País Presidente Solís espera que esto permita una consideración "más reposada sobre la necesidad de respetar todos los cultos, incluido, el católico"

Sinart guarda silencio sobre marcha atrás en retiro de misas y rosarios de programación

Sistema no designó vocero para hablar sobre el tema y se limitó a señalar que la suspensión regirá mientras se producen nuevos contenidos.

El Consejo Ejecutivo del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) decidió no brindar declaraciones sobre su último acuerdo en el que decidió suspender la retirada del rosario y la misa católicos de su parrilla de programaciones, en tanto se producen las nuevas ofertas con un enfoque “cultural y pluralista”.

Así lo confirmó a UNIVERSIDAD el presidente ejecutivo del Sinart, Mario Alfaro, quien rechazó una solicitud de entrevista tras indicar que el Consejo Ejecutivo emitió el acuerdo como una comunicación oficial y confirmar que “no se le autorizó o designó como vocero” para referirse al tema.

Además, indicó que nadie estará tomando la batuta en ese puesto, pues así lo designaron los altos mandos del canal, cuyo Consejo está compuesto por el propio presidente ejecutivo (electo por el Gobierno) y representantes de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios, del Consejo Nacional de Rectores (Conare), de la Unidad de Rectores de Universidades Privadas (Unire) y de los ministerios de Cultura, Ciencia y Educación.

Los siete integrantes también ordenaron “mantener en la parrilla de TRECE Costa Rica Televisión, la misa dominical y el rosario, hasta tanto esta instancia (la Comisión de Programación) presente al Consejo Ejecutivo una propuesta de programación con enfoque integrador y participativo”.

Por el momento, las autoridades del Sinart defienden que el acuerdo y la justificación que solicitó retirar los contenidos de culto siguen en pie, aunque a la actual administración le queden apenas unos cuantos meses para consolidar su aplicación y funcionamiento.

A esto hay que sumar que el Consejo ordenó a la administración del Sistema “promover un proceso de consulta pública”, de forma que los nuevos materiales cuenten con las observaciones de los sectores que se pueden ver afectados.

Por lo demás, queda solo silencio en medio de una polémica decisión que provocó aplausos en sectores progresistas y reproches de la Iglesia Católica y grupos afines, incluida la opinión del presidente Luis Guillermo Solís, quien manifestó reprobar el acuerdo “como católico y como ciudadano”.

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La decisión de sacar las transmisiones de culto se tomó de manera unánime en el Acuerdo 2 de la Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo No. 037-2017, en la que se hizo caso a una recomendación de Nathalia Rojas, defensora de las Audiencias, cuya funcionaria aseguró que si bien “es pertinente abordar las religiones y creencias como un fenómeno social y cultural”, también es necesario hacerlo sin que sea “una vitrina para el culto religioso”.

En las sesiones del Consejo también están presentes un fiscal nombrado por la Procuraduría General de la República (PGR), los directores del medio, la representación de trabajadores y un secretario o secretaria general, quienes tienen voz, pero no tienen voto, según las facultades establecidas en la Ley Orgánica del Sistema (Ley 8346).

Reacciones diversas

El presidente Luis Guillermo Solís, se refirió esta mañana al tema durante la inspección del avance las obras en la Ruta 257 e indicó que respeta la decisión, asimismo, le complace y espera que esto permita una consideración “más reposada sobre la necesidad de respetar todos los cultos, incluido, el católico”.

“Espero que tanto en las oficinas de comunicación como en las oficinas públicas,  se reconozca que las manifestaciones del fervor  religioso y de las distintas sensibilidades de fe deben de ser respetadas y asumidas como una parte muy rica de nuestra tradición nacional”, indicó.

Además señaló, que la decisión  corresponde únicamente a canal 13 en su cualidad de sociedad anónima del Estado, que toma decisiones de manera autónoma.

Por parte de la comunidad evangélica, Jorge Gómez, presidente de la Alianza Evangélica, mencionó que no tiene problema al respecto y que por el contrario “no se le debe de quitar a la Iglesia Católica su derecho de trasmitir sus misas”.

Agregó que este es un asunto religioso, espiritual y hasta social “que viene funcionando bien”.

“Como evangélico y Presidente de la Federación Evangélica Costarricense no me siento discriminado al respecto”, dijo.

Acoso mediático

El Consejo Ejecutivo del Sinart, en su último acuerdo, lamentó el abordaje de distintos medios de comunicación ante lo que consideran una propuesta que “procura una programación neutral y respetuosa de la pluralidad religiosa”.

Esta postura ya había sido definida por el presidente del Sinart, en entrevista con UNIVERSIDAD, en la que señaló que “lamentaba muchísimo” que se hablara de “eliminar cualquier referencia a Dios de sus contenidos”, algo que consideraba “ofensivo para una persona creyente, y particularmente católica o cristiana”.

“Por el contrario, el Sinart mantiene el compromiso de ofrecer contenidos religiosos que sean reflejo de la pluralidad y de la diversidad religiosa (…) Vamos a mantener contenidos religiosos en la programación, no de naturaleza de culto, pero sí con una orientación pluralista y cultural”, dijo en esa ocasión.

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“Son lamentables también algunas manifestaciones individuales de personas ciudadanas que rayan en el más inadmisible irrespeto e intolerancia”, se lee en la resolución.

Ante estas situaciones, el Consejo recordó que sus informaciones oficiales se emitieron en comunicados de este tipo, mientras que las manifestaciones personales de sus miembros -dentro y fuera del contexto de la decisión- no son asumidas como representativas del medio.

Esto es particularmente importante en el caso de la actual defensora de las audiencias, quien manifestó su repudio por la Iglesia Católica en 2016, en medio de una serie de tuits publicada por el medio digital crhoy.com la semana pasada.

Estas declaraciones hicieron que el Consejo llamara a cuentas a Rojas para analizar su situación y la relación de estas declaraciones con su recomendación técnica; sin embargo, la única alusión hecha en el último acuerdo a este caso fue el desmarque de la empresa pública de estas afirmaciones.

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