De acuerdo con información difundida por la Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS), personas no indígenas opuestas a los procesos de recuperación de tierras provocaron un incendio el día 31 de diciembre en el territorio cabécar de China Kichá, y en un incidente separado, detonaron varios disparos el 1 de enero en el territorio bribri de Cabagra.
Según esa fuente, alrededor de al mediodía del 31 de diciembre un sujeto no indígena de apellido Vargas, calificado como poseedor de mala fe por el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), “inició un fuego que se salió de control” y se expandió por el territorio recuperado denominado Yuwi Senaglö.
El incendió ardió por varias horas y cuando la Fuerza Pública finalmente llegó al sitio, “se dirigió a los y las recuperadoras amenazando con que se les iba a demandar por el incendio”, según la información divulgada en redes sociales.
Sin embargo, luego de que las personas recuperadoras indicaron que el responsable había sido Vargas, “en teoría la Fuerza Pública inició un proceso judicial en contra de Vargas por el daño ambiental que provoca el incendio”.
Ese sujeto había reivindicado la propiedad del terreno hasta que fue recuperado el 28 de septiembre de 2020, fecha desde la cual el individuo se atrincheró en una casa de habitación ubicada dentro del terreno y “desde ahí hostiga, violenta y agrede de distintas formas a las familias recuperadoras”.
El Inder en mayo de 2021 determinó que Vargas es poseedor de mala fe y por lo tanto no es sujeto de indemnización por parte del Estado. A pesar de ello, Miguel no ha salido de la recuperación y continúa hostigando a las personas recuperadoras de Yuwi Senaglö.
Cabe recordar que durante 2020 se produjeron numerosos incendios en este territorio indígena.
Tiros en Cabagra
Esa misma organización informó este miércoles que el 1 de enero, en el territorio bribri Yabamï Dí, también conocido como Cabagra, poco después de las 5 p.m. un finquero de apellido Pérez, su hijo y un trabajador a su servicio “una vez más amenazaron con arma de fuego, hicieron detonaciones y hostigaron con el ganado a la familia Bribri recuperadora Sandi Morales del clan Duriwak”.
De acuerdo con la organización, en 2012 Pérez habría adquirido el terreno recuperado en la localidad de Dí Bütók Wúyirkë, o Las Juntas, al comprarlo a otro poseedor no indígena, lo cual es “absolutamente contrario al bloque de constitucionalidad costarricense y a los derechos humanos del Pueblo Bribri”.
Por ello, el 28 de abril de 2021 la mencionada familia inició el proceso de recuperación de la propiedad de poco más de 100 hectáreas, aunque Pérez aún ocupa una parte.
La información difundida por la CLSS apunta que “son reiteradas las amenazas verbales y con armas de fuego, detonaciones, agresiones físicas y verbales y hasta el derribo total de la casa de la familia Sandí” por parte de Pérez y sus peones.
Por ello se exige al Estado que se inicie de una vez el correspondiente proceso de desahucio administrativo contra Pérez y que la Fiscalía de Asuntos Indígenas atienda en el Territorio las denuncias respectivas contra las constantes agresiones contra la familia Sandí Morales, ya que, aunque se han interpuesto varias denuncias, “es imposible” para esta familia salir a interponer denuncias cada vez que se da una agresión.