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Prisa política por Empleo Público tiende trampa de COVID en la Asamblea Legislativa

Política del Ejecutivo sobre agenda legislativa pende del hilo por un brote de COVID-19 que se detonó el 1 de mayo y del cual, pese a un año de quejas del sindicato de trabajadores, las autoridades insisten en que han hecho todo lo que pueden.

Karine Niño dio aviso sobre su caso durante la mañana del martes 4 de mayo, a la misma hora que rindió su informe anual el presidente Carlos Alvarado.

Ahora, la diputada sabe que asistió contagiada por COVID-19 a la sesión solemne del sábado 1°. Ese día, durante un almuerzo con Liberación Nacional, removió su mascarilla para comer junto a otros legisladores.

“El martes 4 yo llamé al doctor (Wálter Rodríguez) en media sesión. Colgué y esperé que él actuara. Él me dijo que iba a ponerse en contacto con quien correspondía en la Asamblea Legislativa. Por WhatsApp, la presidenta (Silvia Hernández) me dijo que iba a ponerse en contacto con el médico. Desconozco cuál fue la decisión que tomaron o si hubo una conversación al respecto. Me imagino que estaban esperando, porque no solo conmigo lo hicieron, esperaron a que salieran otros con síntomas”, explicó Niño a UNIVERSIDAD.

El doctor Wálter Rodríguez, director de Servicios de Salud, contabiliza 45 personas aisladas y 10 casos positivos, con corte al 9 de mayo. Hay un total de 19 diputados aislados, según este último monitoreo (13 son del Partido Liberación Nacional, corroboró prensa del Ministerio de Salud).

Sin mascarillas: la presidente Silvia Hernández (izquierda) posó con el diputado Jorge Fonseca durante la sesión solemne durante la cual almorzaron con la diputada Karine Niño. (Foto: Minor Solís/Asamblea Legislativa).

Para este artículo, UNIVERSIDAD buscó a Rodríguez, pero no hubo respuesta. El lunes 10 el médico dijo por mensajes de texto que “durante la mañana han surgido otros casos y estoy detrás de ellos”. Aún no se ha actualizado el número de contagios.

La diputada Silvia Hernández dijo sobre su conocimiento del caso que la diputada Niño “indicó el día martes al médico de la Asamblea su caso, yo me enteré al cierre del día.

Nos mantuvimos a las órdenes de servicios médicos para colaborar con las medidas que se recomendaran”.

Pese al factor “sorpresa” del caso de Niño, la dispersión del COVID en la Asamblea Legislativa es crónica anunciada y advertida por la Unión de Trabajadores Legislativos (Utraleg). Documentos del último año dan cuenta de trabajadores que señalan falencias en medidas y soluciones ofrecidas desde la administración Legislativa, el directorio político y, recientemente, el mismo ministro de Salud, Daniel Salas.

“No es posible que una institución del Primer Poder de la República en donde 57 personas tienen el poder de dirigir este país y cómo será la vida de los costarricenses y ciudadanos, (un lugar) donde se hacen las leyes y se aprueban los convenios internacionales de trabajo, donde la mayoría de ellos son en materia de salud ocupacional, no se respeten”, aseguró la secretaria general de Utraleg, Maritza Arias.

Desde el 22 de abril, Utraleg presentó una denuncia al despacho del ministro Salas que urge su “intervención” sobre el Congreso. La última petición de Maritza Arias es que se cierren todos los edificios para detener el contagio.

“No hemos visto que le hayan consultado a ningún trabajador absolutamente nada”, Maritza Arias, Utraleg

Frente a preguntas periodísticas, el Ministerio de Salud evitó contestar puntualmente qué cosas ha gestionado el ministro Salas dentro del Congreso, como las reuniones virtuales y las conversaciones que los diputados mencionan.

“Yo hablé con el Ministro, el propio jueves 6 de mayo, cuando iban a hacer una investigación. A mí el Ministerio de Salud nunca me llamó para preguntarme nada. Pero yo sí llamé al ministro Salas y le conté. Con él sí hablé”, confirmó Niño sobre una de las gestiones políticas del jerarca de Salud.

Pese a ser un técnico en su materia, Salas también está en jaque junto con el Gobierno. La meta es pasar la Ley Marco de Empleo Público (21.366) en próximas semanas. El Poder Ejecutivo ligó este proyecto a un ambicioso préstamo de $1.750 millones con el Fondo Monetario Internacional que, tras disposición legislativa, se usará “exclusivamente” para pagar la deuda interna.

Negociaciones entre el Partido Acción Ciudadana, Liberación Nacional, Restauración Nacional, la Unidad Social Cristiana y el bloque independiente Nueva República abrazaron sesiones extendidas con tal de apresurar el plan de Gobierno. La agenda política es el principio y el fin por la cual corren riesgos los trabajadores.

“Solo una persona profesional de salud (el doctor Rodríguez) está atendiendo a más de 900 personas, incluyendo el área administrativa y de fracciones. ¿Cuáles son los programas preventivos que se van a dar ahí? Ninguno, humanamente es imposible”, dice Arias desde Utraleg.

El plenario es una trampa sin ventilación

La verdiblanca Karine Niño fue la diputada “cero” de tres casos desde la sesión solemne del 1° de mayo. Los otros dos son la presidenta legislativa y liberacionista Silvia Hernández; y el primer secretario del directorio, el socialcristiano Rodolfo Peña.

Fotografías y videos entre el 1° y el 6 de mayo demuestran que los diputados incumplieron las medidas sanitarias básicas. Los diputados removieron sus mascarillas para tomarse fotografías en sus curules, se tocaron la cara y, después, manipularon documentos que entregaron a ujieres.

El miércoles 5 de mayo, se levantó la sesión por falta de quórum y, aún así, el video registra al verdiblanco Jorge Fonseca desayunando en su curul antes de marcharse.

Conductas como estas fueron advertidas al ministro de Salud desde finales de abril, tras un brote del 21 de abril (que paralizó al Congreso hasta la sesión solemne en la que inició el nuevo ciclo de contagios).

“Existen protocolos que deben cumplirse por parte del personal que labora en la Asamblea y la recomendación permanente del Ministerio de Salud de virtualizar las reuniones”, respondió por escrito prensa de Salud sobre los descuidos de diputados.

El jefe de Integración Nacional, Wálter Muñoz, sostiene que discutió “con el Ministro de Salud que no tenemos 1,8 metros de distancia y él acortó ese número a conveniencia”. Ante pregunta de UNIVERSIDAD, en abril Salud rechazó confirmar si la anécdota es correcta e insistió que piden la virtualidad.

“Desde hace mucho tiempo dijimos que el plenario legislativo no es seguro. No tiene una ventilación directa, que ya se comprobó. Si usted relaciona la infección de la Presidenta legislativa, el Secretario Peña y el Director de Servicios Técnicos, los tres comparten un espacio común. Eso indica que ha habido contacto por el efecto aerosol. Ese triángulo pone en manifiesto el riesgo de contaminación que hay en los ascensores y los espacios privados”, explicó el diputado Wálter Muñoz, jefe del Partido Integración Nacional y uno de tres profesionales en medicina que ocupan una curul legislativa.

Las cifras del virus podrían ser más altas, dado que las autoridades se reservan los nombres de los diputados infectados y los medios de comunicación únicamente tienen acceso a información y las órdenes sanitarias que envían, por cuenta propia, las fracciones políticas.

“El Ministerio de Salud no brinda datos personales de las órdenes sanitarias”, aseguró prensa a este semanario.

No obstante, este mismo departamento remitió un oficio del Área Rectora Carmen Merced Uruca en el que la directora Pamela Ruiz señala que “el problema radica en la NO notificación de los casos positivos, contactos por nexo y sospechosos, de todos los funcionarios de la Asamblea Legislativa, en tiempo y forma, como lo indica el Reglamento de Vigilancia de la Salud”.

De acuerdo con Salud, este oficio es la respuesta oficial a la denuncia de Utraleg del mes de abril, aunque la secretaria Maritza Arias asegura que no lo ha recibido.

Entre otras quejas, las órdenes sanitarias podrían emitirse de forma imprecisa por la ignorancia de las fechas de contacto, un caso que denuncia el socialcristiano Pedro Muñoz.

No obstante, la versión de las autoridades, —Salud que rehuye a preguntas específicas y entrevistas con Salas, y el director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, Antonio Ayales— es que han hecho todo lo posible en sus manos. Pero, ahora, la situación crítica del país ofrece un turbio reflejo: las manos del Primer Poder también se desbordan.

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