País

Situación de guardaparques empaña celebraciones oficiales

De cara al Día Nacional de Guardaparques, ambientalistas y personal del Sinac denuncian “precariedad” en sus condiciones de trabajo, mientras el Minae sostiene que ha mejorado la situación.

Más de 40 organizaciones y asociaciones de la sociedad civil, incluido el Sindicato de Trabajadores del Minae (Sitraminae), denunciaron que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) enfrenta condiciones de “precariedad”.

La voz de alarma ante el deterioro de los parques nacionales fue plasmada en un comunicado que cita un informe de la Contraloría General de la República, del pasado 3 de junio, que determinó carencias en infraestructura y que 62 de las 73 áreas silvestres protegidas (ASP) que ya había señalado como de atención prioritaria, no cuentan con el respectivo plan de manejo.

Las organizaciones anunciaron además que hombres y mujeres guardaparques tienen la intención de no participar de las celebraciones oficiales del Día de los Guardaparques y de los Parques Nacionales, este 23 y 24 de agosto, en una protesta detonada por la aplicación de la circular SINAC-DE-1122, la cual “impide a algunos funcionarios del Sinac realizar patrullajes para labores de control y protección”.

Esa circular se refiere a la “obligatoriedad de las jefaturas a asignar funciones según la naturaleza de la clase de puestos” y señala que la Dirección Ejecutiva del Sinac “entiende la problemática existente con materia de escasez de personal y la situación de las áreas de conservación, pero es evidente que utilizar puestos con tareas diferentes a las que corresponden los nombramientos, provocarán a futuro un problema mayor en detrimento de los intereses del Estado y en claro irrespeto a los derechos laborales de los funcionarios (…)”.

Activistas y funcionarios de Sinac denunciaron además un faltante de 800 plazas para guardaparques, así como una “gran carencia” de equipos necesario para el desarrollo de sus labores dentro de las ASP, como chalecos antibalas, armas, patrullas e incluso puestos de vigilacia, tal como lo denuncio UNIVERSIDAD el pasado 4 de junio.

“Denunciamos no solo las condiciones de precariedad en las que trabajan las personas guargaparques, sino también el abandono sistemático de las Áreas Silvestres Protegidas por parte del Estado”, manifestaron las diversas organizaciones que firman el comunicado, entre ellas el Bloque Verde, Asociación Voces Nuestras, el Centro de Amigos para la Paz (CAP), CoecoCeiba Amigos de la Tierra Costa Rica, la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (Fecon) o el Movimiento Ríos Vivos.

Por su parte, el gobierno anunció que conmemorará el 23 de agosto con un “Encuentro de Guardaparques” en el sector Las Pailas, del Parque Nacional Rincón de la Vieja, que según se anunció reunirá a “más de 250 funcionarios de las 11 Áreas de Conservación de todo el país, así como de oficinas centrales”.

Poco después de que se conociera la molestia y reclamos de los guardaparques, así como la intención de algunas de esas personas de ausentarse en señal de protesta de las celebraciones oficiales este fin de semana, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) contestó con otro comunicado en el que dio cuenta de que el ministro Carlos Manuel Rodríguez, la viceministra de Recursos Naturales Pamela Castillo y Grettel Vega, directora ejecutiva del Sinac, informaron al personal de esa dependencia los avances y acciones estratégicas realizadas” durante su gestión para “fortalecer la gestión administrativa y operativa”.

Esas acciones consisten en “mejoras en puestos operativos, adquisición vehículos para vigilancia, mejoras en las instalaciones en los parques y otras áreas silvestres protegidas para la atención del turismo, creación de senderos y compra de armas”. De acuerdo con la información oficial, el ministro Rodríguez reconoció que debe dotarse al Sinac de “instrumentos que le permitan mejorar sus procesos de planificación, formulación presupuestaria e implementación operativa y con ello, facilitar la labor de nuestros funcionarios en las labores de control y protección”.

El jerarca además adujo que ha mantenido “las puertas abiertas para escuchar las necesidades que nos han planteado el personal del Sinac” y que por ello “rendimos cuenta de las acciones emprendidas en los últimos meses, para hacer más eficiente” la labor de esa institución.

Amenaza a la biodiversidad

Consultado al respecto, el biólogo y catedrático de la Escuela de Biología de la UCR, Jorge Lobo, observó que las áreas protegidas de Costa Rica y en particular el personal de los parques nacionales “han tenido problemas de financiamiento, de condiciones de trabajo de facilidades para cumplir con sus obligaciones desde hace mucho tiempo, éste es un problema crónico de las áreas protegidas”.

Destacó que con las nuevas directrices con relación a patrullaje y con los problemas que ocurren a nivel fiscal en el país, “el presupuesto de las áreas protegidas se vuelve aparentemente todavía más escaso en relación con las obligaciones que tienen”.

El científico manifestó su preocupación por las consecuencias que ello tenga desde el punto de vista de su impacto a nivel de la biodiversidad.

“El control es una de las labores fundamentales de las áreas protegidas. Existen muchas amenazas alrededor de los parques nacionales, pero en especial alrededor de reservas forestales y de áreas de protección mixta, las zonas protectoras y otros sitios, donde el Sinac tiene obligaciones de protección”, apuntó.

Mencionó como ejemplo el caso de la reserva forestal del golfo Dulce y dijo que esas áreas “sufren constantemente procesos de tala ilegal, de cacería, como es bien sabido, de coligalleros y extracción de oro, en fin, diferentes tipos de amenazas donde la gente entra y saca recursos y pone en peligro a veces especies cuya conservación y cuidado ha necesitado de grandes esfuerzos, pero que rápidamente se pueden desboronar si no se realiza la labor de control como debe ser”.

Recordó que la cacería sigue ocurriendo inclusive en Guanacaste, un problema que “tiene que pasar por una buena fiscalización y patrullaje técnicamente organizado; así como el control de madereo, que es otro problema que ocurre”.

El biólogo además aseveró que esta crisis de las áreas protegidas, “contradice la imagen que el gobierno quiere dar de sí mismo, en el sentido de impulsar una política de descarbonización y de participación activa de los problemas de cambio climático, especialmente con los esfuerzos para la electrificación del transporte”.

En ese sentido, aseveró que “de poco sirve hacer esas cosas, si las áreas protegidas continúan descuidadas o en proceso de deterioro”, ya que, si las ASP sufren procesos de fragmentación, alteración, o pérdida de biodiversidad, “nuestra contribución a la solución de los problemas globales es todavía más nula de lo que ya es”.

Si bien reconoció como positiva la reciente creación del Parque Nacional Miravalles Jorge Manuel Dengo, afirmó que el país necesita que “la biodiversidad y las condiciones ecosistémicas de las áreas protegidas sean conservadas y mejoradas si realmente queremos aportar algo al problema global del cambio climático”.

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