País

Rolando Araya propone usar riquezas minerales para crear subsidio para amas de casa

El candidato presidencial presentó este martes su plan de gobierno, además de su fórmula presidencial, compuesta por el abogado Orlando Guerrero y la periodista Ana Lupita Mora

El exdiputado y candidato presidencial por el Partido Costa Rica Justa (CRJ), Rolando Araya, presentó este 2 de noviembre su plan de gobierno, donde propone “titularizar de un 5% a un 10%” de las riquezas minerales y de gas natural para “financiar proyectos sociales y lograr reducir sustancialmente los intereses de la deuda pública”.

Según Araya, titularizar un 10% de las riquezas minerales significarían 40 mil millones de dólares: “Lo único que necesitamos es que se constate cuanto tenemos en esas riquezas minerales; cuanto es. Y hacer una titularización de un porcentajito”.

En la presentación de su plan de gobierno, el político puso como ejemplo que con esas riquezas se podría crear un subsidio para amas de casa.

El aspirante presidencial también se declaró como “partidario de la soberanía energética” al posicionarse a favor de la producción de petróleo: “Tengamos la decencia, ya que consumimos 60 mil barriles diarios, tengamos la decencia de producirlo aquí y tener soberanía energética”.

En el plan de gobierno se propone la producción de petróleo sintético a partir del CO2 en las chimeneas de generadores térmicos y las plantas de cemento.

Araya también aseguró que tienen proyectos para la producción de biodiesel y para suplir a las líneas aéreas de bioqueroseno, así como la emisión de criptomonedas.

El exdiputado expresó que su compromiso es “con el pueblo y con el pueblo pobre; con los niños que no tienen nada que comer y aquí vamos a aprovechar todas las riquezas”.

Sistema parlamentario

Araya explicó que no es posible gobernar el país “al estilo político del presidencialismo” debido a la multiplicidad de partidos existentes, pero que el presidente podría gobernar como si se tuviera un sistema parlamentario: “Yo propongo que cuando empecemos el próximo gobierno yo empezaré a gobernar con los diputados”.

El candidato del CRJ manifestó que solo de esta forma se pueden tener las herramientas necesarias gobernar desde la Asamblea Legislativa, ya que se si se hace desde la Presidencia “vaya usted a ver, se va a topar con la Sala IV, con jefes de departamento legal que dicen que no se puede, con pelos en la sopa, gente que parte pelos en el aire creyendo que la utopía es la ley perfecta”.

Infraestructura

Araya, otrora precandidato liberacionista, comentó su propuesta para retomar la concesión del aeropuerto de Orotina, así como concesionar otros aeropuertos internacionales en San Carlos, Limón y Osa.

También puso sobre la mesa la idea de impulsar un ferrocarril que conecte Centroamérica, pasando desde México hasta Panamá.

Igualmente, el candidato se mostró a favor de la realización de un canal seco: “Los datos sobran para demostrar que nos sale más barato y más rápido transportar un contenedor de un lado del océano a otro, que pasarlo por el canal de Panamá”.

El contendiente electoral agregó que se debe “construir masivamente las viviendas”, juntando el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), con el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) y el Ministerio de Vivienda, así como con la realización de alianzas público-privadas.

CCSS y Universidades

El aspirante presidencial sostuvo que “hay que cambiar las universidades” para duplicar la cantidad de profesionales que se gradúan en carreras técnicas: “Se trata de sincronizar con los nuevos tiempos”.

Por otra parte, Araya comentó que tiene el sueño de “internacionalizar la Caja Costarricense del Seguro Social”, de modo que se puedan vender pólizas de seguros a bajo costo, para personas de otros países.

Según el candidato de CRJ, 30 millones de norteamericanos y 100 millones de latinoamericanos no pueden pagar pólizas, mientras que en Costa Rica un obrero puede recibir una operación a corazón abierto por un bajo costo.

La idea del político sería vender pólizas a extranjeros al mismo precio que paga un obrero en Costa Rica, para que puedan venir personas de otras partes del mundo, lo cual daría dinero “para darle vida a la Caja por muchos años”.

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