En un clima de popularidad y fricciones cumple esta semana los simbólicos primeros 100 días el gobierno de Rodrigo Chaves, aferrado a la línea arriesgada de “amor y odio” que le resultó eficaz en la campaña electoral y que hasta ahora parece seguirle dando réditos políticos.
A pesar del agravamiento de los problemas en el costo de la vida y de la falta de evidencia en la eficacia del discurso anticorrupción, además de la falta de un plan económico que le piden diputados opositores, la confianza popular mantiene el beneficio de la duda, o incluso el aplauso efusivo, al cóctel formado por las atractivas promesas electorales de Chaves más su estilo de liderazgo duro y centralizado.
Con las encuestas a su favor, el primer presidente de Costa Rica ajeno a la estructura de un partido político llega a la meta de los 100 días habiendo demostrado apego a la fórmula que lo hizo sobresalir entre 23 candidatos y después derrotar al histórico Partido Liberación Nacional (PLN). El guión comprobado ahora incluye su discurso de “valentía”, de ataque a “grupos poderosos” y de cambio radical en las predecibles políticas estatales del país, además de sostener las promesas de reducción del costo de la vida en momentos de la mayor inflación desde el 2009.
A ellos se suman las posiciones de enfrentamiento con poderes fácticos (como la prensa tradicional o grupos empresariales distantes de las cámaras empresariales) y con instituciones públicas que él y sus principales ministros han decidido encarar con críticas o acciones directas; entre ellas el Poder Judicial, trabajadores de en entidades de gobierno central, la Asamblea Legislativa con solo 16% de diputados oficialistas. El más reciente episodio fue con las universidades públicas, donde se gestó la masiva marcha de protesta que hizo al Gobierno recular en su plan de recorte presupuestario, en el propio día en que Chaves celebró sus primeros 100 días.
Ese discurso ‘antipolítico’; sin embargo, todavía surte efecto en la generalidad. “Es una novedad que tiene hasta el momento una valoración positiva de parte de una mayoría popular hastiada del viejo sistema de partidos”, comenta Rotsay Rosales, politólogo coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) en la Universidad de Costa Rica (UCR), basándose en estudios de opinión como el que indica que 7 de cada 10 personas ven buena o muy buena la gestión de Chaves (Observatorio del Desarrollo UCR, del 11 al 20 julio 2022).
El guión electoral
Parece que la campaña continúa y sigue siendo útil al decir lo que las personas quieren escuchar y en el modo en que quieren escucharlo, según el análisis de Federico Cruz, que es una estratega electoral que acompañó al candidato Chaves desde octubre, cuando era un desconocido, hasta el 8 de mayo, cuando este asumió el gobierno producto de la “revolución” de las urnas contra el PLN y contra los pronósticos.
Habla de posicionarse como un valiente (“yo me como la bronca”), como una amenaza contra grupos privilegiados y como una esperanza para los más desesperanzados, según una explicación que dio en una conferencia ante otros publicistas extranjeros. “Hay que decirlo hasta el aburrimiento, no salirse del discurso. Estábamos siendo una amenaza contra el statuo quo y debíamos seguir aburriendo en segunda ronda”, dijo refiriéndose al momento sorpresivo del segundo lugar en la primera ronda, el 6 de febrero.
A pesar de mensajes conciliatorios e inclusivos que Chaves dio tras ganar la segunda ronda el 2 de abril, con la llegada a la Casa Presidencial el nuevo presidente confirmó el tipo de liderazgo confrontativo que le funcionó en la campaña, aunque ajustándolo a una posición de representación formal y, ahora sí, presentándose como el apoderado del pueblo mediante las urnas y con el favor de las cámaras empresariales y grupos conservadores.
“Cuando vos tenés un puesto tan alto, hay dos maneras de gerenciar: uno es la cautela y la otra es arriesgando y sabiendo que amores y odios pueden estar en la misma línea de acción, porque a final de cuentas todo es emotivo. Es pasional, como en el fútbol, que te van a defender aunque haya errores o vayás perdiendo”, dijo a este Semanario el publicista Cruz, quien mantiene comunicación frecuente con Chaves y le reconoce haberse mantenido fiel a la “marca” que proyectó en campaña.
Los frutos en imagen y clima de confianza los reconocen todos, aunque con la misma metáfora del fútbol hizo advertencias Rotsay Rosales, señalando que es distinto llevar la ventaja al inicio de un juego que resultar ganador al terminar los 90 minutos. La cuota de 100 días es solo el 6,8% de un mandato presidencial, aunque tiene valor haberse forjado en el comienzo un clima de optimismo a su favor en una mayoría popular.
“Él es una figura nueva, pero tiene un liderazgo típico latinoamericano histórico. Somos una generación que no estaba acostumbrada a liderazgos de ese talante, pero don Pepe decía cosas peores. Pareciera que la tercera ola democrática en América (entre años 80 y 90) hizo a algunos creer que estaba erradicado eso que está tan arraigado en nuestra cultura, pero no, somos sociedades de raíz autoritaria. A la gente le gusta que haga eso y se lo aplaude”, explica Rosales.
Los focos a él
El tipo de liderazgo centralizado y, por tanto, la imagen de gobierno producen resultados y a Chaves parece resultarle natural, señala Cruz. Dice que él es el centro de la estrategia de comunicación, que sus movimientos marcan la dirección y sus equipos lo siguen. “Es brillante en eso y le sale espontáneo. Si yo estuviera trabajando ahora con él, solo amplificaría esto”, añade el publicista y amigo del mandatario. Las evidencias públicas indican que, en efecto, es lo que se ha hecho en estos 100 días.
La foto más representativa es la de Rodrigo Chaves dirigiendo la conferencia de prensa posterior a las sesiones semanales del Consejo de Gobierno. Estas reuniones de ministros no se transmiten en vivo, como él había prometido, pero la alocución posterior es toda una producción para el público y los periodistas son solo parte de ella. De esta manera Chaves logra comunicar sus mensajes al margen de lo que informen los medios de comunicación, aunque estos son protagonistas frecuentes en las palabras del mandatario. Más de 40.000 usuarios han llegado a estar conectados a la vez en la transmisión en Facebook, más los televidentes del Canal 13 que da servicio a la Presidencia y los seguidores de numerosas páginas digitales que amplifican los momentos más emotivos de esas actividades.
Estas transmisiones son los miércoles y no se realizan si no está Chaves. Aunque varios de ellos aparecen sentados en el escenario, nunca lo sustituyen sus vicepresidentes, su ministra de la Presidencia (Natalia Díaz), ni sus ministros más notorios: la de Salud (Joselyn Chacón), el de Transportes (Luis Amador) y la de Educación (Anna Katharina Muller). La diputada Pilar Cisneros, referente en el ascenso de Chaves al poder, lo defiende a capa y espada, pero en Cuesta de Moras y sin presencia en Zapote.
No hay posibilidades de repreguntar y Chaves prohíbe lo que él llama “editoriales” (comentarios de contexto previos a la pregunta), salvo a determinados reporteros. A menudo él o los ministros tienen en la mano los datos específicos de alguna pregunta que se suponía imprevista. La actividad puede durar casi dos horas, pero la atención es alta en seguidores y detractores; las noticias que se ahí se derivan son abundantes y casi inmediatas, con los datos que allí den y a menudo sin contrastar. Después surgen algunas reacciones, objeciones o cuestionamientos, pero el mensaje inicial ya se ha difundido antes y la discusión se aloja en las redes sociales.
Hay indicios de grupos de usuarios ficticios que actúan en defensa del Gobierno, pero sin pruebas sobre quién podría dirigirlos o pagarlos. Cruz reconoce la posible existencia de esos “trolles”, pero insiste en que es mucho mayor el respaldo de las personas reales. “La gente está reaccionando después de estar en abandono y desencantada de la política por muchos años. Cuando viene alguien con quien ellos se identifican, lo acogen aunque otros lo tachan de populista. Recuerde que el voto es emotivo y la gente tiene esperanza de que le cambie su vida” agrega Cruz, admitiendo que también conviene medir cuánto de la discusión en espacios digitales es orgánico y cuántos es producto de “troles”.
Enfermedades y remedios
La dinámica es similar independientemente de los temas. Puede ser con la “ruta del arroz” (la estrategia prometida para abaratar el precio que pagan los consumidores por el grano), con la accidentada transición del servicio de revisión técnica vehicular, con los decretos anunciados para abaratar los medicamentos o servicios profesionales. Se vio también con la polémica alrededor de la expedita suspensión del permiso al centro de eventos Parque Viva, señalada como una acción contra la libertad de prensa por parte del tradicional diario La Nación, que es parte del mismo grupo corporativo señalado por Chaves como “señores feudales” que actuaban con la complicidad de gobiernos anteriores y contra el interés del pueblo.
Ahí ha dicho que algunos medios publican “basura” y ahí comparó también a periodistas con una fauna donde puede haber “ratas”. Ahí llegan grupos de personas para la firma de un decreto que les atañe, se toman la foto y aplauden el anuncio. Es lo que también han hecho dirigentes empresariales de las cámaras más reconocidas, defensores de las decisiones para una mayor apertura comercial, pero también de medidas como el aumento de 100% a la base salarial de todos los ministros, así como del relajamiento del gasto público en anuncios como el aumento del personal sanitario o una nueva interpretación de la regla fiscal.
“La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) valora como positiva la gestión realizada por el mandatario Rodrigo Chaves Robles durante los primeros 100 días de gobierno (…). La apertura al diálogo mostrada por la administración Chaves Robles con el sector empresarial ha favorecido la construcción de acuerdos para retomar el norte del país”, dice un comunicado emitido en la mañana del día 100, este martes 16 de agosto, horas antes del acto de “celebración” programado por el Ejecutivo para la noche.
Así, con apoyo de élites empresariales y de “gente de a pie”, Chaves acaba su luna de miel gubernamental convencido de que el apoyo político requiere alimentación constante y de que hay una fórmula que le ha funcionado de momento, con el mantenimiento de expectativas altas y el adverso contexto económico. “Sus fortalezas hasta ahora, centradas en el tipo de discurso, representan al mismo tiempo las debilidades, con el riesgo de abrir frentes en conflictos con sectores diversos”, explica Constantino Urcuyo, analista político, poniendo como ejemplo la eficaz movilización de la comunidad de universidades públicas.
“La oportunidad ahí está, pero debe materializarla. Es la posibilidad de negociar con grupos dispuestos a ellos, pero tiene que hacerlo y el tono confrontativo que le da réditos en la generalidad es también un obstáculo para negociar con los grupos”, añade Urcuyo. Menciona incluso la ventaja que tendría el Ejecutivo con la Asamblea Legislativa al no haber una mayoría opositora consolidada, sino cinco bancadas con intereses diferentes.
Al frente la tarea parece gigantesca, como reconoció el propio Chaves en entrevista con el Canal 13 (“nuestro canal”), en una de las únicas dos entrevistas (la otra fue a Diario Extra) que ha dado a medios de alcance nacional desde el triunfo en la segunda ronda. “Hay mucho que reconstruir, pero no solo por la pandemia, sino por las políticas públicas de muchos años (…) Acuérdese otra frase de Rodrigo Chaves, ‘los problemas no son para quejarse, los problemas son para solucionarlos’”, dijo citándose en tercera persona.