Apenas se cruzaba la mitad del 2021 y en las redes sociales circuló información sobre dineros que se habían dirigido a impulsar una candidatura presidencial de Rodrigo Chaves, el exministro de Hacienda por por varios meses estuvo buscando partido para alojar su aspiración presidencial ahora consolidada con la agrupación Progreso Social Democrático (PSD).
La referencia hablaba de un fideicomiso privado, que le llamó la atención al Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que “en el marco de labores usuales de fiscalización, control y supervisión de las finanzas partidarias” consultó formalmente al PSD y al propio candidato los detalles que también habían sido publicados en medios de comunicación.
La presidenta del PSD, Ana Mary Alpízar, contestó en agosto que lo ocurrido en los meses previos no eran resorte del partido porque obedecían a la estructura que lideraba Chaves antes de llegar a esa agrupación, por lo que mejor le preguntaran directamente a él.
Eso hizo el TSE y después de unos días chaves envió su respuesta por escrito, cuyo contenido es ahora confidencial, pero que motivó al TSE a abrir una investigación administrativa el 22 de diciembre, después de recoger información en otros ejercicios de fiscalización de gasto en propaganda y de solvencia económica de los financistas de la campaña.
Así explica el TSE el proceso hasta llegar a la investigación hecha pública esta semana, después de que Rodrigo Chaves rechazó dar de manera pública el nombre de sus financistas iniciales, con el argumento de que la ley no lo obliga a ello.
“Eso no financió mi campaña, lo que financió —y así está en el contrato de fideicomiso— es un grupo de personas que, antes de ser yo candidato, queríamos explorar soluciones a la problemática nacional; eso separado de mi campaña (…) Simplemente esa no es información pública y no me corresponde revelarla porque hay una cláusula (…). Veremos qué piensa la gente”, dijo el miércoles en el programa Zoom Electoral de Canal 13.
Así contestó cuando se le preguntó como aconsejó Pilar Cisneros, la periodista que funge como mano derecha y candidata a diputada en el primer lugar por San José de PSD, agrupación a la que tampoco pertenecía hasta esta campaña electoral.
Cisneros dijo en octubre que hubo un fideicomiso hasta el 6 de octubre, fecha a partir de la cual los gastos de los partidos son redimibles con dinero estatal . “Hay varios empresarios que están colaborando con eso. Los nombres habría que preguntarlos a don Rodrigo Chaves”, contestó cuatro meses atrás.
Ahora el candidato, colocado entre los cinco visibles al menos por encima de los márgenes de error, intenta explicar o relativizar el cuestionamiento a las finanzas de su partido,. En un comunicado emitido este viernes, 16 días antes de las elecciones, descarta irregularidad alguna.
“Nuestro movimiento político ha actuado con absoluto apego a la ley y tenemos certeza que nuestras acciones han sido transparentes. Nos sorprende el despliegue de prensa ante una consulta que hizo el TSE el año pasado. Instamos a la prensa nacional que, ante cualquier duda, consulte directamente al TSE”, se lee en el pronunciamiento.
Sin embargo, el TSE contesta de esta manera: “en razón de encontrarse instaurada esta investigación preliminar, la documentación contenida en el expediente respectivo es de naturaleza confidencial; este Departamento, en esta etapa de investigación, no puede compartir información sobre las diligencias ni hallazgos identificados a la fecha”.
Este mismo cuestionamiento llevó a José Eduardo Vargas, quien se presenta como uno de los fundadores de Progreso Social Democrático, a presentar una denuncia ante la Fiscalía de Desamparados, con el objetivo de que sea abra una investigación penal, según dijo a los medios el político que ahora apoya a José María Figueres.
Chaves encara las dos semanas finales de la campaña electoral respondiendo cuestionamientos sobre sus finanzas y todavía sobre comportamientos indebidos de índole sexual cuando trabajó en el Banco Mundial, donde fue sancionado justo antes de asumir el cargo de ministro de Hacienda en el gobierno de Carlos Alvarado.
De la mano de Cisneros la logrado darse a conocer a instalar un discurso duro contra el funcionamiento del Estado y contra la clase política, como abanderado anti corrupción y pro transparencia, además de presentarse como conocedor de las soluciones necesarias para la economía del país.
