País

Puertas adentro: menores tienen derecho a estar en sus casas seguros y sin violencia

Las órdenes de confinamiento social, que han obligado a las familias a mantenerse en sus viviendas, pueden aumentar la vulnerabilidad de niños y adolescentes.

Estar juntos todo el día puede ser fuente de conflictos y tensión y aumentar la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes ante la violencia física, emocional y sexual en sus hogares. Los menores merecen estar informados sobre el COVID-19; pero, por sobre todo, tienen derecho a sentirse seguros, tranquilos y confiados en sus casas.

Kathya Rodríguez Araica, Directora de Niñez y Adolescencia de la Defensoría de los Habitantes, dijo a UNIVERSIDAD que permanecer más tiempo en la casa, con más convivencia con los chicos y chicas sin poder salir a la calle implica tensión y cansancio, por lo que “evidentemente se pueden dar situaciones de estrés dentro del hogar que, si no están bien canalizadas, pueden derivar en algún tipo de violencia hacia estas personas menores de edad”.

Desde el pasado 16 de marzo, cuando el Gobierno declaró el estado de emergencia nacional, cerró las fronteras y suspendió el curso lectivo, empezó paulatinamente el confinamiento social.

La presidenta del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gladys Jiménez, informó esta semana en conferencia de prensa que están recibiendo entre 150 y 170 denuncias diarias por violencia o negligencia contra menores de edad cifra que normalmente reciben; pero que las autoridades se mantienen alerta ante un posible aumento, debido al confinamiento social.

Las denuncias directas de violencia intrafamiliar entran al 911 o a la línea del PANI (1147) y la mayoría son interpuestas por adultos, abuelos o alguno de los progenitores.

Según Rodríguez, este número de denuncias es el que se ha venido dando en los meses anteriores. “Afortunadamente aún no se ve un incremento significativo; pero el hecho de que ya sean más de 100 por día es muy grave. El problema antes de la crisis sanitaria ya era grave”, aseveró.

Altamente dependientes y vulnerables

La doctora Olga Arguedas, directora general del Hospital Nacional de Niños, también hizo un llamado. “En estos tiempos en que los niños están en la casa es muy importante tratar de mantener la paz en la familia, porque sí se ha observado que el hecho de que los niños se mantengan en confinamiento con sus padres aumenta los episodios de violencia intrafamiliar”.

La continua cercanía y el no poder evitar estar juntos genera conflictos y aumenta la agresividad. A lo anterior se agrega que se debe estar aún más pendientes de aquellos niños de padres adictos.

Rodríguez recalcó que está claro que muchas de las situaciones de violencia que vive la mayoría de niños y niñas se dan en sus casas. “Pareciera mentira que el lugar de mayor protección también se convierte en el lugar de mayor vulnerabilidad, porque es puerta adentro y los niños y niñas tienen muy pocas posibilidades de presentar directamente las denuncias”, añadió.

La edad de la mayoría de menores agredidos que recibe el Hospital Nacional de Niños va de cero a cinco años, agregó la funcionaria.

En Costa Rica, las tasas más altas de incidencia de casos notificados de violencia intrafamiliar se presentan en los grupos de menores de un año, de 10 a 14 años y de 75 años y más, según cifras de 2019 del Ministerio de Salud.

De ahí que tiene que haber una colaboración del resto de la familia, de estar muy atentos a cómo están los niños; de los vecinos, si se oye alguna situación de conflicto en una casa. Deben llamar al 911 para poderlas denunciar oportunamente”, señaló Rodríguez.

Es importante no olvidar la violencia sexual. “Mucha de la violencia sexual que viven niños y niñas la viven dentro de la casa y con gente de confianza. Si los niños tienen algún tipo de rechazo hacia una persona adulta hay que saber por qué. Los niños reaccionan a situaciones que viven y a todo eso hay que prestarle cuidado”, destacó.

[quote_colored name=”” icon_quote=”no”]Las denuncias de violencia intrafamiliar se pueden hacer al 911 o a la línea del PANI (1147).[/quote_colored]

Parte de la solución

Entre los consejos que ofreció Rodríguez están: primero, cambiar esos patrones de crianza y comprender que los menores son sujetos de derechos, y que aprenden con el diálogo y el ejemplo, no con el castigo físico.

Segundo, explicarles lo que está pasando con palabras claras y sencillas, porque ellos viven el mismo estrés que están viviendo los adultos. “A veces creemos que no se están dando cuenta o que piensan que están de vacaciones; pero se están dando cuenta absolutamente de todo”, expresó.

Tercero, hacerlos parte de las soluciones de la casa, distribuirse las tareas de la casa, llamar a la abuela una vez al día, hacer las prácticas de la escuela, llamar a los amiguitos.

Cuarto y último, escuchar a los niños y lo que están sintiendo en esta etapa. “Hay niños que dicen: ‘nos vamos a morir todos’. Ese es un mal manejo de la información y hay que pensar en las necesidades emocionales de los niños”.

Recuadro

Consejos para evitar la violencia y la agresividad durante el encierro

En familia debemos evitar:

  • Alzar la voz
  • Gritar
  • Comparar
  • Irrespetar
  • Ofender
  • Golpear
  • Burlarse de las opiniones o sentimientos de las personas.
  • Manipular a los demás con nuestras emociones.

Compartimos espacios comunes:

  • Nos ponemos de acuerdo en las normas de convivencia en el hogar.
  • Establecemos una rutina diaria: tareas escolares, alimentación, limpieza, diversión y descanso.
  • Organizamos actividades que nos gusten a todos como familia.

Mantengamos la calma, evitemos la violencia:

  • Evito discutir.
  • Me voy a otro espacio de la casa.
  • Respiro profundamente.
  • Me tomo un vaso con agua.
  • Cuento los números del uno al diez y si es necesario sigo contando hasta que me sienta mejor.
  • Me disculpo si he ofendido a alguien.
  • Realizo una actividad de interés para mí.
  • Pienso en cosas bonitas que me hagan feliz.

Fuente: Guía de Primeros Auxilios Psicológicos para Familias en Tiempos del Covid-19, PANI.

 

 

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