País

Proyecto para proteger tiburones en peligro revive en el plenario

Frente Amplio presentó un nuevo texto sustitutivo, tras negativa del plenario de prorrogar el plazo cuatrienal al proyecto original.

La moción presentada a inicios de este mes por el diputado José María Villalta para prorrogar el plazo cuatrienal del proyecto de ley 19.500, que pretendía generar mecanismos para la protección de las especies de tiburones en peligro de extinción mediante reformas a la Ley de Pesca y Acuicultura N.º 8436, no obtuvo los votos necesarios en la Asamblea Legislativa.

Sin embargo, el frenteamplista presentó al plenario un texto sustitutivo del expediente el mismo 12 de marzo, para que sea dictaminado en la Comisión Permanente Especial de Ambiente, ahora bajo el número 21.297.

El proyecto busca modificar la Ley de Pesca y Acuicultura N.º 8436, para que la pesca de tiburón y su descargue sea permitida únicamente cuando no se trate de especies declaradas en peligro de extinción e incluidas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites), de la que el país es parte desde 1973.

Con esta modificación, el tiburón martillo, el tiburón zorro y el tiburón sedoso, que se encuentran bajo el Apéndice II del Cites, quedarían resguardados de la actividad pesquera.

El proyecto además pretende dejar en firme que el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) establezca medidas que permitan seguir el rastro del producto pesquero desde su captura hasta su venta final, mediante un sistema de trazabilidad de pesca de tiburón.

También se busca imponer penas para conductas que aumenten el riesgo de extinción de distintos tipos de tiburón, como el incumplimiento del sistema de trazabilidad o el aleteo. Esta última consiste en extraer al tiburón, cortar su aletas y descartar el resto del cuerpo en el mar, práctica que se encuentra prohibida en Costa Rica.

De acuerdo con el diputado Villalta, la protección de estas especies de tiburón representa una posibilidad para regenerar los ecosistemas marinos y que exista una mayor sostenibilidad, lo que le permitiría a los pescadores continuar capturando las especies de interés comercial.

Desde el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), institución a la que se solicitó el criterio por parte del legislador, aseguraron que el proyecto viene a reforzar la conservación de las diferentes especies de tiburón y lo que ya está estipulado en convenciones internacionales ratificadas por el país.

A esta opinión se adhiere también el ambientalista Randall Arauz, miembro de la organización internacional de investigación y conservación marina Fins Attached.

“Los tiburones ya no es cuestión de no aletearlos, ni siquiera es cuestión ya de manejo. Ahora es cuestión de que los tiburones hay que dejar de capturarlos y matarlos, si queremos salvarlos”, aseveró.

Por otro lado, y contrario al proyecto, se encuentra el diputado del partido Restauración Nacional, Melvin Núñez, quién votó en contra de prorrogar el tiempo del texto original. El legislador aseguró que dicho proyecto vendría a afectar el empleo a los pescadores nacionales de palangre y que lesiona los derechos de los trabajadores del sector.

“Aleteo en Costa Rica no existe desde hace muchos años, la ley viene a traer una prohibición que de cierta manera es lo que está pasando con el camarón: primero lo prohíben y después le ordenan a Incopesca ir a investigar cómo está la pesca”, dijo Núñez.

Con esto concuerda el Director Ejecutivo de las Organizaciones Pesqueras de Palangre, Mauricio González, quién afirmó que lo que debe buscarse -y que en esto ha trabajado el sector palangrero- es en un equilibrio entre conservación y pesca.

“No se trata de prohibir, lo que se trata es de hacer un manejo responsable de la actividad y del recurso. La prohibición viene a crear un mercado negro que al final no sale beneficiado el recurso, porque conservación con hambre no va de la mano, hay que buscar un equilibrio”, agregó.

Ambos aseguran que la actividad de aleteo ya no se realiza en aguas costarricenses por parte de pesquerías nacionales y que el sector palangrero ha tomado medidas para realizar una pesca más responsable.

“Si se extinguen los tiburones eso va a tener un impacto sobre todos los ecosistemas marinos. Si no están haciendo aleteo, ¿por qué les afecta que se sancione el aleteo?”, cuestionó el diputado Villalta.

Uno de los puntos más altos de discusión es el de pesca incidental: en el país no se autorizan licencias a flotas dirigidas específicamente a la pesca de tiburón, por lo que sus capturas se clasifican de esa forma.

“Ellos dicen que les preocupa que se sancionen a los pescadores por pesca incidental, pero la pesca incidental no está sancionada. Lo que tienen que hacer las embarcaciones es cumplir con la normativa, las artes de pesca y los dispositivos para disminuir la pesca incidental”, agregó Villalta.

Tiburón martillo

El tiburón martillo está incluido en el Apéndice II de Cites, por lo que no está prohibido su comercio internacional, pero sí regulado. Para comercializar fuera de nuestras fronteras esta especie, el Estado debe garantizar mediante un “Dictamen de Extracción No Perjudicial (DENP), que la extracción del animal se realiza de forma sostenible y no hay mayor afectación a su población.

Sin embargo, los DENP realizados en los últimos cinco años por un comité científico definido por las autoridades ambientales han resultado negativos; es decir, que sí existe afectación de la población de la especie en cuestión. Por esto, con base en las recomendaciones de los expertos, las aletas de tiburón martillo no pueden ser exportadas.

Además, en mayo del 2018 el Tribunal Contencioso Administrativo emitió una resolución que detenía la declaratoria del tiburón martillo como especie de interés pesquero.

La discusión entre las diversas organizaciones ambientales que trabajan por la conservación de los tiburones ahora gira en torno a la protección del tiburón martillo como vida silvestre, una acción que permitiría que sea el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) quién tenga la tutela de la especie, no el Incopesca.

Además, piden el retiro de todas las especies marinas declaradas bajo amenaza o peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), así como cualquier especie marina bajo los apéndices I y II de Cites, de la lista de especies comerciales de Incopesca.

UNIVERSIDAD intentó conocer la posición del Incopesca sobre el proyecto y las demandas de los sectores involucrados, sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta a las consultas planteadas.

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