País Economista, UCCAEP, UNA y UCR,

Prevén un ajuste del tipo de cambio en el 2018

Hay coincidencia en no usarlo para aumentar el crecimiento económico

El manejo del tipo de cambio, o de los precios del dólar y del colón, que realizó el Banco Central de Costa Rica (BCCR) durante el 2017 refleja adecuadamente los precios reales, opinaron distintos sectores consultados por UNIVERSIDAD al cerrar ese año, sin embargo, hay quienes prevén que ocurrirá un aumento en el 2018.

 

Preguntado sobre si el tipo de cambio era el adecuado o si debería devaluar un poco más el colón, Víctor Ruiz, presidente interino de la Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada (UCCAEP), consideró que ese banco “ha intervenido poco en los últimos cuatro meses en el mercado cambiario, ya que su objetivo debe ser intervenir para buscar la estabilización ante posibles movimientos bruscos del mercado y no para desviar el tipo de cambio de su valor real, por lo que solicitar que intervenga en mayor medida sería una petición para que el tipo de cambio se desvíe del valor y tendencia que hoy refleja el mercado”.

Por eso, calificó como “importante” que ese banco “realice los esfuerzos necesarios a fin de que la cotización del dólar en el mercado refleje el valor verdadero de largo plazo del tipo de cambio, de manera que los sectores productivos no se vean perjudicados fuertemente, principalmente aquellos relacionados con la importación y exportación de mercancías. Además, de esta forma se le brindaría una mayor estabilidad al sistema financiero nacional”, enfatizó.

Por su parte, Rudolf Lücke, economista del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas, de la UCR, opinó que “las devaluaciones realizadas hasta el momento han sido acertadas, si bien es cierto que las reservas monetarias internacionales se han reducido en un poco más de un 9% en los últimos 12 meses”.

Resaltó que “uno de los factores que más ha incidido en dicha reducción es la venta de dólares con motivos de estabilización monetaria”.

Además, hizo ver que el tipo de cambio nominal “ha registrado una devaluación cercana al 2%, la cual, en combinación con la relación entre la evolución de los precios domésticos y los precios de nuestros principales socios comerciales, han provocado que el tipo de cambio real aumente en un poco más del 6,5%”.

Lo anterior “nos lleva a una situación de tipo de cambio real muy similar a la observada durante el año 2014, cuando el colón registro una devaluación de las más importantes (más de un 9%) en sus primeros tres meses”.

Ante la pregunta de si una mayor devaluación del colón aumentaría el crecimiento económico, respondió que “una mayor devaluación mejoraría la competitividad externa y promovería una reducción del desempleo, no obstante, esto afectaría la evolución de los precios a nivel nacional, aspecto que iría en detrimento de los sectores más vulnerables de la economía, en especial los consumidores de más bajos recursos”.

Desde su punto de vista, en el 2018, el BCCR podría buscar un mayor ajuste del tipo de cambio para alcanzar los precios reales. “Podría procurarse una mayor devaluación, con el objetivo de incrementar el tipo de cambio real, en busca de la paridad de poder compra con nuestros principales socios comerciales”, dijo.

No obstante, recalcó que “el tipo de cambio no debe ser el instrumento para mejorar la oferta turística y las exportaciones, pues el país debe mejorar su productividad y eficiencia, así como la calidad de los productos que se ofrecen, con el fin de diferenciarse en el mercado internacional de forma tal que se dependa menos de medidas monetarias para poder colocarse en el mercado internacional”.

Lo anterior, porque “en el fondo, estas medidas lo que generan es una asignación de recursos entre las diferentes clases sociales, aspecto que generalmente va en detrimento de los sectores más vulnerables de la economía, en especial los consumidores de más bajos recursos”.

“Adicionalmente a todo lo mencionado, considero que una devaluación importante podría atizar más aun la situación fiscal pues incrementaría el stock de deuda respecto a la producción nacional y el servicio de intereses al cual el Gobierno Central debe hacerle frente”, enfatizó.

También Roxana Morales, coordinadora del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la UNA opinó, de manera general, que las intervenciones del BCCR “son acertadas siempre y cuando se estén dando para evitar que pocos actores sean los que influencian la determinación del tipo de cambio”.

“El mercado en Costa Rica es pequeño y algunos actores o movimientos fuertes de algunas instituciones pueden afectar la determinación del precio del dólar. Una fuerte devaluación o una alta inestabilidad del tipo de cambio tiene consecuencias negativas para la economía”, añadió.

Sin embargo, consideró que “el tipo de cambio sí debe tener cierta volatilidad para evitar que los actores económicos se confíen y no asuman correctamente el riesgo cambiario. Por ejemplo, cuando las personas o empresas se endeudan en dólares aun cuando la mayor parte de sus ingresos se percibe en moneda nacional”.

En cuanto a utilizar el tipo de cambio con el fin de estimular el crecimiento económico, dijo que “bajo el actual esquema cambiario, el valor del dólar debe estar determinado por la oferta y demanda de dólares en el país”.

Agregó que la competitividad de las empresas, sean estas exportadoras o del sector turismo, “debe basarse en capacidades propias y no en la devaluación del colón”.

“Las empresas deben avanzar en temas de innovación, eficiencia y mejora en la calidad de sus productos o servicios para poder ser más competitivas en el mercado internacional. En este sentido, no creo que una devaluación deba ser un instrumento para beneficiar a un sector en particular”, opinó.

“Con una depreciación o apreciación del colón hay tanto ganadores como perdedores, lo importante es llegar a un punto intermedio donde no se privilegie a unos pocos, sino que se busque el beneficio de las mayorías”, continuó.

Dijo, además, que los estímulos para el crecimiento económico deben darse de otros modos. “El sector turismo requiere de un impulso en cuanto a infraestructura pública, mejores servicios y de mayor calidad. Si estos aspectos no se mejoran, difícilmente una devaluación podría incrementar la llegada de turistas y, más aún, que vuelvan a visitar el país en un futuro cercano”.

Recordó, también, que la política que realiza el Gobierno de financiar el déficit fiscal captando dólares en el mercado externo, mediante la emisión de títulos en moneda extranjera, tiene efectos sobre el tipo de cambio.

“Si el financiamiento del déficit hace que ingresen al país más dólares, esto generará presiones para una apreciación del colón, afectando al sector exportador y al turismo, por lo que esta es una razón más para que se llegue a un acuerdo de reforma fiscal pronto”, dijo.

A la pregunta de si debería considerarse una mayor devaluación del colón para estimular la economía nacional, el economista Ronulfo Jiménez consideró que la política cambiaria debe tener “al menos” dos características.

“En primer término, debería ser coherente con otras decisiones fiscales y monetarias. Si, en forma conjunta, el Ministerio de Hacienda y el BCCR pretenden traer $2.500 millones, no habría coherencia con una política de devaluación. En segundo lugar, es importante que sea transparente, es decir, que el BCCR anuncie cuál será su política de intervención en el mercado”, agregó.

Además, coincidió con las opiniones anteriores en cuanto a que “el tipo de cambio no debe usarse para estimular o penalizar ningún sector en particular” y que “sí debería reflejar las condiciones de la economía, para que no se convierta en un subsidio o impuesto implícito sobre determinados sectores”.

Finalmente, María Isabel Cortés, presidenta ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense, dijo que la institución que representa no se referiría a este tema.

 

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