La candidatura del Partido Liberación Nacional (PLN) para asumir la Presidencia legislativa está en jaque. Un grupo interno de los verdiblancos rechaza cualquier fórmula que incluya unirse con el Partido Acción Ciudadana (PAC), votos que actualmente serían decisivos para el candidato y jefe de fracción liberacionista, Carlos Ricardo Benavides.
Así lo aseguró en la sesión de este miércoles el alajuelense Roberto Thompson, quien detalló más tarde a los periodistas que la división interna es de al menos “unos cuatro o cinco diputados” que no quieren poner a ningún oficialista en los puestos de poder de la Asamblea (ni en las fotos del 1 de mayo).
Por el contrario, dijo el exalcalde alajuelense, este grupo quiere “una alianza de oposición”, algo que complicaría las matemáticas para su candidato Benavides.
Según afirmó Thompson, este grupo rechaza dar puestos de poder a los diputados del PAC, a pesar de que ese sería un movimiento lógico si los diputados oficialistas dieran sus diez votos a la candidatura verdiblanca.
Las palabras del legislador cayeron de sorpresa en la sesión del Plenario legislativo; lo evidenciaron los gestos en las caras de los otros 16 congresistas del PLN.
Entre esas caras, arrinconado contra la pared y hacia la derecha de Thompson, estaba la del propio Benavides, quien la semana pasada aseguró confiar plenamente en que toda su fracción estaría de su lado y agradeció por ese motivo.
Sin embargo, este miércoles, Thompson dijo que “el próximo 1 de mayo no se trata de una ambición personal”, mirando hacia su jefe de fracción; y agregó estar seguro de que “transmitía el sentimiento de muchos compañeros y compañeras de su fracción”.
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Después de esa intervención, Thompson salió a brindar declaraciones a la prensa. No obstante, primero tuvo que asistir a una reunión improvisada de la fracción liberacionista, que en conjunto avanzó hacia uno de los salones anexos a la camarilla de diputados justo después de finalizada la intervención del alajuelense.
Las palabras de Thompson fueron explosivas y, por si fuera poco, llegaron en un momento incómodo: apenas minutos antes de que el bloque independiente afín a Fabricio Alvarado —de ocho congresistas— anunciaran su apoyo para alcanzar un Directorio de oposición liderado por el socialcristiano Erwen Masís (el otro candidato a dirigir el Congreso).
Antes, ya el diputado Daniel Ulate había mencionado palabras similares a las de Thompson en el Plenario legislativo. Sin embargo, ahora las palabras de este segundo alajuelense se sumaron para decir que en ese grupo son más.
Ante este panorama, Masís —con el apoyo de los ocho independientes— sumaría 17 votos: los mismos de la fracción completa del PLN (si es que finalmente vota por su candidato en conjunto).
El PAC: 10 de 12 votos necesarios
En las sumas, precisamente, es donde está gran parte del conflicto.
El liberacionista Benavides y el socialcristiano Masís, en conjunto, ya sumarían 34 votos de los 57 posibles (17 cada uno). Por este motivo, ambos requerirían el apoyo de al menos otros 12 congresistas (de los 23 restantes) para dejarse la Presidencia.
En ese contexto, quedarían entonces en disputa solo los 10 votos del PAC, los seis del Partido Restauración Nacional (PRN), los tres del Partido Integración Nacional (PIN), los dos del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC) y otros dos entre el Frente Amplio (FA) y el diputado independiente Erick Rodríguez Steller.
Así las cosas, Masís apuesta por convencer a los 13 diputados de oposición, un reto que lo obligaría a compaginar con al menos tres fracciones y consolidar sus votos en un solo grupo.
Esto, claro está, si Masís no logra atraer votos internos del PLN.
Ese esfuerzo maratónico sería menor para el liberacionista, al que los diputados del PAC habrían ofrecido su apoyo, con el cual el verdiblanco apenas necesitaría de dos votos más para comandar el Congreso a partir de mayo.
No obstante, esta alianza con el PAC es la que ahora cuestiona el subgrupo liberacionista del que habló Thompson, un conjunto que —de separarse— obligaría a Benavides a buscar nuevas alianzas.
Esa nueva alianza; sin embargo, podría llegar de la mano de los seis diputados del Partido Restauración Nacional: un grupo cotizado por ambos sectores y que le permitiría a Benavides contrarrestar una posible fuga interna. Además, la diputada Zoila Rosa Volio, del PIN, no oculta su afinidad por el proyecto de Benavides.
Votar juntos
Hasta este miércoles, la idea de la fracción verdiblanca ha sido votar completa, en conjunto.
Así lo decidieron la semana pasada, cuando acordaron apoyar la candidatura de Benavides y la elección de un directorio multipartidista (sin restricciones).
Este acuerdo incluso fue mencionado anoche por el Directorio Político Nacional y el Comité Ejecutivo del PLN, entidades que se movieron rápidamente para manifestar su “apoyo irrestricto” a la decisión que pactaron los congresistas.
Comunicado de apoyo del Directorio Político y Comité Ejecutivo a la Fracción Legislativa. pic.twitter.com/Mw3U0LQmCB
— Liberación Nacional (@plncr) April 4, 2019
La idea de votar en bloque también la señaló Thompson este miércoles. Sin embargo, al alajuelense evitó descartar la posibilidad de que finalmente no voten por su actual jefe de fracción si este se alía con el PAC.
“Eso sería cruzar al puente antes de llegar a él. Nosotros estamos comprometidos para votar por Carlos Ricardo, pero valoraríamos cualquier tipo de participación del PAC en el próximo Directorio legislativo”, subrayó ante los periodistas.
Consultado por UNIVERSIDAD, el jefe de fracción del PAC, Víctor Morales Mora, aseguró que la intención de su bancada está más enfocada en motivos de agenda que en plazas del Directorio, aunque también aseguró que no le cierran las puertas a esa posibilidad.
Actualmente el PAC sostiene la Presidencia legislativa a través de la diputada Carolina Hidalgo, por lo que no acceder ni siquiera a una de las dos posibles secretarías significaría perder su puesto en el Directorio legislativo.
Así el apoyo del PAC, su participación en las negociaciones y el reclamo del bloque liberacionista inconforme con la posible alianza entre el PLN y el oficialismo dejan en ciernes las matemáticas: todo está en el aire, incluidos los números.
Una división avisada
El PLN está fisurado y las divergencias se notaron desde el momento en que Benavides expresó interés por la Presidencia.
De hecho, en algún momento Roberto Thompson también se manejó como una opción para el puesto, hecho que reveló a La Nación el puntarenense Gustavo Viales, afín al alajuelense.
No obstante, finalmente los liberacionistas se decantaron por Benavides, tras una encerrona de tres horas la semana pasada.
Las divisiones luego siguieron durante las elecciones de la jefatura y la subjefatura de la fracción para el periodo 2019-2020, esta misma semana.
En el primero de los casos hubo consenso para nombrar a Silvia Hernández como jefa, aunque al principio no toda la bancada lo aplaudía; mientras que en el segundo hubo una votación dividida (de nueve contra ocho) para elegir a Jorge Fonseca sobre Karine Niño (del grupo de Thompson), quien se presentó de última hora a la candidatura.
Ahora, las divisiones parecen seguir vivas de cara al 1 de mayo, y la candidatura de Benavides se tambalea.
El próximo 1 de mayo se verá si el PLN vota en conjunto o si algún grupo de diputados verdiblancos se aleja del resto.
La bancada del PLN ya no oculta sus diferencias. A su favor, tienen aún 26 días para limarlas antes de la elección del nuevo directorio del Congreso. En su contra, tienen 26 días para empeorarlas.
