País Gobierno necesitará 29 votos en el Plenario para devolver el gravamen a su reforma tributaria

Puertas de la comisión fiscal siguen cerradas para impuesto a la canasta básica

El liberacionista Gustavo Viales, que quebró la posición de sus dos compañeras verdiblancas en la comisión fiscal, dice que mantiene su postura contra la tarifa del 2%.

Las puertas de la comisión fiscal siguen cerradas para reintegrar el impuesto del 2% a los bienes de la canasta básica. Así lo aseguró el liberacionista Gustavo Viales, quien quebró la posición de sus dos compañeras del Partido Liberación Nacional (PLN) en el foro que estudia la reforma, y definió la votación que dejó exonerada la lista de productos la semana pasada.

Según Viales, su posición está en firme y más bien analiza —junto con otros diputados que también se oponen al gravamen— opciones para también dejar sin la carga a los insumos de su cadena de producción, como lo pidió la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA).

Sobre las negociaciones que sostiene con el Gobierno, como uno de los nueve diputados de la comisión especial que tramita el proyecto, indicó que el Ejecutivo impulsa mociones para reintegrar completo el impuesto en el 2%, aunque también existe apertura de Hacienda para reitegrarlo en un 1%, como podría ocurrir con la moción 799, que impulsa el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Con esta propuesta, el Gobierno devolvería al menos ¢30.000 millones de los ¢60.000 millones que dejaría de percibir si no se incluye el impuesto dentro de la reforma; al tiempo que se recuperaría la trazabilidad de las transacciones de sus bienes, pues no tener que reportar el pago de impuestos desincentivaría que los comerciantes utilicen facturas.

“Esa (la moción del PUSC) es una moción también apoyada por el Gobierno para dejar un punto medio con la recaudación, pero de momento yo me he mantenido en que el discurso de mantener recaudación por medio de la canasta básica no va”, indicó Viales.

“Cuando se presentó el proyecto base no se encontraba gravada la canasta básica y cuando salió de comisión tampoco. Es decir, nunca hubo un discurso de trazabilidad cuando entró en la corriente legislativa, pero luego, ya con ánimos de recaudación, fue que se gravó. En ese sentido, yo mantengo mi posición”, subrayó.

También mantienen su postura contra cualquier forma de reintegrar el impuesto los principales impulsores de la exoneración, los diputados de Restauración Nacional, cuyo jefe de fracción Carlos Avendaño indicó que tienen los votos en la comisión y más de 14 en el Plenario para lograr su cometido. Según el restauracionista, “no hay razón para que se cambie lo que está en este momento”.

Devolver el impuesto a la reforma fiscal además es especialmente importante para el Ejecutivo, pues sólo el miércoles anterior —con la aprobación de dos mociones en la comisión fiscal— los diputados le quitaron un 13% a su recaudación proyectada.

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Según detalló la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, la reforma fiscal inició con una meta recaudatoria del 1,9% y se redujo al 1,7% antes de su última presentación en el plenario legislativo, de los que ya se redujo más de una cuarta parte.

Ante este panorama, el viceministro de Ingresos, Nogui Acosta, afirmó que la iniciativa ya “no es suficiente”.

Negociaciones y correlaciones

Sobre lo que resta de las negociaciones para reintegrar la carga a la canasta básica dentro del plan fiscal, el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, indicó que las conversaciones continúan para convencer a los diputados de que existen “razones sustentadas por las que conviene tener el 1%, por ejemplo, para toda la cadena agrícola y para los insumos que benefician a consumidores y agricultores”.

“Todavía queda un camino de conversaciones, de revisar los números. Creo que esos números hay que oírlos y en esa disposición está el Gobierno, de sentarse a encontrar con todo respeto una fórmula que sea viable y conveniente para el país”, indicó.

Sobre la propuesta del PUSC de dejar el impuesto en un 1%, el jerarca agregó que “en este momento, la moción del Gobierno es un 2% en general y un 1% para toda la cadena agropecuaria”, aunque la socialcristiana es “una opción” dentro de las negociaciones.

Así mismo, indicó que entre las propuestas también se está analizando la posibilidad de reintegrar el impuesto con un método de devolución para el 20% más pobre de la población, algo que Silvia Hernández del PLN había descartado por sus elevados costos.

No obstante, según Piza, “hay fórmulas que pueden no ser tan complicadas como el régimen no contributivo, que en gran medida son personas en condición de pobreza; así como los subsidios del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), que están identificados como grupos más vulnerables”.

Falta camino

Las negociaciones del Ejecutivo con los diputados no terminarán con la comisión fiscal, pues muchas de las decisión que se tomen en el foro podrán revisarse y votarse de nuevo en el Plenario Legislativo, donde son 57 los diputados.

Allí podrán hacerse cambios con los votos de 29 diputados (la mayoría simple); cifra que —en caso de que la comisión fiscal no le beneficie— el Gobierno buscará volcar de su lado.

Esto dependerá en buena medida de cuán cercana sea la posición que logren sostener con el PLN y el PUSC, partidos que dieron su apoyo al texto sustitutivo que incluía la carga a la canasta, pero que sostienen algunas divisiones internas, como la que se evidenció con el reciente voto del verdiblanco Gustavo Viales, que finalmente rompió la línea de su partido sobre ese tema en la comisión fiscal.

Esa decisión de Viales también fue celebrada por el socialcristiano Pablo Heriberto Abarca y el liberacionista Daniel Ulate, posturas que dejaron en duda la cohesión que exista en ambas bancadas.

Desde el PLN, el jefe de fracción Carlos Ricardo Benavides indicó que hará lo posible para sumar los votos que retomen el impuesto, aunque Yoleny León, liberacionista en la comisión fiscal, agregó que la idea será respetar las posturas que sean diferentes, pues se trata de un tema muy complicado.

Desde el PUSC, la disyuntiva en las negociaciones es si apoyarán o no el impuesto al 2%, algo que dependerá de cuánto avance su propuesta de reintegrarlo, pero en un 1%.

Al respecto, el restauracionista Carlos Avendaño aseguró que desde la oposición al impuesto saben que tienen “más de 14 votos, una cantidad considerable”, aunque aún no está seguro de que ya sumen más de 29, que sería la clave

La Asamblea está compuesta por 17 diputados del PLN, 14 del PRN, 10 del PAC, nueve del PUSC, tres del PIN, dos del PRSC, uno del FA y uno independiente; grupos que definirán las mayorías que finalmente validen o no los cambios finales.

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