Miles de electores apoyaban una semana antes de las elecciones del 6 de febrero las candidaturas de Lineth Saborío (PUSC) y Eliécer Feinzaig (PLP), pero por algún motivo cambiaron de opinión y en la papeleta acabaron marcando la casilla de Rodrigo Chaves (PPSD), ahora catapultado a la segunda ronda.
Una encuesta tipo “panel” del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) revela porciones de votantes significativas, aunque no mayoritarias, que se inclinaron en los últimos días por el exministro de Hacienda representante del nuevo Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
Esos electores “migrantes”, más un grupo considerable de quienes estaban indecisos una semana antes de la votación, pudieron resultar determinantes para que Chaves obtuviera el segundo lugar y lograra así el boleto al balotaje contra José María Figueres (Partido Liberación Nacional, PLN).
Los movimientos también parecen beneficiar a Chaves en la intención de voto para el 3 de abril, pues se refleja que recibe el apoyo de casi dos tercios de quienes votaron efectivamente por Saborío, casi la mitad de los votantes de Alvarado y un tercio de los de Feinzaig. Son volúmenes considerablemente mayores a los que se depositan en las arcas del PLN, que solo se acerca a los actuales seguidores del PPSD en el segmento de personas que votaron por el Frente Amplio (FA).
El acomodo del 6 de febrero
El gráfico del informe de CIEP-UCR permite observar que Chaves captó el 6 de febrero casi una quinta parte de los votantes que en enero manifestaban su respaldo a Feinzaig y casi una octava parte de quienes favorecían a Saborío, aunque otra pequeña porción de los seguidores de ella también huyó hacia Figueres al momento de votar.
Los resultados preliminares del escrutinio indican que Chaves logró el segundo puesto gracias a una diferencia cercana a 40.000 votos sobre Fabricio Alvarado (Nueva República), quien quedó en tercer lugar, por encima de Feinzaig y de Saborío, quienes obtuvieron unos 259.800 sufragios, a pesar de que hubo momentos de enero en que la socialcristiana aparecía en empate técnico con Figueres, por el primer lugar.
Otro hallazgo de la encuesta tipo “panel” (varias mediciones en distintos momentos a una misma muestra, que acabó con 733 encuestados, 3,6 puntos de margen de error) es la forma relativamente igualitaria en que se repartieron decenas de miles de electores que se manifestaban indecisos una semana antes de la elección.
Ningún partido logró atraer a la mayoría de indecisos, que beneficiaron en mayor medida a Figueres y a Chaves, pero también se inclinaron por Saborío, Fabricio Alvarado, Feinzaig e incluso José María Villalta (Frente Amplio), que quedó sexto en la elección.
Entre los indecisos actuales aparece un predominio de los votantes de Alvarado, Feinzaig y Villalta en cantidades casi iguales, mientras en el grupo de quienes votaron en primera vuelta y no lo harán el 3 de abril hay un mayor peso procedente del PUSC y de Nueva República.
