Mientras muchos millones de colones siguen ingresando por los peajes de la concesionada Ruta 27, también son muchos los incumplimientos y anomalías detectadas por la empresa supervisora sobre la administración que realiza la empresa Globalvía.
Problemas en las capas asfálticas, calles marginales en mal estado, señalización incompleta y falsedades en los reportes sobre el tema ambiental, son parte de los muchos señalamientos que hizo la supervisora Getinsa-Gabinete en su último informe para el mes de octubre 2020.
Los primeros incumplimientos señalados en el informe están contenidos en 68 recomendaciones de multa que hace la supervisora al Consejo Nacional de Concesiones sólo para el mes de noviembre 2020.
Estas recomendaciones de multa se relacionan con los incumplimientos por múltiples problemas en el estado de la ruta y sus calles aledañas (que por contrato también deben ser atendidas por la concesionaria).
“Igual atención amerita el puente sobre el río Ciruelas, en el cual se observa acelerado deterioro que podría llevarlo también a un estado crítico, si no se interviene a tiempo”, supervisora Getinsa-Gabinete.
En la lista se encuentran problemas como baches abiertos en la carretera, el estado del señalamiento vertical, deslizamientos en taludes, desprendimientos de material en la capa de asfalto y otros defectos.
UNIVERSIDAD consultó al Ministerio de Obras Públicas y Transportes por las multas aplicadas, hasta el momento, a la concesionaria en los últimos años y los montos que ha cancelado por este rubro. Sin embargo, al cierre de esta edición aún no se obtuvo una respuesta.
Entre los señalamientos sobre la condición de la carretera que une San José con Caldera, el documento también da cuenta del caso del puente sobre el río Salitral, sobre el cual el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme) ha hecho recientemente serios señalamientos.
El consorcio supervisor de la Ruta 27 encontró que el concesionario realizó “intervenciones paliativas en algunas de las juntas de la losa de rodamiento” pero añade que “ninguna de esas intervenciones ha sido efectiva para mejorar el estado de las juntas, a la fecha de este informe, las juntas siguen en pésimo estado”.
“Las juntas de expansión requieren de intervención urgente también. Igual atención amerita”, añade el documento.
Al respecto, el Lanamme detalló en días recientes que la estructura presenta desprendimientos de concreto en las juntas de construcción del tablero del puente, con diferentes niveles de severidad; en un 29% de ellas se presentan evidencia visual de afectación.
Las juntas son separaciones o aberturas que se hacen en las estructuras rígidas para darles facilidad de movimiento y flexibilidad, así se evitan las eventuales fragmentaciones que podrían llegar a tener.
El coordinador del Programa de Ingeniería Estructural de Lanamme, Rolando Castillo, indicó que la junta ya presentaba daños desde el 2013 y no fue reparada correctamente, por lo que su condición no ha dejado de empeorar.
“En el 2016 se utilizó un sellante asfáltico para realizar una reparación en estas juntas. Es una solución temporal que no es un producto apropiado para este tipo de trabajos, no es un producto de reparación de grietas y se está usando como un elemento para rellenar y esconder un problema. En el 2019 se coloca una estructura metálica como ‘puente’, y en el 2020 se encontró un parche. Esto es un problema que se venía presentando desde el 2013 y cada vez va aumentando”, indicó Castillo.
Sobre estas estructuras existe falta de claridad sobre qué tipo de intervenciones puede hacer el concesionario en estos puentes o si es responsabilidad del Estado realizar una reparación mayor.
Calles marginales
Otro de los incumplimientos señalados por la supervisión de la Ruta 27 tiene que ver con el estado de las rutas marginales y calles radiales que el concesionario debe atender como parte de sus obligaciones contractuales, además de la vía principal.
En este rubro, la supervisora observó que el mantenimiento de la capa de rodamiento en las calles marginales sigue presentando un deterioro importante, pese a la atención que el concesionario les dio en las últimas semanas del 2019 y algunas intervenciones durante el 2020, así como el deterioro de la señalización tanto vertical como horizontal de esas calles.
“Esta falta de atención de las calles marginales se ha venido registrando individualmente desde los meses de enero y febrero de 2017, y en algunos casos, con recomendación de la multa que el contrato establece por incumplimiento de estándares, registros que se remitieron además mediante oficios puntuales para cada caso”, detalla el informe .
“Nuevamente en el mes de octubre de 2019 se hace del conocimiento de la Gerencia, la falta de mantenimiento y avanzado estado de deterioro de los pavimentos de las calles marginales, mediante los respectivos Registros, y en la mayoría de los casos, con recomendación de multa que el contrato establece, por baches abiertos o por incumplimiento de estándares”, añade el documento.
Getinsa insiste en que el tema del estado de las calles marginales ya ha sido reiterado en sus anteriores informes mensuales y que el deterioro de la capa asfáltica, la pérdida de materiales y el constante bacheo hacen que se aumente la necesidad de intervención, sobre todo en la época lluviosa.
El documento contiene una lista de 30 sectores en rutas marginales a cargo de Globalvía que requieren atención, tanto en su pavimento como en la limpieza de cunetas, alcantarillas, chapea, falta y deterioro de señalización, entre otros.
Otro motivo de preocupación para la supervisión es el estado de 127 taludes con condiciones de erosión, escorrentía, socavación y algunos desprendimientos que deben ser atendidos por parte del concesionario para evitar mayores problemas.