El ministro de Turismo, Gustavo Segura, confirmó este jueves que el aeropuerto internacionales Juan Santamaría recibirá nuevamente turistas, desde destinos específicos y con pocos vuelos.
“A partir del 1 de agosto Costa Rica permitirá que existan vuelos desde la Unión Europea, Reino Unido y Canadá. En la práctica, las solicitudes presentadas por aerolíneas ante la Dirección General de Aviación Civil son para menos de cinco vuelos por semana. Son pocos turistas, una apertura muy tenue para poner a pruebas las medidas”, afirmó.
Para que un turista ingrese a suelo nacional deberá cumplir una serie de obligaciones: presentar un resultado negativo de la prueba PCR en las 48 horas previas al viaje, completar el formulario digital epidemiológico de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y adquirir un seguro de viaje que cubra alojamiento en caso de cuarentena y gastos médicos por enfermedad aguda.
Según Segura, estos protocolos fuera sometidas a un estudio internacional que certificaron su idoneidad y que colocan a Costa Rica como un país apropiado para viajar.
“Costa Rica recibió hace dos días el sello como destino seguro por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo. El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) sometió al escrutinio de este consejo los protocolos que se han desarrollado y recibieron un reconocimiento. Esto refuerza la imagen de Costa Rica como destino turístico, que aún mantenemos a pesar de esta situación actual”, explicó.
La habilitación de vuelos también conlleva una serie de permisos adicionales para zonas turísticas, que empezarán a regir a partir del 1 de agosto, tanto para visitantes extranjeros como nacionales.
“A los cantones en alerta amarilla se les amplía el horario de visitación a las playas, hasta las 2:30 pm. También se permiten actividades de turismo al aire libre, como senderos, caminatas, canopy, teleféricos, actividades recreativas acuáticas y áereas, bajo estrictos protocolos y no se pueden mezclar burbujas sociales”, destacó Segura.
El ministro de Turismo agregó que se conformarán brigadas de supervisión, las cuales estarán visitando centros turísticos para comprobar que se cumplen los protocolos de salud.
