Los salarios en todo el mundo experimentan una caída estrepitosa, producto de una acelerada crisis inflacionaria, la cual se ha combinado con una desaceleración mundial del crecimiento económico -causado por la guerra de Ucrania y la crisis global de energía-, confirmó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desde su sede en Ginebra, Suiza.
Se estima que los salarios mensuales disminuyeron en términos reales de 0,9% en la primera mitad de 2022; la primera vez en este siglo que el crecimiento del salario real global ha sido negativo.
El Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación y de la COVID-19 en los salarios y el poder adquisitivo, evidenció que el aumento de la inflación y del costo de la vida afecta en mayor medida a las personas de ingresos más bajos.
Esto se debe a que ellos invierten gran parte de su renta disponible en bienes y servicios esenciales, los cuales por lo general experimentan un aumento de precios mayor que los productos no esenciales.
“Las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor”, dijo el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
En América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1,4% en 2021 y menos 1,7% en el primer semestre de 2022, mientras que en América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y bajó a menos 3,2% en el primer semestre de este año.
“La desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos”.
Es por ello que la OIT instó a los países a aplicar medidas políticas dirigidas a sostener el poder adquisitivo y los niveles de vida de los trabajadores asalariados y de sus familias. Por ejemplo, el ajuste de las tasas de salarios mínimos puede ser una herramienta eficaz, pues en el 90% de los países miembros de la OIT disponen de estas fijaciones.
Señala la agencia de Naciones Unidas que mediante un diálogo social tripartito -empleadores, trabajadores y gobiernos- y una negociación colectiva consolidadas también se puede contribuir a lograr ajustes adecuados de los salarios durante una crisis.
Asimismo, atenuar el impacto del costo de la vida en los hogares, la entrega de bonos a las familias de bajos ingresos para ayudarles a adquirir los bienes esenciales, o la reducción del impuesto sobre el valor añadido de la canasta básica para aliviar la carga de la inflación.
