El Sindicato Nacional de Enfermería (SINAE), presentó una solicitud para conocer las disposiciones del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) sobre el uso de los equipos de protección entre el personal de salud que atiende a pacientes positivos por COVID-19.
Mediante un oficio, el grupo señaló que a los y las enfermeras se les está restringiendo el uso de los respiradores N95 y se les está indicando que deben utilizar las mascarillas quirúrgicas para atender a las personas confirmadas con COVID-19, pese a que la protección que ofrecen esas mascarillas es baja.
Consultado por UNIVERSIDAD por estas denuncias, el gerente médico de la CCSS, Mario Ruiz, afirmó que la institución está cumpliendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto al uso de estos equipos.
“El equipo de protección personal que tenemos en este momento es lo que hay en el país. No se está restringiendo, lo que se está haciendo es seguir las instrucciones que nos ha definido la OMS en qué usar, cuándo usarlo y cómo usarlo, para hacer un uso racional del mismo”, dijo Ruiz.
En la misma línea, UNIVERSIDAD quiso conocer por qué si en diversas ocasiones se ha dicho que la mascarilla quirúrgica solo tiene una efectividad de protección del 5%, la recomendación técnica es el uso de este equipo entre el personal que atiende los casos positivos por COVID-19. Ruiz insistió en que es una recomendación internacional, pero admitió que dicho equipo deja sin protección a los funcionarios.
“La mascarilla quirúrgica no protege contra el virus, lo que evita es que las partículas de tos o saliva se expulsen más lejos, pero no es protectora contra ningún tipo de virus. Cuando uno la usa es para evitar contaminar, no para evitar contaminarse”, aseguró.
“Fuimos totalmente ignorados”
El secretario general del SINAE, Lenin Hernández, mostró su inquietud ante las respuesta dadas por la CCSS, y aseguró que buscan estar protegidos, especialmente, para que el personal de salud no se convierta en un factor que extienda los contagios.
“Para nosotros es un tema muy preocupante porque el personal de salud está las 24 horas del día atendiendo a los pacientes positivos con COVID-19. Tuvimos una reunión el jueves anterior y fuimos totalmente ignorados. Aquí el tema es buscar las estrategias para aplicar los procedimientos de forma más segura, al no tener este respirador N95, porque hoy quedó evidenciado que las mascarillas quirúrgicas no protegen al personal”, explicó.
Hernández considera que las instituciones deben hacer un cambio, porque el país se encuentra ahora en una fase distinta en la atención de la pandemia.
“Los protocolos del inicio fueron orientados a la fase 1 y 2 de la enfermedad. Estábamos en proceso de prevención y detección, pero ahora estamos en otro escenario donde ya tenemos pacientes que están hospitalizados y definitivamente esos lineamientos deben ir orientados a garantizar que el personal esté completamente protegido”, aseguró
El secretario del SINAE agregó que la CCSS no puede escudarse más en los protocolos internacionales, porque el contexto ha cambiado.
“Lo que está sucediendo es que la institución dice que se apega a lo que dice la OMS, pero la Organización da las directrices mínimas, no así las máximas. Lo que estamos observando es que en Estados Unidos, Italia, España, están usando las N95 porque se dieron cuenta que el personal de salud al salir contagiado se convierte en un agente multiplicador de la enfermedad. Además el personal una vez que está contagiado disminuye el rendimiento en atención de los pacientes”, concluyó Hernández.
Equipos disponibles
Sobre la disponibilidad de equipos de protección personal, el gerente médico de la CCSS indicó que en Costa Rica aún hay suficientes, aunque eso no asegura que no llegue a haber desabasto.
Mediante una respuesta de la institución a la Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería, la Caja indicó que, al 27 de marzo, en el país habían 3.890 respiradores N95 y 1.200.198 unidades de mascarillas quirúrgicas.