La cartera de préstamos de consumo, es decir, los que se utilizan para pago de servicios médicos privados, entretenimiento, compra de computadoras, celulares y otros, muestra un crecimiento permanente y se espera que, de mantener su tendencia, alcance el 5% anual, por encima de la cifra del año anterior, cuando llegó al 4,21%.
Al cierre del año 2022, esta cartera de crédito era la tercera más grande de Costa Rica, representando un 21% del total financiado; tan solo superada por los préstamos corporativos (25%) y los préstamos de vivienda (30%).
Así lo confirmó el Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (CENFI), el cual procesó datos de la Superintendencia de Entidades Financieras y detectó que, al primer trimestre del presente año, la única cartera de crédito (colones y dólares) de las entidades financieras reguladas en Costa Rica que está creciendo al I trimestre del 2023, es la de préstamos de consumo, excluyendo los préstamos de vehículos y de tarjeta de crédito.
Las cifras muestran que al primer trimestre de este año el crecimiento de este tipo de créditos es del 1,23%; de allí la estimación de que podría alcanzar el 5% al concluir el 2023.
De acuerdo con Melizandro Quirós, director general de CENFI al estudiar el tipo de familias que más usan estos préstamos, se puede determinar que son tanto de la zona urbana y rural, tienen 3 o 4 miembros, principalmente alquilan vivienda y ganan alrededor de los ¢750.000 y ¢1.100.000 por mes.
“La cuota de este tipo de créditos va desde los ¢175.000 y los ¢287.000 por mes, lo que representa cerca del 29% del ingreso familiar y los factores principales por los que ha crecido su preferencia están vinculados con una necesidad de los hogares de mantener sus gastos ordinarios como consecuencia de una reducción del ingreso disponible”, indicó Quirós.
Esa reducción de ingresos que han tenido las familias está vinculada con el aumento de las cuotas de otros préstamos que ya tienen, así como por efecto del incremento de la inflación, aunque también puede estar relacionado con el desempleo y el bajo crecimiento del ingreso familiar de los últimos dos años.
El estudio permitió estimar que los créditos personales están siendo utilizado por al menos un 28,5% de los hogares de Costa Rica, es decir, 496.399 hogares y corresponden a aquellos donde el jefe de familia tiene educación secundaria inconclusa; así como los que tiene un jefe de hogar que está llevando estudios universitarios.
