Es un nombre nuevo con un partido nuevo que intenta colarse entre las candidaturas favoritas a pesar de que ya afronta un cuestionamiento público por un caso de acoso sexual en un organismo del tamaño del Banco Mundial, su antiguo patrono.
Encima fue cabeza del impopular Ministerio de Hacienda como parte del impopular gobierno de Carlos Alvarado.
El economista Rodrigo Chaves Robles, todo un desconocido para la opinión pública de Costa Rica hasta solamente dos años, parecía tener cuesta arriba su aspiración presidencial para las elecciones del 6 de febrero, pero encontró una socia salvadora que le ha servido de escudera y promotora.
Pilar Cisneros Gallo, la conocida periodista de televisión es mucho más que su candidata a diputada en el primer por San José, un puesto casi seguro para ella en las circunstancias actuales.
Cisneros, conocida en la pantalla como rostro de Telenoticias y acostumbrada a posiciones de cuestionamiento a la clase política, es ahora la figura política que parece llevar en hombros la candidatura de Chaves, incluso más allá de la provincia San José.
Numerosas vallas de Chaves acompañado de Cisneros, colocadas en otras provincias, han sido objeto de comentarios, críticas y hasta denuncias ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), aunque de momento nada lo impide.
Lo reconoce la propia Cisneros sin rodeos: “porque soy una figura conocida y se quiere llamar la atención. No veo ningún problema”, dijo a este semanario la defensora de Rodrigo Chaves, quien aparecía en diciembre en el quinto lugar de las preferencias, con 6% de los decididos a votar, según la encuesta CIEP-UCR.
“En la mayoría de esas vallas sale Rodrigo también. Mire, él empezó 15% de conocimiento y en este momento tiene 70%, muchos saben ya quién es. Usted tiene que comprender que una carrera en el exterior (como la de él al ejercer de economista en el Banco Mundial) es difícil que lo conozca. ¿Ni siquiera Sandra Cauffman! (científica costarricense con un alto cargo en la NASA)”
Los cuestionamientos se dirigen a la posibilidad de que electores de las otras seis provincias piensen que pueden votar por ella, cuando la realidad es que son candidaturas distintas y a distintos poderes de la República. El punto en común es el Partido Progreso Social Democrático, una agrupación debutante en una contienda nacional a la que Chaves y Cisneros llegaron a montarse cuando ya estaba constituido.
“La gente tiene claro que vota por los diputados por su provincia y de todas formas el TSE ha dejado claro que los diputados somos nacionales. Las leyes no se hacen para cada provincia”, dijo Cisneros, quien aseguró que son las candidaturas legislativas de cada provincia las que le piden acompañar las imágenes.
“Voy donde me llamen”, dijo tras señalar que el partido tiene pocos recursos y por eso busca visibilizarse con las herramientas que tenga y en medios de comunicación.
De esta manera, con la promesa de tener soluciones para los problemas de la economía, minimizando el caso de acoso sexual reportado en un expediente del Banco Mundial y mostrándose como hombre duro, Chaves intenta ganar simpatías y mostrarse en las encuestas como uno de los favoritos.
De las 25 candidaturas presidenciales, solo cinco aparecen con una intención de voto superior a los márgenes de error de las distintas encuestas. Entre ellos, Chaves, que ha logrado crecer para aparecer como visible cerca de José María Villalta y Fabricio Alvarado, detrás de Lineth Saborío y José María Figueres. Sin embargo, ninguno llega ni a la mitad del caudal necesario para triunfar en una primera ronda, pues el grupo dominante sigue siendo el de los electores indecisos.
