Un informe de la empresa consultora de ingeniería Mott MacDonald revela que la primera fase del nuevo Aeropuerto Internacional Metropolitano de Costa Rica, que se ubicará en Orotina, costará $1.932 millones y podría estar terminada para el año 2027.
Esta nueva terminal aérea internacional será una alternativa al actual Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
De acuerdo con el estudio, los distritos de Mastate, Coyolar y Ceiba, del cantón de Orotina, resultan ser los lugares más indicados para desarrollar un proyecto de esta índole debido a su cercanía con la ciudad de San José, su terreno plano, buen clima y su topografía ubicada casi a nivel del mar, lo cual genera ventajas aeronáuticas.
La primera fase de la nueva terminal aérea tendría 128 mil metros cuadrados; es decir, tres veces más espacio que la superficie actual del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
Además, contará con una pista de vuelo principal de 4.000 metros de largo y una secundaria destinada a las aeronaves más pequeñas.
El análisis se realizó luego de que, en abril del 2016, el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, firmara un contrato con la empresa Mott MacDonald para realizar un estudio de emplazamiento y ver si es factible la construcción de la nueva terminal.
El estudio de Mott MacDonald arrojó que la construcción del nuevo aeropuerto es viable desde el punto constructivo, operativo y financiero.
Los estudios tuvieron un costo de más de $1.5 millones, dinero que fue sufragado por la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (Cocesna).
Se prevé que el cronograma de acciones del proyecto inicie el año próximo.
Esta información fue suministrada por el ingeniero aeronáutico Alfonso Diez, quién participó en el estudio que realizó la empresa consultora.
“Se trata de un estudio profundo, integral y responsable (…). Hemos tocado todos los aspectos que definen la viabilidad de un aeropuerto hoy en día; desde aspectos puramente técnicos, medio ambientales, de sostenibilidad, impacto social e impacto positivo en la sociedad costarricense”, explicó Diez.
Estimación de demanda
El estudio señaló también que la nueva terminal aérea aumentará el tráfico de pasajeros en Costa Rica.
Se estima que para el 2027 el nuevo Aeropuerto estará en capacidad de recibir hasta 7.8 millones de personas y que en el 2047 (veinte años después) esa cifra podría ascender a 15.2 millones.
De acuerdo con el análisis de la consultora, el nuevo aeródromo podría incluso recibir 50 millones de pasajeros anuales durante su etapa de máximo desarrollo.
Además, se espera que Estados Unidos continúe siendo el primer emisor de pasajeros hacia Costa Rica; sin embargo, se estima que también podría aumentar el tránsito de centroamericanos y asiáticos al territorio nacional.
Por otra parte, en el 2027 la terminal aérea estaría en capacidad de atender hasta 38 aeronaves durante las horas pico: 21 aviones de salida y 17 de llegada; un nivel superior al que tiene en estos momentos el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
Según los cálculos, 3.000 pasajeros pasarán por sus instalaciones durante las horas pico.
Crecimiento país
Abrir las puertas de una obra de infraestructura de este calibre traería consigo un gran impacto social para el país. Se espera que para el año 2047, el Aeropuerto de Orotina genere cerca de 80 mil empleos (directos, indirectos e inducidos) en Costa Rica.
Lo anterior conllevaría a un impacto positivo en el Producto Interno Bruto (PIB), pues la obra agregaría unos $1.500 millones anuales al PIB, por concepto de transporte aéreo y generación de empleo.
“Esto es una gran oportunidad para construir una infraestructura de primer nivel que es necesaria para responder a ese aumento sostenido de la cantidad de pasajeros, nuevas aerolíneas, nuevas inversiones y potenciar las exportaciones costarricenses, sobre todo en aspectos de alta tecnología”, externó el ingeniero aeronáutico.
Diez, además agregó que “con Orotina, Costa Rica tendría solucionado a muy largo plazo el problema de responder a la demanda de conectividad aérea”.
Cambios
La construcción de la nueva terminal aérea necesitará de cambios en la infraestructura del país. De esta manera se deberán realizar inversiones en algunas rutas del país cercanas a la nueva obra aeroportuaria.
Mott MacDonald señaló que se debe hacer una ampliación de la Ruta 27 para movilizar fluidamente la mayor cantidad de pasajeros en horas pico.
De igual manera, se deberá invertir en el corredor de interconexión vial de Occidente que conectará San Ramón con Pozón de Orotina para vertebrar el acceso al aeropuerto. Además será necesario dar mantenimiento y mejorar algunas rutas viales que conectan Orotina con el Pacífico Central.
El estudio señala, además, que es necesario desarrollar la obra ferroviaria del país en tres fases que dependerán de la demanda, frecuencia, destinos disponibles y costos. Lo anterior se resume en la conexión de las líneas férreas Estadio Nacional-Paraíso, Estación del Atlántico-Alajuela y Estadio Nacional- Alajuela.
Diez señaló también que se piensa en la posibilidad de que el nuevo aeródromo de Orotina tenga una estación de tren para conectar a los usuarios con la capital josefina.
“Entendemos que es el momento de estudiar la posibilidad de que un ramal ferroviario tenga acceso directo a Orotina. En el plan maestro del Aeropuerto figura un espacio reservado para que exista una estación ferroviaria donde puedan acceder los viajeros a un tren que los lleve directamente hasta San José”, mencionó el ingeniero.
En cuanto al transporte de carga, también es necesaria la inversión en tres accesos diferenciados al Aeropuerto; uno orientado al acceso de pasajeros y dos secundarios dedicados a la carga y otros.
Modelo mixto
El nuevo Aeropuerto Internacional de Orotina se desarrollará por medio de alguna asociación público privada y no como una inversión propia del Estado costarricense.
El lugar específico donde se construirá la nueva terminal aérea se mantiene en incógnita; sin embargo, el vicepresidente de Aviación Civil, Eduardo Montero, mencionó que se realizarán expropiaciones en la zona y que los encargados del proyecto ya cuentan con datos precisos sobre los propietarios de las tierras en donde se ubicará el Aeropuerto.
“El estudio sí contempla un listado de fincas y sus propietarios, y su respectivo plano catastral. Eso se determinó en el momento en que se hizo el estudio. Obviamente hay que hacer una verificación y demás”, puntualizó Montero.
El jerarca señaló que desde el punto de vista jurídico las expropiaciones se realizan con base en un avalúo administrativo que determina un valor estimativo por parte del Estado.
Sin embargo, el proceso de expropiación establece la posibilidad de que los propietarios negocien y argumenten sus pretensiones de compensación ante el Estado.
El representante del país ante Cocesna, Carlos Segnini (exministro de Obras Públicas y Transportes) aseguró que los $41.3 millones son un valor indicativo y que esa cifra podría crecer incluso al doble.
De acuerdo con las autoridades, el siguiente paso es realizar las expropiaciones y los estudios de impacto ambiental, para finalmente dar inicio a la construcción de las obras.
