Los suicidios en las mujeres pasaron de 54 a 81 entre los años 2019 y 2020, lo que representa un aumento del 50%, durante el primer año de la pandemia. Así se desprende de la base de datos según sexo, del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que contabiliza estos sucesos para el quinquenio 2015-2020.
De acuerdo con datos del OIJ, aunque entre 2015-2020 se contabilizaron 2.159 suicidios, de los cuales la mayoría (82,5%) eran hombres —tal y como ha sido la tendencia histórica en el país—, es precisamente en el último año de ese período cuando se reportó más cantidad de estas muertes en la población femenina.
El impacto en este grupo coincide con los resultados del estudio Prevalencia y carga mundial de trastornos depresivos y de ansiedad en 204 países y territorios en 2020 debido a la pandemia COVID-19, publicado el año anterior por la Revista The Lancet, el cual, además de indicar que Costa Rica superó el promedio mundial en aumento de trastornos depresivos y de ansiedad debido al impacto de la pandemia, señaló que el grupo más afectado a nivel mundial eran mujeres y grupos juveniles.
“Con los datos podemos observar un incremento del 50% en las muertes cusadas por suicidio femenino 2019-2020, y si el estudio de The Lancet sotiene que la pandemia afectó más a mujeres jóvenes, uno se ve tentado a relacionar ese aumento en muertes femeninas con el impacto en los trastornos depresivos mayores y de ansiedad que afectaron principalmente a las mujeres”, indicó a UNIVERSIDAD el investigador y catedrático de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Benicio Gutiérrez.
El aumento en el suicidio de las mujeres sucedió al mismo tiempo en el que el país se enfrentaba a un incremento en la tasa de desempleo femenino en 2020.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), para el cuarto trimestre de 2020 la tasa de desempleo de la población masculina se estimó en 16,4%, lo que representó un incremento de 6,9 puntos porcentuales respecto al mismo período del año anterior, mientras que para las mujeres fue de 25,2%, con un incremento de 8,6 puntos.
Más suicidios en población económicamente activa
De acuerdo con datos del OIJ, la mayor cantidad de suicidios en el país durante este quinquenio se registran en la población económicamente activa, entre los 20 y 59 años de edad.
La mayoría de estos suicidios se dieron en el grupo etario entre 20 y 29 años, con 502; seguidos por el de 30 y 39 años, con 469; el de 40 y 49 años, con 386; y finalmente el de 50 y 59 años, con 295.
“¿Qué podría estar influyendo? La vida sucede, los problemas económicos, personales, el acceso a drogas, alcohol, entre otros”, indicó la médica forense del OIJ, Magdalena Mora.
Por región, la mayor cantidad de suicidios consumados se dieron en la provincia de San José con 704, seguido de Alajuela con 412, Puntarenas con 242, Heredia con 225, Cartago con 217, Guanacaste con 195, y Limón con 161.
En todas las provincias, al igual que a nivel nacional, la mayor la cantidad de suicidios se dio en la población masculina.
Preocupación
Entre 2015-2020 la cantidad de suicidios consumados en el país no disminuyó de 300 casos, lo que resulta preocupante para los especialistas. Así lo señaló el investigador y catedrático de la UNED, Benicio Gutiérrez, quien alega que existe un desconocimiento sobre el impacto que han tenido los distintos programas del Ministerio de Salud, así como diversas líneas telefónicas en cuanto a la disminución de los suicidios.
“Tampoco sabemos si las líneas telefónicas del 911, del Colegio de Psicólogos o del Ministerio de Educación están generando un amortiguamiento en la frecuencia de
suicidios anuales en hombres y mujeres. Lo cierto es que los suicidios no han disminuido de 300 casos”, indicó Gutiérrez.
Para el investigador es prematuro decir que en el país “no se ha hecho nada” en cuanto a este tema; sin embargo, lo que le parece un hecho es que “el sistema de salud público no está diseñado para la salud mental”, es una deuda muy dolorosa que tiene el Estado con la población costarricense. Ejemplo de esto es que los Ebais no tienen psicólogos clínicos.
“Es una muerte con determinantes sociales, conductuales, psicológicos, psiquiátricos y contextuales, a la cual no le estamos metiendo pero ni las manos”, destacó el investigador.
Gutiérrez agregó que no vislumbra una disminución en la cantidad de suicidios en el corto plazo, debido al panorama actual que atraviesa el país.
“Dado lo que estamos observando en el dato frío, y los eventos que hemos vivido durante la pandemia, la situación económica del país, que cada vez está más delicada, el desempleo, y otros, el panorama respecto al control o reducción respecto a esta enfermedad no lo veo muy positivo a corto plazo. Veo muy buenas iniciativas, pero no creo que se produzca una reducción de esos 300 casos en los próximos 2 o 3 años a menos que se haga una inversión en salud mental”, finalizó.