La Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) ignoró la existencia de un humedal de 2.72 hectáreas y de una naciente antes de otorgar la viabilidad ambiental a la empresa Compañía Agropecuaria Las Brisas S.A. para sembrar más piña en una finca de 23 hectáreas en Las Brisas de Upala, en la Zona Norte, denunció el diputado del Frente Amplio, Ariel Robles.
Después de que el diputado Robles solicitara un dictamen sobre cuerpos de agua en la finca, informes del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) y de la Dirección de Agua del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) señalaron que en la finca existe una naciente y un humedal.
La empresa, por su parte, asegura que los dos ecosistemas de cuerpos de agua se encuentran totalmente protegidos y que el cultivo de piña se está retirando 15 metros a cada lado.
“La Setena sigue realizando un trabajo que parece ser meramente de escritorio en materia de viabilidad ambiental, de regulación, de fiscalización, sin discusiones profundas, sin revisar los aspectos técnicos e ignorando los impactos que existen en las nacientes”.
Por esta y otras razones, el diputado Robles, junto con la diputada Priscilla Vindas y 56 vecinos de Las Brisas solicitaron a la Setena que declare nula la viabilidad ambiental otorgada a la empresa, argumentando que la Secretaría no tomó las previsiones del caso para proteger los recursos naturales —específicamente cuerpos de agua— encontrados dentro del área del proyecto, “violentando su área de protección”.
“Sin ninguna preocupación”
Alrededor del poblado de Las Brisas, donde viven unas 140 personas, los cultivos de piña se extienden a lo largo de toda la calle que lo atraviesa.
De acuerdo con información brindada por la compañía, en la zona de Las Brisas y Santa Cecilia —poblado contiguo— tienen 1.040 hectáreas, de las cuales 579 están en producción de piña y el resto son bosques, zonas de regeneración y de amortiguamiento.
Para continuar con la expansión piñera en la zona, la empresa compró otra finca de 23 hectáreas, ubicada detrás de la escuela unidocente Miramar, una pequeña cancha deportiva y una iglesia. El año pasado, la Setena le dio la viabilidad ambiental para sembrar piña en ese terreno, donde se encuentran dos franjas de humedales y una naciente.
El diputado Robles declaró que, en este caso, pareciera que “la Setena sigue realizando un trabajo que parece ser meramente de escritorio” en materia de viabilidad ambiental, de regulación, de fiscalización, sin discusiones profundas, sin revisar los aspectos técnicos e ignorando los impactos que existen en las nacientes. “Se dan viabilidades sin ninguna preocupación”, criticó.
“Hay que seguir haciendo un esfuerzo para que todas las viabilidades ambientales que se entreguen, especialmente en casos de monocultivos, como es el de la piña, cumplan con todos los parámetros ambientales y, principalmente, cuando se trata de agua, como un derecho humano elemental, no se corra ningún riesgo”, destacó Robles.
Reiteró que no había un humedal
Cuando el 31 de mayo del año pasado la Setena otorgó la viabilidad ambiental a la compañía, aseveró que “no hay reporte de nacientes cercanos al área del proyecto” y que “no hay registro de humedales cercanos al área del proyecto”, como consta en la resolución 810-2023-SETENA.
La Secretaría reiteró que, después de una inspección realizada el 12 de mayo, “la cobertura es pastizales y pastizales arbolados” y “no hay evidencia de cobertura de humedal”.
En junio pasado, este medio consultó a la Setena si en el terreno existía un humedal, a lo que la Secretaría respondió que “en la caracterización geoespacial, realizada por la Unidad de Geografía de esta Secretaría, no se identificó la existencia de un humedal dentro de la propiedad”.
Además de lo anterior, la Setena afirmó que “tomando en consideración, la inspección de campo, realizada el 12 de mayo del 2023, no se identificó áreas anegadas en los linderos inmediatos a la propiedad”.
¿Qué encontraron el Minae y el Sinac?
El 7 de setiembre de 2023, un equipo conformado por funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), de la subregión Upala-Guatuso y de la Unidad Hidrológica de la Dirección de Agua del Minae realizaron una inspección a la finca.
El Sinac definió la presencia de un ecosistema de humedal de 2 hectáreas y 72 metros cuadrados, según el “Informe de visita de campo para criterio de humedal”. Esto se hizo después de identificar “vegetación hidrófila asociada a medios acuáticos o semiacuáticos”, por el tipo de suelo y la condición hídrica, como consta en el oficio SINAC-ACAHN-SUG-600-2023, del 6 de octubre de 2023.
Legislación nacional e internacional —como la Convención Ramsar—, obligan al Estado a proteger los ecosistemas de humedales. Están prohibidas las actividades orientadas a interrumpir los ciclos naturales de los ecosistemas de humedal, como la construcción de diques, drenajes, desecamiento o relleno.
Además, la legislación nacional como la Ley Orgánica del Ambiente, la Ley de Conservación de la Vida Silvestre y la Ley de Biodiversidad declaran de interés público los humedales y su conservación y, cuando se encuentren en propiedades privadas, pesa sobre ellos una limitación protectora de carácter constitucional.
El informe del Sinac también señaló que “el área inspeccionada ha sufrido cambios importantes a través del tiempo, impactando y modificando el área del humedal, mediante movimiento de tierra, drenajes y rellenos con materiales de construcción”.
Posteriormente, el 5 de diciembre del 2023, el Minae emitió un criterio técnico, en el cual afirmaba que en la finca existen humedales de tipo palustrino y, además, un cuerpo de agua con flujo de agua estimado de 0.05 l/s; es decir, una naciente.
“Por lo anteriormente expuesto y una vez consultada la cartografía, el registro nacional de concesiones de aprovechamiento de aguas, el registro nacional de dictámenes sobre cauces que lleva esta Dirección se determinó la existencia de una naciente en el punto en el que se ubica esta coordenada”, precisa el documento DA-UHSAN-1067-2023.
El Minae aclaró que en la inspección de campo se observó que un “canal artificial (para drenaje de cultivo de piña)”, descarga sus aguas hacia el humedal de tipo palustrino, por lo que trasladó el caso al Sinac para que emita un criterio. Asimismo, le solicitó al Sinac que emita un criterio sobre “la posible afectación al área de protección de la fuente 1 naciente”. También le informó a la Setena “sobre la existencia de cuerpos de agua en el sitio de estudio, para que proceda según corresponda de acuerdo a sus competencias institucionales”.
Se consultó a la Setena sobre los hallazgos del Minae y el Sinac y la respuesta de la Secretaría fue que están revisando toda la información correspondiente entre la parte legal y técnica para preparar un informe para la Comisión Plenaria de Setena.
En su respuesta, la Secretaría únicamente añadió que “como parte del proceso de análisis de los expedientes, se procede a revisar y verificar las capas oficiales que están en el repositorio del SNIT (Sistema Nacional de Información Territorial). “En cuanto a los cuerpos de agua, se aplica lo establecido en materia de áreas de protección de acuerdo a lo establecido en la Ley Forestal”, agregó.
Empresa asegura que están protegidos
UNIVERSIDAD consultó a Compañía Agropecuaria Las Brisas S.A. sobre los cuerpos de agua y, en una respuesta escrita, la empresa explicó que los dos ecosistemas de cuerpos de agua atraviesan la finca en forma transversal y “se encuentran totalmente protegidos con sus respectivas zonas de retiro de 15 metros a cada lado”.
También aseguró que han sido “debidamente reforestados con árboles nativos, pues su usuario anterior permitía la ganadería en forma totalmente libre y con los debidos cuidados del control de erosión en los drenajes, los cuales dicho sea de paso no desfogan directamente a estos cuerpos de agua”.
“Tampoco los hemos intervenido de ninguna forma mediante nuevas construcciones u otro tipo de infraestructura ajenas a la que existían por el usuario anterior, que era un paso de alcantarilla”, comunicó la empresa.
“Cabe destacar que en todas estas zonas de cuerpos de agua nos estamos retirando 15 metros a cada lado, lo que es mayor a lo que solicita la legislación en el caso de humedales palustrinos, esto como iniciativa de nuestro sistema de gestión ambiental”, declaró la compañía.
La empresa también confirmó que ya todo el proyecto está sembrado; pero que, de las 23 hectáreas, un 69% está cultivado con piña y el restante 31% se compone de áreas de conservación y retiros de colindancias vecinales.
Solicitan que se anule la viabilidad
No obstante, Robles, Vindas y los vecinos de Las Brisas invocaron un “incidente de nulidad absoluta” ante la Setena, explicando que la viabilidad ambiental para la siembra de piña no exigió los estudios necesarios para determinar “cuerpos de agua de dominio público en el lugar”; que no se realizaron estudios de identificación de impactos acumulativos (de la expansión piñera en el poblado); y que se violó el derecho constitucional de participación ciudadana.
“La licencia ambiental se otorgó sin requisitos necesarios como estudios fundamentales de Medidas Ambientales y Biológico, ya que de manera inexplicable se ha ignorado un humedal en el lugar”, se lee en el documento.
La Setena informó que están realizando el proceso de análisis necesario. “Una vez se cuente con toda la información pertinente para la atención debida del incidente, como en derecho corresponde, se le estará notificando la misma”, indicó.
Héctor Morales Gallo, presidente de la Asociación de Desarrollo de Las Brisas, dijo que él consideró que era importante proteger ese humedal y así se lo dijo a los funcionarios de la Setena el año pasado, antes de que dieran la viabilidad ambiental.
Para Morales el Gobierno no está protegiendo a la comunidad de Las Brisas de la expansión piñera y nunca lo ha hecho. “Siempre hemos puesto denuncias en el Minae, en la municipalidad, en el MAG y nos decían que no había nada que hacer, que ellos eran ‘burro amarrado contra tigre suelto’”.
Mientras que Berta Orozco, lideresa y vecina de Las Brisas, apuntó que para la gente del pueblo es bien sabido que allí había un humedal, así como una naciente. “Eso todo el mundo lo sabe aquí en el pueblo”. Y con respecto al accionar de la Setena, Orozco opinó: “Las instituciones se cobijan con la misma cobija que esta gente, de las piñeras. Sabemos que Setena baila al son de ellos; así de fácil”.
Después de un proceso ante el Tribunal Ambiental Administrativo, en 2017, esta misma empresa llegó a un acuerdo de conciliación con vecinos de Las Brisas y Las Milpas de Upala, quienes en 2015 denunciaron la invasión al área de protección de una quebrada y la modificación del cauce, por lo que la compañía tuvo que retirar el cultivo de piña de una de sus fincas y reforestar áreas de protección.