La Contraloría General de la República (CGR) hizo públicos los resultados de una auditoría realizada a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) donde se evidenció una serie de deficiencias en el análisis de inversión por parte de esta institución.
Específicamente, el órgano contralor señaló que Recope se ha apartado de la orientación establecida por el Ministerio de Desarrollo y Planificación (Mideplan) y las buenas prácticas de preinversión.
La fase de preinversión de proyectos es un proceso asociado a la elaboración de estudios que determinan la factibilidad y viabilidad de las propuestas, por lo que permite identificar, formular, evaluar y seleccionar las que resultan rentables considerando la técnica, el mercado, lo financiero, económico, social y ambiental, para una toma de decisiones informada y razonada.
Además, se señaló que Recope no ha sido consistente en el fortalecimiento de la cultura institucional de inversión pública y que la normativa interna que regula el desarrollo de proyectos por parte de Recope, no se encuentra alienada a la normativa que establece Mideplan.
Los roles y las responsabilidades que han sido definidos para la toma de decisiones en la preinversión que efectúa Recope, son incongruentes con lo regulado por Mideplan y las prácticas de observancia.
A pesar de que la Refinadora indicó que su Presidente es quien decide si emprende la fase la inversión, en la práctica se evidencia que diferentes dependencias y personas realizan esta función.
“No se tiene certeza si los proyectos que desarrolla Recope son convenientes para el país. Iniciativas como el proyecto Terminal Pacífico, sigue sin contar con todos los estudios completos de pre inversión y además, sin poder garantizar que se cumple con la regla fiscal”, explicó Carolina Retana, Gerente del Área de Fiscalización para el Desarrollo Sostenible de la CGR.
Con respecto a este último proyecto, Terminal Pacífico, se analizaron 3 estudios de preinversión y se determinaron incongruencias en la toma de decisiones de la Junta Directiva de RECOPE S.A., lo que ameritó la anulación del acuerdo y de la decisión inicial de contratación y eliminar el procedimiento licitatorio.
Sin embargo, la Junta Directiva efectuó un nuevo estudio de factibilidad y lo volvió a aprobar, así como el desarrollo y financiamiento del proyecto mediante fideicomiso de obra pública, pese a que no se contaba con los análisis suficientes para haber tomado dichas determinaciones a la fecha de ese acuerdo.
La CGR consultó a Recope sobre esta situación y la Administración señaló que se encuentra en proceso para completar los requisitos pendientes.
“Desde la Contraloría, se dispone a Recope completar los estudios necesarios para la ejecución de proyectos, además a Mideplan y a la Ministra de Ambiente estar vigilantes de que el proceso que emprenda Recope cumpla con el ordenamiento estipulado”, concluyó la encargada de presentar la auditoría, Carolina Retana.
La auditoría se enfocó en la razonabilidad, suficiencia y oportunidad, para decidir si las iniciativas deben o no ejecutarse. Además de postergar, abandonar o profundizar los estudios que lo respaldan.
El período de análisis comprendió del 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2020, y se amplió a 2021 únicamente para incorporar el análisis de los estudios de preinversión del proyecto “Construcción de la Terminal Pacífico para recibo de buques y almacenamiento en el Plantel Barranca”
