País

Sin un solo voto, diputados aprobaron presupuesto

En primer y segundo debate rompieron el quorum para forzar aprobación.

El polémico proyecto de presupuesto de la República fue aprobado anoche, luego de que el quorum en el plenario legislativo fuera roto de manera definitiva poco después de las 8:30 p.m.

El 30 de noviembre constituye la fecha límite para que la Asamblea Legislativa apruebe el proyecto de presupuesto, lo cual implica que en caso de que se rompa el quorum por más de cinco minutos, el proyecto queda aprobado tal como fue sometido a votación.

La polémica empezó cuando en la Comisión de Hacendarios se dictaminó el proyecto de presupuesto introduciéndole serios recortes, de los cuales el más llamativo es el de casi ¢48 mil millones que se le hizo al Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

A diferentes ministerios del Gobierno se les recortaron más de ¢11.900 millones, mientras que los recortes también afectaron a otras entidades como el Consejo Nacional de Producción (CNP) o el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).

En total, los recortes alcanzaron unos ¢60 mil millones.

¿DEMOCRACIA?

La manera como este presupuesto fue finalmente aprobado constituye un ejemplo antológico de las jugarretas que constituyen la política nacional.

La polémica surgida a finales de octubre cuando el proyecto de presupuesto sufrió esos recortes en la mencionada Comisión, no fue más que un preludio a la amarga sorpresa que el país se llevó el pasado domingo 27 de noviembre.

Mientras la nación se concentraba en la atención de las víctimas del huracán Otto, en la Asamblea Legislativa diputados pertenecientes a las fracciones de Liberación Nacional (PLN) Unidad Social Cristiana (PUSC), Movimiento Libertario (ML) y Óscar López de Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) rompieron el quorum cuando se discutía en primer debate el proyecto.

Con ello, lograron una primera aprobación de ese presupuesto y la mesa quedó servida para lo que pudo haber sido una fuerte batalla el martes 29, si los diputados del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) emprendían una dura lucha contra los recortes, que hubiera implicado salir a la caza de los votos posibles para rechazar el proyecto.

La barra del público se llenó de personas en manifestación contra los recortes y a las 4 p.m. el presidente de la Asamblea Legislativa, el liberacionista Antonio Álvarez Desanti, anunció que se entraba a la votación del proyecto.

Sin embargo, en cuestión de segundos una buena cantidad de diputados y diputadas entraron en la lista del uso de la palabra, hasta por quince minutos cada uno. Por ejemplo, el socialcristiano Luis Vásquez -quien participó en la ruptura de quorum el domingo- intervino varias veces -gracias a que otros diputados le cedieron tiempo- pero no se refirió al presupuesto, sino a temas como el estado de la carretera a Limón o la necesidad de ayudar a las personas damnificadas por el huracán.

Con el paso de las horas se hizo evidente que la mayoría de las intervenciones servían para que se entablaran negociaciones, principalmente entre el PLN y el PAC.

“A OSCURAS”

Edgardo Araya, jefe de fracción del Frente Amplio, aprovechó su espacio para criticar el hecho de que el presupuesto fue aprobado en primer debate “sin dar la cara” y exigió “que las cosas no se aprueben a oscuras, por debajo de la mesa”.

Además explicó al público en las barras y afuera del parlamento los diferentes escenarios: una nueva ruptura de quorum por más de cinco minutos implicaría la aprobación automática del proyecto, mientras que una votación negativa implicaba la aprobación de la propuesta original del gobierno, sin los recortes.

Mientras transcurría la sesión, el legislador Francisco Camacho, también del FA manifestó a UNIVERSIDAD que “no puede ser que vengamos a manosear y recortar el presupuesto generando partidas específicas según la conveniencia de los diputados”, en referencia a que parte de los fondos cercenados al PANI son redirigidos a otras instancias, como el Ministerio de Seguridad Pública.

“Lo que se esta dando aquí es inaudito”, expresó y criticó que “ateniéndose a que el gobierno tiene minoría en la Asamblea Legislativa, las fracciones suman esfuerzos generan una alianza y le pasan por encima al gobierno. Nos corresponde legislar, no coadministrar al país en materia tributaria”.

Por otra parte la diputada Marcela Guerrero, del PAC, lamentó en primera instancia que la manera cómo se aprobó el presupuesto en primer debate hubiera eliminado la posibilidad que se diera discusión al respecto, lo cual además limitó según dijo el margen de acción de la fracción oficialista.

“Me siento incómoda votando un presupuesto con tanto recorte pero voy a acatar las disposiciones espero maduras de mi fracción”, informó y cuestionó: “si este presupuesto no le da sostenibilidad de ejecución a las instituciones ¿cuál es la opción?”.

Aseveró además que el tema del PANI es “la punta del iceberg de un tema mucho más complicado en términos de ejecución de las instituciones”.

Guerrero subrayó que “es por responsabilidad de quienes rompieron el quorum que estamos en esta situación. Lo ideal es votar esto en contra pero no estamos en una posición holgada para escoger. La fracción valora escenarios y voy a a atenerme a la mayoría”.

NEGOCIACIÓN

Las cosas quedaron claras cuando el diputado Gerardo Vargas (FA) increpó directamente a Franklin Corella (PAC) sobre las negociaciones con el PLN. Corella respondió que lo que se buscaba era “comprometernos a que en enero lo más pronto posible se le devuelvan los recursos al PANI”.

Cuando finalmente se rompió el quorum de manera definitiva, estaban ausentes los oficialistas Henry Mora, Corella y Víctor Morales; los liberacionistas Juan Luis Jiménez, Sylvia Sánchez, Rony Monge y Julio Rojas, el cartaginés Mario Redondo y el socialcristiano Gerardo Vargas.

Ni bien se concretó esa ruptura del quorum, la fracción del PLN hizo circular un comunicado cuidadosamente redactado en el que anunció que resolvió apoyar “la asignación, mediante presupuesto extraordinario a tramitar en el primer trimestre del 2017, de los recursos para el PANI”.

Al mismo tiempo, reiteró al Poder Ejecutivo “la necesidad de realizar un esfuerzo mayor de rebaja ante la aguda situación fiscal que vive el país”.

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