País Cantones con mayores rezagos educativos concentran trabajo informal

Terminar el colegio incide directamente en reducción de pobreza

Investigación publicada en libro Educación, pobreza y desigualdad evidencia el impacto de la formación básica en la mejora de índices económicos ysociales de las familias

Investigación publicada en libro Educación, pobreza y desigualdad evidencia el impacto de la formación básica en la mejora de índices económicos y sociales de las familias

Un reciente estudio desarrollado por los investigadores Leonardo Sánchez y Rafael Arias de la Universidad de Costa Rica, concluyó que, si se logra que las personas concluyan sus estudios secundarios, podría darse un efecto directo en la disminución de la pobreza, y en mayor medida si alcanzan la formación universitaria.

La investigación que está integrada en el libro Educación, pobreza y desigualdad en Costa Rica, se enfocó en el desarrollo de una metodología en conjunto con la Universidad de Zaragoza, que permitiera medir la incidencia de la falta de educación formal en la pobreza y cómo afectaba esto en las necesidades básicas insatisfechas de una forma más integral, además de desagregar la información por cantones.

Se tomaron cuatro necesidades básicas insatisfechas de base, para determinar cómo incide o no la conclusión de estudios secundarios y universitarios. En este sentido, se analizó el Albergue, que es la calidad de la casa en que viven las personas -estado de las paredes, techo, cielorraso y hacinamiento; Higiene y Salud, que corresponde al acceso a servicios básicos, como alcantarillado sanitario, agua potable, tratamiento de residuos sólidos y acceso a la electricidad.

También se tomó en cuenta el Consumo, que tiene que ver con la capacidad de los hogares de poder comprar bienes y servicios, lo cual está muy relacionado con el ingreso y la forma de medir la pobreza, y por último el indicador de Saber, que está vinculado con el nivel educativo de los jefes de hogar y cómo esto impacta en el rezago escolar, las problemáticas de asistencia o problemática educativa del hogar.

La investigación se realizó entre personas con características similares, de manera que fuera posible establecer conclusiones, entre los que han concluido estudios y aquellos que no.

Entre los resultados más destacados que evidenció dicha investigación destaca que si las personas logran alcanzar estudios universitarios, sería posible reducir las necesidades de Albergue, entre un 17% y un 30%, según las regiones del país, en el indicador de Higiene entre un 25% y un 35%, mientras que en el área de Saber se podría disminuir entre un 39% y un 55%, mientras que los datos de Consumo mejorarían entre un 14,5% y un 23,5%.

Por otra parte, concluir la primaria podría disminuir en promedio, las necesidades de Albergue entre un 16% y un 20%, y con la secundaria completa el impacto rondaría entre un 20% y 30%.

“Las necesidades básicas en el indicador de Saber (conocimiento) también disminuyen cuando la población concluye los diferentes ciclos educativos; por ejemplo, el simple hecho de concluir la primaria podría disminuir las carencias de este índice en un 10% o más, tanto en cantones rurales como urbanos. El impacto es más notorio al concluir la secundaria, entre un 33% y un 40%”, señaló Leonardo Sánchez, investigador del estudio.

Uno de los impactos mayores de la educación se da sobre las necesidades de Consumo, ya que al contar con primaria completa podría disminuir en promedio cerca del 22% de dichas carencias. De hecho, en 58 de los 81 municipios el impacto se ubica entre el 20% y el 30%.

De acuerdo con Sánchez, las necesidades insatisfechas vinculadas con la falta de educación impiden a las personas acceder a buenos trabajos, impacta directamente en la pobreza, y por ende, en la desigualdad.

El estudio evidenció que la educación es una vía para reducir la probabilidad de encontrarse en pobreza o un mecanismo para salir de una situación de ingresos insuficientes.

La escolaridad elevada aumenta las posibilidades de insertarse en buenas condiciones al mercado laboral, reduciendo las limitaciones y privaciones materiales de las familias. Concluir la secundaria disminuye en 21,1% la probabilidad de encontrarse en la pobreza.

Los datos de la investigación demuestran que si las personas logran terminar la universidad tendrán acceso a un mejor empleo, pues el mercado laboral premia muy bien el hecho de tener un título formal, incrementando los ingresos y, por lo tanto, disminuyendo la pobreza.

Cantones más desiguales

En cuanto a la incidencia de la pobreza, hay cantones más rezagados que otros, muchos de ellos porque no generan altos niveles de empleo o están muy concentrados en el trabajo informal; además aquellos que tienen una gran dependencia demográfica -que tienen más niños- y una baja participación femenina en el mercado laboral tienen mayores dificultades para superar la pobreza.

Por ejemplo, la región Chorotega ostenta nueve de los 15 cantones con mayor desigualdad en la distribución del ingreso en el país, asimismo, la región Brunca cuenta con los restantes seis cantones con mayor desigualdad. Mientras tanto, el municipio con menor desigualdad en el país es Montes de Oca, ubicado en la Gran Área Metropolitana (GAM).

“Descubrimos que un mayor número de personas en condición de pobreza dentro de un cantón aumenta los niveles de desigualdad y entre más urbano sea el cantón, la desigualdad tiende a ser menor. Probablemente, asociado con mayores oportunidades laborales, de acceso a infraestructura y servicios que ofrecen estás zonas”, comentó el experto.

Los resultados muestran que el acceso a la educación secundaria y universitaria permite disminuir la desigualdad en los cantones. De igual forma, aquellos municipios donde existe un mayor porcentaje de alfabetismo tienden a presentar sistemáticamente una menor desigualdad.

Las tasas de participación femenina en el mercado laboral disminuyen la desigualdad y los cantones donde existen grandes terratenientes asociados a monocultivos extensivos o grandes extensiones de ganadería, presentan mayores niveles de desigualdad.

Otro elemento de peso es que los cantones que tienen mayor porcentaje de población empleada en el sector primario y la informalidad están relacionados con el incremento de la desigualdad. Aquellos cantones que son dormitorio y no generan mayores niveles de empleo también inciden negativamente en este índice.

“Tratamos de hacer una producción educativa, para determinar cómo incide la pobreza en el rendimiento educativo y relacionado con la expulsión escolar, la repitencia y la aprobación; asimismo, la implicación que tienen las características del docente y del contexto en el que se desarrollan los estudiantes”, indicó Sánchez.


Calidad docente es vital en retención escolar

Condiciones físicas, distancia y tipo de colegio incide en permanencia de los estudiantes en las aulas.

María  Núñez Chacón

Los colegios que tienen docentes con mayor experiencia y más alto grado académico tienen mejores índices de deserción (exclusión escolar) y repitencia, según el estudio Educación, pobreza y desigualdad.

Según Leonardo Sánchez, investigador del estudio, las características del profesor son importantes para evaluar el rendimiento educativo de los colegios, precisamente los aspectos como la cantidad de años ejercidos, un mayor nivel académico, las situaciones laborales favorables, así como una formación relacionada con universidades públicas inciden positivamente.

A medida que se incrementa la edad del docente o presenta mayor grado académico, menor es la posibilidad de desertar. En específico, un año más de edad promedio de los docentes, disminuye en un 5% la probabilidad de tener un punto porcentual más de deserción en el colegio.

De igual forma, variables como la distancia del colegio o accesibilidad, el entorno socioeconómico donde se ubica el centro educativo y la infraestructura del centro educativo son relevantes para entender los resultados en repitencia y deserción.

El estudio hace referencia a un problema que hay en la calidad de formación de docentes que se gradúan de universidades públicas, sumado al incremento masivo de títulos que emiten estos centros de formación superior.

“Con este crecimiento, es posible observar que hay colegios con docentes graduados de universidades privadas, otros que se combinan y en algunos la mayoría son de universidades públicas. Estos últimos tienden a salir mejor en cuanto a rendimiento de los estudiantes, desertan y repiten menos, de hecho, la probabilidad es 1,7 veces mayor (170%) de que los niños o jóvenes de estos centros educativos tengan éxito”, indicó Sánchez.

Por otra parte, un dato llamativo del informe es que los colegios que tienen mayor proporción de docentes interinos tienden a disminuir la exclusión escolar, al parecer hay un mayor esfuerzo de los profesores para ser tomados en cuenta en caso de una plaza en propiedad o para que los mantengan en un mismo colegio.

Adicionalmente, el contexto económico y características del centro educativo inciden en las posibilidades de desertar; por ejemplo, si un colegio se ubica en un cantón pobre hay un 31% más de probabilidad de que haya un bajo rendimiento educativo.

También, si un estudiante debe elegir un colegio nocturno presenta 1,7 veces mayores probabilidades de desertar que si fuera a uno diurno, además la presencia de laboratorios con computadoras en los centros educativos incide hasta en un 22% en la exclusión.

La distancia del centro educativo con las viviendas de los estudiantes también incide fuertemente en la deserción, conforme los colegios académicos se alejan del centro urbano más cercano, se incrementan las probabilidades de deserción, por cada kilómetro que se aleje, existe 2,6 veces más probabilidad de aumentar en un punto porcentual la exclusión, por lo cual urge aumentar las medidas para acercar a los jóvenes al colegio, mejorando el sistema de transporte.

Asimismo, los colegios con altas tasas de repitencia tienen 2,1 veces más probabilidad de presentar un incremento en la misma magnitud en la deserción.

“Mejorar el rendimiento de los colegios no pasa solo por políticas asistenciales de ayuda económica a los estudiantes, se trata de una solución más integral, y aquí los profesores son un actor clave para mejorar la situación”, añadió el investigador.

Pero las políticas no solo deben ir enfocadas a mejorar salarios, sino a supervisar la calidad de los profesionales que se están formando en las universidades, tanto públicas como privadas, y la calidad de formación que dan a sus estudiantes en las aulas.

Los incentivos que reciben los docentes deben estar relacionados con el rendimiento de los estudiantes y a partir de sistemas de evaluación por resultados de su labor. Es una de las estrategias donde se tomaría en cuenta a más actores e influirían más aspectos que el meramente económico.


Colegios privados con mejores notas en pruebas internacionales

Las instituciones privadas presentan menores tasas de repetición y abandono, así como mejores resultados en las pruebas de bachillerato de los exámenes internacionales como las Pruebas PISA.

En la investigación se analizaron los resultados de estas últimas pruebas en Matemáticas, y fue posible determinar que las diferencias entre públicos y privados superan los 70 puntos en términos numéricos, aunque se reduce al analizar variables como el contexto del estudiante y el centro educativo.

Entre las características del individuo y del hogar explican cerca de 30 puntos de las diferencias PISA observadas entre colegios públicos y privados, además los recursos que tienen disponibles los centros educativos también explican otros 15 puntos de la diferencia. Esto está vinculado a desventajas de los estudiantes que están en centros públicos, con respecto a los privados.


 

 

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