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Priscilla Piedra, directora General de Hacienda: “Existe un temor exagerado por el IVA”

Afirma que la rentabilidad de los negocios incluso podría aumentar.

Afirma que la rentabilidad de los negocios incluso podría aumentar.

 

Priscilla Piedra, directora General de Hacienda, respondió a nuestras consultas acera de la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

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¿Ustedes piensan que hay un temor exagerado de parte de la población por el efecto que tendrá el IVA?

— Existe ese temor exagerado de parte de la población. Desde 1982, nosotros, como consumidor final -el IVA está dirigido al consumidor final, no recae sobre el productor-, estamos acostumbrados a pagar el Impuesto de Ventas por los bienes y por una lista limitada de servicios. 

Lo primero es que la gente cree que va a pagar un 26%, es decir, el actual Impuesto de Ventas (IV) más el IVA. Eso no es cierto. El 1 de julio, el Impuesto de Ventas muere. Dejamos de trabajar con el IV y comenzamos a trabajar con el IVA, que es, además, la misma tarifa. 

Es mucho más eficiente para el empresario o para el profesional que vende sus servicios, porque todos los IVA que yo voy pagando para producir el bien o servicio, al final los puedo acreditar.

Tomemos el caso de este teléfono. Para producirlo, pagué este mes un IVA de ¢200 y por las ventas que realicé de teléfonos recuperé ¢300. Ahora podré restar de esto el IVA que pagué, me da ¢100 y esos ¢100 es lo que traslado a Tributación. El impuesto recae sobre la última transacción. Aunque obtuve ¢300, como yo ya pagué ¢200, los acredito.

Lo mismo con un salón de belleza. Hoy en día una peluquera paga el 13% del Impuesto de Ventas por el champú, otro 13% de IV por el tinte, otro 13% de IV por la electricidad, otro 13%, por cada insumo y lo asume como costo, porque no lo puede acreditar ante Hacienda. Y ese costo la peluquera lo traslada a su cliente.

Ahora podrá acreditar todos esos impuestos ante Hacienda. Entonces, no necesariamente uno puede afirmar que el precio de la peluquería va a subir. Algunos lo harán, pero estarán ganándose lo que ahora sí pueden acreditar.

Al final, la peluquera va a ver que tiene más utilidades. Ella puede tomar una decisión empresarial: mantener el mismo precio o subir el precio y arriesgarse a competir con los negocios que sí mantuvieron el precio.

Si es un sector muy competitivo, no le servirá hacer eso, sino subir en el precio únicamente el poquito que debe pagarle a Hacienda.

¿Está afirmando que incluso puede mejorar la rentabilidad de los negocios?

— Claro, puede ser, dependiendo de la composición de su gasto. Por eso decimos que, como máximo, aumentará el gasto un 13%.

Por eso yo podría no subir el precio de mi servicio. Entonces, la persona puede decidir para qué va a generarse una devolución, si ese crédito puede quedar en Hacienda y tampoco tiene la necesidad de trasladar esos costos al precio o los sube relativamente poquito.

¿Qué dice de la preocupación de los pequeños negocios, de las Pymes, de que pagar un 13% sobre sus alquileres sí signifique que puedan quebrar?

— La norma estableció que las Pymes y las Pympas (Pequeño y Mediano Productor Agropecuario), tienen exoneración en los alquileres, igual que los hogares, hasta de 1.5 salarios base. Sí tienen que hacer un trámite adicional y venir a solicitar la exoneración. Se les va a dar por un año o por el plazo que reste del contrato. 

Si no quieren hacer ese trámite de más, es un crédito más que van a tener con relación a las ventas que realicen. Al puro final van a poder descontar ese impuesto que pagaron.

A la gente no le gusta oírlo, pero a veces todas estas exoneraciones van en contra de la persona. Porque, en este caso, cuando yo empiezo a contar, aquí ya tengo ¢150, ¢100, ¢50, porque yo (Hacienda) empiezo a quitar los impuestos que ya no tiene que pagar, entonces, tengo los mismos ¢300. 

Como sucede con el Impuesto a la Renta, la gente mete eso en su flujo de caja y el 15 del mes paga. Cuando yo empiezo a contar con el IVA, en vez de tener que trasladar X, tengo que trasladar, ¢100, ¢150, ¢200, entonces, digamos que se afecta su flujo de caja.

Entonces ¿no es solo que los hogares no deben tener miedo de la implementación del IVA porque realmente no les va a afectar, sino que las empresas tampoco? ¿Lo pueden decir así, con toda transparencia? 

— Con toda transparencia. 

Prácticamente están diciendo que vienen los cuatro jinetes del apocalipsis cabalgando y tocando la trompeta. Lo cierto es que a muchísimos empresarios el IVA les resulta muchísimo más beneficioso que el IV por una razón: uno tiene dos formas de generar créditos. 

El primero era el que tenía el Impuesto de Ventas original, que se llama “de acreditación física”. Yo producía este teléfono, solo podía acreditar los IV que yo cobraba al mes. Como la electricidad no estaba incluida, no podía acreditar ese gasto. Entonces, todo se iba a los costos. En el 2014 se cambió y se dijo que pasábamos a un esquema “de acreditación financiera parcial”.

Usted puede acreditar todos los IV que usted requiere para la producción de su bien o su servicio, excluyendo la parte administrativa.

Puede imaginarse el dolor de cabeza que eso es para todo el mundo. Imagínese que yo le tenga que decir a una pequeña empresa que tiene que sacar la proporción del IV que va a acreditar a Hacienda con relación a la electricidad solo de la parte productiva, no de la electricidad que utiliza la secretaria, etc. Y podemos hablar de un montón de cosas que hacen esto muy complejo.

Esto se elimina con la implementación del IVA, se pasa a un sistema “de acreditación financiera pleno”.

Yo le he dicho a la gente: “Ahora póngase el chip del Impuesto sobre la Renta cuando esté haciendo la declaración del IVA”. Todo aquello que usted ocupa para producir su bien o su servicio y pagó un IVA, lo va a poder acreditar, sin las restricciones que se generaban con la Ley del Impuesto de Ventas.

Entonces, es mucho más beneficioso de lo que tenemos hoy en día.

¿Cómo está la propuesta de devolver a los hogares más pobres el 1% impuesto a la Canasta Básica Tributaria que se introdujo para mantener la trazabilidad del IVA?

— En realidad, eso requiere de una reforma legal. 

En la historia del IVA -que existe desde 1915, no es ningún invento tico-, los países han ensayado diferentes mecanismos para tratar de compensar ese impacto en las poblaciones de menores ingresos.

La primera es una exoneración del Impuesto de Ventas, que presenta problemas de inclusión y exclusión, porque no estoy incluyendo todos los bienes que las personas consumen y además estoy incluyendo a personas que no son las que necesitan la exoneración. Además, se perdía la cadena del cobro. 

Entonces migramos a otro esquema, con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, que es el esquema de las tarifas reducidas. Es la misma Canasta Básica Tributaria o grupo de productos que se denota que consume la población que se quiere proteger, con una tarifa reducida para generar un menor impacto.

Esto genera problemas para el contribuyente, para el productor y para la administración, porque administrar las tarifas reducidas resulta complejo para todos.

Para facilitar el cumplimiento, una de las opciones hacia la que se migró es a un sistema personalizado.

Todo está gravado a las tarifas generales, entonces, se genera una devolución, por algún mecanismo, a la población que se quiere beneficiar. Pero es un mecanismo completamente aparte, que no se incluyó en la ley. 

Los IVA personalizados son muy buenos porque ya regresan todo el IVA a las personas de los deciles más bajos y sí genera una mayor progresividad.

¿Y qué van a hacer respecto a eso? ¿Van a presentar un proyecto de ley?

— En este momento estamos en la implementación de la ley ya aprobada. Tendríamos que valorar, posteriormente a que pongamos en efecto el IVA, si vamos a presentar nuevas propuestas en relación al impuesto.

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