Villalta realizó distintas propuestas a la jerarca, de las que varias fueron aceptadas por la excontralora como posibles cartas a poner sobre la mesa.

Por su parte, los diputados del Partido Integración Nacional (PIN) aún no definen su postura oficial, aunque en el pasado dijeron que se opondrán a nuevos impuestos.

En el caso del diputado independiente Erick Rodríguez, electo y separado del PIN, ha manifestado su deseo de trabajar para la estabilidad de las finanzas públicas, un punto que hace poco describió como una de sus prioridades en el Congreso.

Por último, los diputados del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC) han expresado su indisposición con algunas medidas del proyecto fiscal; sin embargo, no se oponen en términos generales, sino que sólo quieren modificarlo.

Así las cosas, el camino parece allanarse para una reforma que debería destrabarse en los próximos días. La opinión de una gran mayoría de los diputados es que el plan fiscal debe avanzar, aunque sin dejar de lado nuevas propuestas de contención del gasto o mejoras al texto disponible, algo que podrán aplicar tan pronto como se aboquen al tema.

Esta posición precisamente la expuso el liberacionista, Roberto Thompson, quien argumentó que “son conscientes de que hay un tema de tiempo o de urgencia” y que “avanzar en el procedimiento tiene que ir de la mano con lo demás”.

Ambiente favorable

Según la presidenta legislativa, la oficialista Carolina Hidalgo, las bases están sentadas y parece existir un ambiente favorable para caminar con el proyecto fiscal en los próximos días, incorporando dos días más para el recibimiento de mociones y luego abriendo la comisión que se encargue del proyecto.

“Se requiere incorporar o integrar la comisión y abrir esa posibilidad de derecho de enmienda con dos días más de 137, que es el espíritu general”, apuntó.

Sobre los plazos que seguirá el proceso, fue un poco más cauta que cuando asumió la presidencia apenas en mayo, cuando estimó un máximo de seis meses para dar por cerrado el asunto. “En realidad los plazos dependen en gran medida de la eficiencia con la que se de aquí la votación de la modificación al 208 Bis y si va a la Sala (posterior a la votación). Yo quisiera no asegurar ningún plazo, va a depender de las fracciones, aunque en un ideal escenario debería de estar mucho antes de agosto más por un tema de imagen del país”.

Sobre la moción de modificación, dijo que “el ideal escenario es que se vote el lunes, pero igual esa moción requiere de 38 votos, por lo que va a depender de la voluntad de al menos 38 diputadas y diputados”. La tarde de este viernes, por su parte, la ministra de Hacienda aseguró que el procedimiento podría ocurrir el martes, según le han informado.

La aprobación de la reforma fiscal fue solicitada con bastante insistencia por la ministra Aguilar a los diputados, ante los que compareció los días miércoles y jueves para presentar una propuesta de contención del gasto público. Según Aguilar, más allá de los recursos que la reforma generaría, el principal objetivo sería retomar la confianza del mercado internacional y captar la deuda en mejores condiciones. Una reforma, dice, podría mejorar las tasas de interés hasta en un 1% y dilatar los plazos de gracia.

En esa misma línea, el diputado del PAC, Welmer Ramos, apuntó que el proyecto es “progresivo” y que busca reformas sencillas como “captar (recursos) en servicios que no están gravados y procesos productivos que son extraterritoriales y permiten cierta evasión”; al mismo tiempo que permitiría “gravar las ganancias de capital como en el resto del Mundo”.

“Esto urge porque hay que darle las indicaciones al mercado internacional de que queremos solucionar esto y que somos confiables a la hora de pagar nuestras obligaciones para seguir teniendo el acceso a ese mercado y que las tasas no suban. El crecimiento de sólo un 1% en las tasas de interés significa para el país el presupuesto de 22 ministerios de economía, algo así como 24.000 bonos de vivienda”, concluyó.

Con sus propuestas de contención del gasto, aunadas a las reformas que puedan hacerse en los próximos días al proyecto fiscal, el Gobierno buscará disminuir el déficit financiero que ahoga al país, que marcó un 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017 e incluso apunta a superar el 7% este año, si no se realizan reformas.

El principal objetivo: aliviar el peso de la deuda, que ya sobrepasa el 50% de la producción y que seguirá creciendo a un ritmo todavía más acelerado si no mejoran las calificaciones de riesgo en los mercados internacionales.

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