El aumento de la violencia, los homicidios y el desempleo en Puntarenas fue el eje dominante en la sesión especial de la Asamblea Legislativa en esta provincia, en la que las cinco fracciones de oposición coincidieron de manera contundente en calificar como una situación de «guerra» que viven los porteños, ante el abandono del Gobierno y la ausencia de acciones concretas.
De hecho, las balaceras han aumentado en esta provincia más del doble que en todas las otras regiones del país desde el 2021 al 2023, mientras que tres cantones -Garabito, Puntarenas y Corredores- vieron dispararse sus tasas de homicidios a niveles de un 28 a un 48 por cada cien mil habitantes: únicamente otros dos cantones limonenses (cantón central y Matina) superan ese registro.
Adicionalmente, en el 2020 la región del Pacífico Central se convirtió en la zona con mayor nivel de desigualdad, al alcanzar un 34,7% de población en pobreza, por encima más de diez puntos porcentuales que el promedio nacional.
La situación crítica también fue señalada por voces porteñas: el presidente municipal Miguel Díaz fue enfático en que «nos debatimos en guerra contra la inseguridad, el desempleo. Necesitamos urgentemente una mano amiga» y luego declaró: «Puntarenas, como Guanacaste y Limón, están de rodillas».
Este cuadro dramático originó que incluso Katia Cambronero, del Partido Liberal Progresista (PLP), solicitara una declaración de emergencia por la situación de inseguridad en Puntarenas, y que tomaran acciones concretas. «Esto es una barbaridad, no se vale que el Gobierno venga a decir que no son responsables. Sí son responsables, porque no han generado acciones concretas».
Ante la unanimidad de las cinco bancadas de la oposición, que coincidieron en el abandono de Puntarenas por el Gobierno y el aumento desbordado de los problemas, solo la todavía fracción oficialista del Partido Progreso Social Demócratico (PSD) salió a defender la actuación del gobierno de Rodrigo Chaves en Puntarenas.
Primero fue el diputado Alexander Barrantes, quien aseguró que se construirá un CENCINAI para el 2025, y el nuevo hospital de Puntarenas en el 2024. Luego fue Pilar Cisneros, quien insistió en que no se podía esperar que el Gobierno hiciera todo. «Lo dije el año pasado y me criticaron. Lo vuelvo a decir, miren al mar», dijo, para afirmar que los porteños debían desarrollar la maricultura. También recordó que anteriores administraciones no han aportado a esta zona, y luego trató de responder a las críticas de que el actual gobierno no había hecho nada, leyendo una lista de obras realizadas.
Esto fue criticado por los diputados Ariel Robles del Frente Amplio (FA) y Eliécer Feinzaig del PLP, al recordarle que obras como construcción de EBAIS ó reparación de puentes, son parte de las obligaciones institucionales ordinarias, y no representan un esfuerzo de Zapote.
En cambio, no hubo respuesta para los reclamos de la diputada Alejandra Larios, del PLN, sobre promesas incumplidas como el impulso a un aeropuerto para la zona sur, la ampliación de la ruta 2 (Palmar-Canoas) o la deuda con la población indígena, de Francisco Nicolás del PLN sobre la ampliación de la Angostura o el abandono de los proyectos para acueductos en Golfito, Quepos y Garabito.
Por su parte, los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) endosaron el reclamo por el aumento de homicidios y la falta de empleos y oportunidades, mientras que los de Nueva República (NR) mostraron una especial dureza por ese aumento de la violencia, responsabilizando al gobierno de Chaves por inacción. «Traición a la Patria es cuando se negocia con narcotraficantes, esto lo vamos a investigar», dijo David Segura, mientras Fabricio Alvarado anunció que era urgente trabajar en un gran Pacto nacional por la paz y la seguridad.
