El secretario general del Partido Liberación Nacional (PLN), Miguel Guillén, dejó este lunes la puertas de su agrupación abiertas para posibles alianzas electorales con otras fuerzas como el propio Frente Amplio (FA) como una manera de contrarrestar el ascenso del autoritarismo en las elecciones del 2026.
Guillén mencionó esa posibilidad después de que el diputado del FA Ariel Robles llamó a sumar fuerzas por encima de las banderas partidarias.
“Coincido con lo planteado por el diputado Ariel Robles en el sentido de articular una alianza democrática de partidos de centro y sectores de la sociedad costarricense. Como secretario general, he insistido en la necesidad de dejar atrás la satanización de los acuerdos políticos”, dijo el secretario general por iniciativa propia como reacción a las palabras de Robles.
El legislador del FA, uno de los más críticos del gobierno de Rodrigo Chaves, quien expresó que “la única vía posible para un gobierno real y acorde a la historia de nuestro país es un diálogo amplio, en el que nos movamos desde un colectivo más allá de nuestras miradas, sumando sectores para conversar y pensar en un futuro”. Por eso llamó a una alianza “de los sectores progresistas para vencer el autoritarismo”.
Guillén recogió el guante: “En la próxima Asamblea Nacional de nuestro partido, promoveré un acuerdo en esta línea. En Liberación Nacional, como partido con la mayor trayectoria y obra en nuestra historia, tenemos la responsabilidad de propiciar estos acercamientos y contribuir a reencauzar el país hacia un desarrollo sostenible y equitativo. La coyuntura política actual exige de nosotros esa visión”.
De esa manera se gestan primeros movimientos de mirada electoral para 2026 entre fuerzas opositoras al gobierno de Chaves, incluso entre banderas que en el pasado reciente se enfrentaron con dureza, como ocurrió sobre todo en las elecciones del 2014, aunque también en años recientes en temas como la reforma fiscal del 2018.
Los mensajes se lanzan a menos de un año de que comience oficial ente la campaña electoral para los comicios del 2026, sin que el PLN defina aún la manera en que elegirá a su candidatura presidencial mientras los líderes tradicionales dan señales de hacerse a un lado en nombre de la “renovación”
