Uno de los cargos sensibles en el nuevo gabinete es el Ministerio de Hacienda. Para ello el presidente electo nombró a la excontralora Rocío Aguilar, ajena a militancias políticas, pero conocida por su rigurosidad contra el gasto público.
Sus primeras palabras a diversos periodistas después de ser ratificada en el cargo, este jueves en la noche, dan pistas sobre la ruta para enfrentar la “bomba de tiempo” que, señalan los expertos, vive Costa Rica en materia fiscal.
¿Cómo frenar el déficit siendo un concepto que asusta y asusta de que va a venir pero se ve como algo tangible?
Nos hemos dado cuenta que ya tenemos efectos del déficit: dejamos de invertir en infraestructura y eso limita el crecimiento. El país ha venido deteriorándose en inversión de infraestructura como porcentaje de PIB, además de tasas de interés. Ya ahí tenemos efectos. Lo que no debemos es esperar a que se nos degraden los servicios públicos. El país el año pasado y antepasado por fenómenos de la naturaleza tuvo costos qué atender y no tenía una situación financiera holgada sin renunciar a esas inversiones.
¿Cómo atacar déficit?
Hay que atacarlo por gasto e ingresos, con algunas otras medidas de fortalecimiento en la hacienda pública. Es imposible llegar a una situación de equilibrio si no se tocan los dos elementos de la ecuación.
¿Apoya la reforma fiscal tal como está planteada en este momento en la Asamblea?
Es importante avanzar en ella.
¿Tal como va?
Mire, lo podemos hacer perfecto, pero lo que queremos es que esté aprobado. Ese sería el mensaje: esta no es la última oportunidad, pero hay que aprobarlo para dar las señales como país de que efectivamente estamos dispuestos a resolver las finanzas públicas. Ese hecho, independientemente de lo que genere en términos de puntos, lo que inmediatamente provocará es una mejor calificación del país y eso es importantísimo porque uno de las consecuencias del déficit es el costo de los recursos con los cuales estamos hoy día financiando el endeudamiento. Nunca vamos a tener la reforma fiscal perfecta, pero hay que avanzar con algo y mostrar ese mensaje.
¿Cuál sería su meta para reducir el déficit fiscal?
Si no hacemos hada seguiremos con un déficit del 7% del PIB y creciendo hasta niveles insostenibles. Una meta es poder terminar en estos años en un déficit de 2% o 3% del PIB, que sería manejable, sobre todo si podemos seguir controlando la deuda y pensando en usar el endeudamiento en adelante para financiar infraestructura y no para financiar gasto corriente.
¿Viene una serie de vencimientos de créditos internacionales, ¿de dónde tomar los recursos?
Considerando que no podremos sacarlo vía impuesto o de ahorros, tendremos que hacer una mejor planificación. Por eso es importante aprobar la reforma en la Asamblea Legislativa para así recuperar la confianza de que el país está entrando seriamente al problema.
¿Consideraría en los primeros 100 días emitir deuda para colocar fuera del país?
Eso no se puede hacer de forma tan sencilla. Hay aspectos de carácter legal que hay que considerar.
¿Puso alguna condición a don Carlos para aceptar este puesto?
Don Carlos efectivamente al considerarme estaba tomando una persona que tomara las decisiones, aunque sean duras, para corregir el déficit. Por supuesto que eso hay que hacerlo de una forma ordenada, sin generar un descalabro, pero seriamente y con constancia. Por eso es importante tomar medidas en la parte de gasto; hay muchísimas oportunidades cuando uno ve el tamaño del aparato estatal costarricense, no solo problemas. Es imperativo avanzar en una regla fiscal que nos impida que las acciones que se van tomando den al traste con otras acciones en sentido contrario.
En la Contraloría fue crítica contra disparadores del gasto. ¿Qué acciones impulsará desde el Ministerio de Hacienda?
Por ejemplo, hay diferentes abordajes para los pluses. Yo cuando estaba en la Contraloría (2005-2012) tomé decisión de cambiar el sistema de empleo para los nuevos empleados de esta institución; ya han pasado varios años de eso y yo diría que más de la mitad está en salario único. Quizás si la decisión en ese momento arreglar todo de una vez, nada se hubiera logrado. Por eso es que las decisiones se deben tomar bien calibradas para evaluar riesgos y efectos y mostrar los frutos.
Un sector de la oposición critica al PAC tildándolo de ser un partido estatista y gastón. Ahora usted será ministra de Hacienda en un partido que llegó con bandera PAC. ¿Cómo será este gobierno?
La decisión mía es abordar los problemas del déficit y para ello será necesario limitar el gasto. No podemos con presupuestos que crezcan más allá de nuestras capacidades. Bueno, sí se puede, pero a costa de dejar de invertir en infraestructura y seguir degradando la calificación del país.
Hacienda es un ministerio central. ¿Cree que tiene apoyo del resto del equipo y que no recibirá excesiva presión de otros ministros por recursos?
Diay, vamos a ver. A la gente casi la estoy conociendo hoy, pero efectivamente cuando decidí aceptar este puesto decidí hacerlo para resolver el déficit, no para hacerlo más grande.