País

Rector UCR: Ingreso de Fuerza Pública al campus no fue autorizado

Explicó que los oficiales de seguridad intervinieron para garantizar la salida de los policías de la ciudad universitaria pues no se coordinó su ingreso

El rector de la Universidad de Costa Rica, Carlos Araya, informó el pasado jueves 6 de febrero que el ingreso de los oficiales de la fuerza pública al campus universitario el día anterior no fue autorizado por la institución.

El jerarca indicó que el oficial que ingresó a la ciudad universitaria estaba en busca de una persona que había participado en la protesta realizada frente a casa presidencial por el presupuesto de la educación y desprotección del medio ambiente, entre otras causas.

“De inmediato, uno de los oficiales de seguridad de la Universidad de Costa Rica le solicitó su retiro, en vista de que no se dio la coordinación requerida de previo”, indicó.

Eso sí luego de retirarse, dijo el rector y como reportó el día anterior este semanario, unidades de la Fuerza Pública se ubicaron en la parte externa de los diferentes accesos a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio hasta última hora de la tarde.

“Debe quedar claro que haremos respetar el ordenamiento jurídico y constitucional, que pretende, entre otros, preservar el derecho a la libre expresión, el libre acceso al conocimiento y la seguridad en el ejercicio de las actividades dentro del entorno universitario”, aseveró.

El rector recordó que de acuerdo con los principios constitucionales las fuerzas policiales no pueden ingresar al campus universitario sin previa coordinación,  “y exclusivamente en los casos que la disposición normativa establece”. Esa, dijo, “ha sido la sana costumbre a lo largo de la historia del país, con muy pocas y lamentables excepciones”.

Justamente, UNIVERSIDAD reportó que tras la marcha del miércoles 5 de febrero, oficiales de la fuerza pública siguieron hasta el campus universitario a Luis Salas, activista que manejó una tumbacocos durante el evento.

Según habían narrado Salas y otros testigos, oficiales de tránsito le habían pedido a Salas retirarse de la protesta o apagar los altoparlantes pero, por estar rodeado de estudiantes, el vehículo no podía moverse, y el hombre se negó a pagar el sonido pues consideró que era “un tema de libertad de expresión”.

A pesar de tener todos los papeles y permisos en orden, Salas fue multado por no obedecer a los oficiales y luego fue perseguido por los policías, debiendo parecerse en el campus universitario hasta ya entrada la noche.

Aunque hubo rumores sobre una orden de arresto contra el activista y múltiples unidades de policía rodearon el campus universitario durante horas, nunca se dio la detención.

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