El “reparto” realizado por el mandatario electo en los nombramientos del área económica del gabinete no solo refleja la voluntad de conformar “el gobierno nacional del bicentenario” de la Independencia, sino una cesión del Partido Acción Ciudadana (PAC) en favor del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), de modo que sean economistas más tradicionales y cercanos a este partido quienes se hagan cargo del manejo de la crisis fiscal.
Así, al menos en la primera parte del segundo gobierno del PAC y para afrontar la impopular medicina que se aplique al déficit fiscal, será el enfoque ortodoxo el que gobierne la economía.
No por gusto, profesionales del ramo como Epsy Campbell, primera Vicepresidenta, y el actual diputado Ottón Solís, estarán cerca del Presidente, pero lo suficientemente lejos de las entidades clave del sector económico, como son el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
En el caso de Campbell, su designación en el Ministerio de Relaciones Exteriores rompe una norma no escrita, pero sí dictada por la costumbre de las últimas administraciones, por la cual la Primera Vicepresidencia se hacía cargo de atender el área económica y la Segunda Vicepresidencia, el área social.
Podría decirse que el aliado principal del Gobierno electo, el PUSC, “cobró caro” el apoyo a su aliado, Carlos Alvarado, al plantearle poner al frente del gabinete de este sector a la economista Edna Camacho, y en Hacienda, a la exjefa del Consejo Nacional de Concesiones, excontralora General de la República y exsuperintendenta General de Entidades Financieras, Rocío Aguilar.
En el sector privado, Camacho ha sido integrante de la Junta Directiva de la empresa Florida Ice & Farm y, tanto ella como Aguilar, tienen en común haber formado parte, en distintos momentos, de las directivas de la Asociación Costarricense para Organizaciones de Desarrollo (Acorde).
Esta entidad fue creada en 1987 como una iniciativa de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), del Gobierno de los Estados Unidos y de la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), con el objetivo de “brindar apoyo financiero a la micro y pequeña empresa”, según se reporta en su sitio web.
La Memoria de Acorde correspondiente al año 2015 indica que Aguilar presidió su junta directiva cuando Camacho era secretaria. Luis Liberman, primer vicepresidente de la República bajo el gobierno de la liberacionista Laura Chinchilla, fue el vocal II de esa junta.
Por otra parte, en los días previos a conocerse el gabinete electo, en los corrillos financieros se mencionaba el nombre del economista del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Cubero, como la opción apetecida tanto por el PUSC como por el Partido Liberación Nacional.
El nombramiento de Cubero también fue visto como un mensaje para cimentar la confianza externa en que Costa Rica sabrá afrontar el problema fiscal.
Pero, a pesar del optimismo, para el economista Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), todo depende de “cómo se alineen las fuerzas políticas, legislativas, judiciales” con la labor que realice el equipo que estará a cargo de solucionar el problema del déficit fiscal y de mantener estable la economía del país.
“Hay una parte liderada por Edna Camacho, Rocío Aguilar, Rodrigo Cubero, una parte básicamente financiera y macroeconómica, que es un equipo muy pesado, porque tiene experiencia, conocimiento y capacidad. Creo que puede hacerle frente bien a la complicada situación fiscal que tenemos. Estoy optimista de que puedan sacarlo”, dijo.
Pero, agregó que el éxito económico también depende de cómo este sector del gabinete económico coordine con quienes se harán cargo de los ministerios vinculados a la producción, como el de Agricultura y Ganadería y el de Economía, Industria y Comercio.
“En el campo productivo no conozco bien a las personas designadas. Pero en cuanto a la estabilidad macroeconómica, me parece bien. En el área de producción, espero que también se dé, para tener estabilidad con crecimiento y no solo estabilidad”, expresó.
La economista Roxana Morales, coordinadora del Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional (OES-UNA), también se manifestó optimista en cuanto a la capacidad profesional reunida en el gabinete.
“Cinco mujeres profesionales y muy capaces liderando la parte económica, me parece algo histórico y que genera muchas expectativas positivas: Hacienda, Economía, Comex, Planificación y la coordinación del equipo económico. El reto es lograr una visión conjunta (objetivos y metas comunes) y trabajar con una amplia coordinación”, dijo.
Ronulfo Jiménez: “Da un mensaje de responsabilidad”.
Agregó que “la representación de varios partidos en el equipo de gobierno del bicentenario, de personas con alto perfil profesional y visiones diferentes, se convierte en una oportunidad y a la vez un reto interesante. Espero que se logren poner de acuerdo en los temas país y que se alcance una verdadera y efectiva coordinación que permita mejorar las condiciones de vida de toda la población”.
El economista Ronulfo Jiménez, por su parte, puso de relieve que los nombramientos realizados en el equipo económico contribuyen a ganar la confianza de las entidades financieras externas, como son las calificadoras de riesgos.
“Es un buen equipo económico, con personas experimentadas en sus respectivos campos. Da un mensaje de responsabilidad para los que toman decisiones económicas dentro y fuera del país”, afirmó.
También, el economista Luis Paulino Vargas Solís, quien fue candidato a la Vicepresidencia de la República por el partido Frente Amplio, resaltó la calidad profesional de los nombramientos en el área económica.
“Destaca la equidad de género que el presidente Alvarado ha procurado y, en especial, la asignación de puestos de gran peso a mujeres: particularmente, Rocío Aguilar, en Hacienda, y Edna Camacho como coordinadora del equipo económico. Siempre han sido posiciones asignadas a hombres y es un hecho muy destacable que ahora las ocupen dos mujeres”, dijo.
Luis Paulino Vargas: “Promoverán un severo ajuste fiscal”.
Sin embargo, aseguró que se trata de profesionales “hostiles” hacia el sector público.
“El equipo económico está constituido, en general, por gente calificada y de notable trayectoria. Es un equipo con notable homogeneidad en cuanto a concepciones teóricas y visión ideológica. Ello se podría resumir diciendo que se posicionan claramente dentro de las concepciones propias de la ortodoxia económica dominante y, por su hostilidad hacia lo público-estatal y su entusiasta adhesión a las ideas del libre mercado, se acercan a lo que Stiglitz y otros describen como ‘fundamentalismo de mercado”, opinó.
Por lo anterior, se aventuró a predecir que “promoverán un severo ajuste fiscal de carácter regresivo, mayores restricciones para la regulación pública en la economía y, muy probablemente, querrán avanzar en el proceso de liberalización financiera, incluyendo la posible supresión de la garantía estatal de los depósitos a la banca estatal y, en su lugar, la creación de un seguro de depósitos”.
