La producción nacional tuvo un incremento del 4,4% para el año 2024, con relación al 2023, de hecho, entre noviembre y diciembre el incremento fue de un 4,8%, según el más reciente Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central de Costa Rica.
Este crecimiento productivo estuvo estrechamente vinculado con el crecimiento de los regímenes Especiales -zonas francas y perfeccionamiento activo- que han mantenido una tendencia de incremento en los últimos meses de dos dígitos, en diciembre fue del 13,8%, gracias a mayores exportaciones de implementos médicos y servicios a oficinas, desarrollo de software y tecnologías de la información.
Por su parte, el régimen Definitivo, es decir el que conglomera a todas aquellas empresas que no están en zonas francas, tuvo incrementos inferiores, pero siempre positivos, con un 3,6% durante todo el 2024, y al ser el parque empresarial más grande tuvo un peso muy fuerte en el aumento de la producción nacional.
Según el IMAE, en diciembre del año pasado, el aporte de las empresas del régimen Definitivo alcanzó el 59,3%, gracias a la mejora en la actividad de construcción, servicios profesionales, educación y salud.
Aunque hubo otros sectores que tuvieron una caída importante, como la producción en actividades agropecuarias, sobre todo porque el país experimentó condiciones climáticas que afectaron significativamente los cultivos agrícolas en varios puntos del país, tanto en alteración de los ciclos de cultivo e incremento de plagas y enfermedades, con la consecuente reducción en la productividad por hectárea, reveló el BCCR.
Agricultura con pérdidas
El impacto de los fenómenos climáticos en los cultivos agrícolas generó que se diera una reducción en la producción para el mercado local en productos como café, papa, plátano y hortalizas.
El Banco Central también resaltó la caída en la producción de banano para exportación, aunque sí hubo una mayor producción de productos agrícolas con orientación al mercado externo, como la piña, plantas y raíces vivas, y más producción de pollo, carne y huevos por una creciente demanda interna.
Este es el segundo mes consecutivo en que la producción agrícola presenta retrocesos que la ubicó en números negativos, es decir, que decreció como actividad productiva, para diciembre cayó un -2,2%, sin embargo, ya venía desde setiembre pasado con baja productividad.
