No quedó claro a partir de cuándo, pero lo cierto es que se exigirá la participación presencial de magistrados y magistradas en las sesiones de Corte Plena de todos los lunes.
A causa de la pandemia se estableció la virtualidad como vía para realizar las sesiones y votaciones. Sin embargo con el paso del tiempo y control de la infección de coronavirus gracias a la vacunación y otras medidas, paulatinamente se dejó a discreción de cada magistrado o magistrada participar de manera virtual o presencial.
La iniciativa aprobada este lunes por doce votos contra nueve fue planteada por el despacho de la Presidencia de la Corte “por cuanto hemos tenido problemas de conectividad que nos han atrasado”, expresó Orlando Aguirre, presidente.
Uno de los principales opositores a la nueva disposición fue el presidente de la Sala Constitucional, Fernando Castillo, quien entre otras cosas expresó que “es un error pensar que quienes asisten presencialmente cumplen de mejor manera sus deberes frente a quienes lo hacemos virtualmente. El deber es estar presente, la modalidad de cómo lo hagamos es otra cuestión”.
Castillo alegó además que la propuesta es “un retroceso”, pues “la tendencia mundial es migrar a modelos mixtos en cuanto a funcionamiento de órganos colegiados”. Aseveró que el teletrabajo tiene “enormes beneficios”, como ahorro de recursos y mayor integración familiar.
A instancias del magistrado Luis Fernando Salazar, se leyó un oficio de la Asociación Nacional de Empleados Judiciales (Anejud) en favor de la medida, en la que se criticó palabras manifestadas recientemente por Castillo, en el sentido de que para él se hacía muy difícil venir desde Heredia para estar en la sesión de Corte Plena a las 8 a.m.
Por su parte, Salazar ofreció un alegato en favor de la medida, dijo ser defensor del teletrabajo pero “tenemos problemas en la plataforma Teams, problemas en equipos de computo, lo cual se reitera lunes tras lunes, problemas de conectividad, problemas de red, problemas con las votaciones que no hay conexión inmediata, problemas con la grabación y se afecta los que no están de manera presencial, problemas con los micrófonos, baja Internet, pero sobre todo porque las redes domésticas no necesariamente cumplen con estándares de Corte Plena”.
Añadió que como máximos jerarcas institucionales “tenemos que dar el ejemplo de la sesión presencial por al menos los días lunes en sesiones de Corte Plena, los problemas de conectividad nos ha hecho que se pierda valioso tiempo de hasta 45 minutos, muchas veces tanto en primera como segunda audiencia, llevamos una agenda en algunos casos retraso de hasta tres años”.
El propio Salazar propuso hacer la salvedad de que si por algún problema de salud algún magistrado o magistrada no puede asistir presencialmente, se lo haga saber a la Secretaría de Corte para poder participar de forma virtual.
A ello la magistrada Iris Rocío Rojas añadió que no sólo temas de salud, sino que se debe dejar la posibilidad de alguna circunstancia imprevista impida a alguien acudir presencialmente, de manera que sea valoración de la Presidencia de la Corte permitir la participación virtual.
Ambas salvedades fueron incluidas en la votación que definió entonces la obligatoriedad de acudir presencialmente. Como la decisión no fue unánime, el acuerdo aún no quedó en firme.