País Eleanor Allen, directora ejecutiva de ONG Water for People.

“Todos tenemos que trabajar juntos para cuidar nuestros recursos”

Especialista abordó temas como la inclusión de las mujeres en la gestión del recurso hídrico y las desigualdades que aún se mantienen en cuanto a la explotación del agua.

Water for People (Agua para el Pueblo) es una ONG dedicada al desarrollo de proyectos en áreas rurales y urbanas, con el fin de generar infraestructura y capacidades para establecer los servicios de acceso al agua y sanitarios en sitios donde no los hay.

La directora ejecutiva de la ONG, Eleanor Allen, durante su intervención en el primer día de la conferencia Latinosan 2019, destacó que las acciones en este sentido deben empezar por las comunidades, para luego pasar al nivel municipal y nacional.

Poco después, Allen concedió una entrevista a UNIVERSIDAD.

En 2016 en un TED Talk usted habló de una crisis mundial de agua y saneamiento. Dijo que cada año medio millón de niños y niñas menores de cinco años mueren por diarrea en el mundo, que el 25% de la población mundial no tiene acceso al agua y un 33% no tiene acceso a servicios sanitarios. ¿Ha mejorado la situación en estos últimos años? ¿Estamos igual?

— No. Estamos mejorando, lo que ha cambiado es que ahora, con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), subió el nivel de lo que queremos lograr, primero era servicio básico, ahora es servicio adecuado. A veces se ve que los números han bajado, realmente tenemos más acceso, pero ahora queremos mejor calidad en agua y saneamiento. A la vez, la población sigue creciendo, como quiera tenemos que acelerar el progreso, lo interesante para mí es que tenemos la solución técnica, pero la parte difícil es el financiamiento, la voluntad política y la gobernanza, porque todo ello es complejo.

Ha dicho que el agua es un tema de mujeres, que en muchos sitios recae en ellas la tarea de ir a acarrear el agua, a veces grandes distancias; pero, si a las mujeres les toca acarrear el agua es por la asignación de roles tradicionales del patriarcado. ¿El problema no pasa, antes de lo técnico de acceso al agua, por tratar de resolver las inequidades del patriarcado?

— Sí, claro. Es bastante complicado, pero una cosa que puede cambiar eso es que cuando empezamos un programa de agua en una comunidad, hay que atraer a las mujeres y que tengan una función de liderazgo. Ellas saben dónde está el agua de calidad, tienen mucho interés en la parte de saneamiento.

Si desde el principio participan en la toma de decisiones críticas, tienen voz en las decisiones de la comunidad. Eso es algo que se puede cambiar en el futuro.

Nuestra experiencia es que son más exitosos los comités de agua en los que tenemos mujeres y hombres.

En Costa Rica muchas comunidades han visto sus fuentes de agua contaminadas por el uso de agroquímicos. ¿Es posible cumplir con los ODS si se sigue promoviendo la agroindustria de cultivos extensivos?

— Para mí todo está conectado, la mayoría del agua que el mundo usa es en agricultura. Sí podemos pensar más en que se trata de una sola agua en el mundo, que debe ser tratada y reutilizada, y conectar la industria con el Gobierno, agencias de agua, comunidades, la parte pública y privada, para encontrar soluciones de largo plazo. No es fácil ahora, pero va a ser más difícil en un futuro si no pensamos en un sistema holístico del agua.

Ese concepto de “sistema holístico” se ha repetido mucho. Suena a una ocurrencia muy hippie. ¿Cómo lo define usted?

— Entiendo que todos compartimos el agua en este caso y tenemos que pensar cómo la vamos a usar para cuidarla y tenerla en el futuro. Por ejemplo con la industria, si no pensamos más allá de la propiedad de la empresa, que sale de ahí hacia otro lado y tienen que pensar en quién recibe esta agua y tener la conversación entre ambas partes para compartir el agua, quienes usan el agua, como la industria, deben pagar para tratar el agua para el próximo usuario: es tener a todos los grupos en la misma conversación del agua.

Se dan casos como el de Berta Cáceres, asesinada por oponerse a una represa hidroeléctrica. Entonces alrededor del agua tenemos al sector energético, agroindustrial, pequeños agricultores, los consumidores urbanos… ¿Es posible sentar a todos estos grupos que a veces presentan muy serias contradicciones?

— A veces sí, a veces no. Como quiera, es difícil, pero hay ejemplos de que funciona. Por ejemplo en Perú hay una mesa que se llama Perú 2021 (industrias que hablan sobre los ODS) en la que hay una mesa de agua que también integra al Gobierno y al sector social. A veces no hay voluntad para participar en esos espacios, pero todos tenemos que trabajar juntos para cuidar nuestros recursos.


Especialista del BID

El reto de Costa Rica es avanzar en sistemas de alcantarillado sanitario

Además, se impulsa la construcción de plantas de tratamiento que permitan la reutilización de aguas residuales en la agricultura.

Vinicio Chacón

[email protected]

“Costa Rica en términos de saneamiento todavía tiene retos muy importantes, sobre todo en zonas urbanas”, pues enfrenta la transición para abandonar los pozos sépticos que “ya no se consideran una solución apropiada para las dimensiones de las ciudades”.

Así lo manifestó María Eugenia de la Peña, especialista en agua y saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien participa de la conferencia Latinosan 2019, organizado por diversas instituciones públicas como el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) o los ministerios de Salud y Ambiente y Energía (Minae).

Añadió que el país debe avanzar en la agenda hacia sistemas de alcantarillado sanitario con plantas de tratamiento de aguas residuales y “ampliar la cobertura de saneamiento mejorado, como lo marcan los objetivos de desarrollo sostenible”.

Reuso del agua

La especialista también abogó porque en contextos de escasez del recurso hídrico y aumento de la población: “es necesario un uso mucho más eficiente de los recursos y dentro de esa eficiencia tenemos que tratar de ver de una forma más circular la gestión de los recursos, cambiar el paradigma de utilizar y desechar a una visión de utilizar y ver cómo podemos aprovechar y reutilizar”.

En el tema del agua, ello se traduce en “un potencial muy grande para la reutilización de las aguas residuales”. Según dijo, las aguas residuales pueden ser tratadas, “al final este reuso vemos que puede ser para cualquier actividad que requiere agua de primer uso”, pero que “evidentemente” el aprovechamiento de esa agua “va a depender de muchos factores. No podemos decir que toda el agua residual se puede tratar y reutilizar, se debe hacer bajo una lógica mucho más específica y aterrizada al contexto local”.

Ante la pregunta de si aún con la posibilidad del reuso de agua es sostenible la agroindustria de monocultivos extensivos, de la Peña replicó que no: “de entrada hay un reto muy importante en el sector agrícola por ser más eficiente en el uso del agua antes de reutilizar. Eso está ligado a una selección inteligente de los cultivos” y enfatizó que “no hay mejor política que hacer un uso eficiente del agua”.


 

Suscríbase al boletín

Ir al contenido