El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, expresó esta mañana su oposición -“como católico y ciudadano”- a la decisión del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart) de eliminar de su parrilla las transmisiones de la misa y el rosario católicos.
Canal TRECE confirmó la decisión como una medida para garantizar “el pluralismo religioso”; sin embargo, el presidente Solís declaró esta mañana que “en lo personal, no está de acuerdo”.
“Quería expresar como católico y como ciudadano que me parece que es perfectamente normal que esas manifestaciones de religiosidad sean también parte de la programación de un canal público, no veo -desde esa óptica- ninguna razón para haber suspendido esa misa y quería expresarlo”, apuntó el mandatario, incluso antes de que periodistas preguntaran por el tema en conferencia de prensa.
“Quería expresarlo porque podría pensarse que esta es una directriz del presidente, que la administración hizo una gestión especial para limitar el acceso de los creyentes a las misas y eso no ha sido así, por lo que -respetando la administración del Sinart- expreso ese punto de vista”, puntualizó.
Además, Solís explicó que las decisiones de Sinart no se le consultan por tratarse de un medio “autónomo”, ante lo que afirmó que se habría enterado del tema a través de un mensaje de Whatsapp. “Lo conocí el fin de semana (…) y no estoy de acuerdo”.
Según indicó el Sinart, la decisión se tomó con el objetivo de visibilizar todas las religiones y no generar jerarquías de ninguna de ellas, ante lo que habrían asumido el reto de “producir o programar contenidos alternativos y de calidad que contribuyan a visibilizar la diversidad y el pluralismo religioso del país, como fenómenos sociales, históricos y culturales”.
En esta línea, la defensora de las audiencias del canal, Nathalia Rojas, indicó que si bien “es pertinente aborar las religiones y creencias como un fenómeno social y cultural”, también lo es hacerlo “visibilizando a las personas que las practican y a las que no”.
“Los medios de servicio público no deben ser una vitrina para el culto religioso, sino plataformas al servicio de la población, con contenidos y producciones de calidad”, apuntó la funcionaria.
Esta visión fue rebatida por la del presidente Solís al considerar que “durante muchos años la misa ha sido transmitida por el Sinart” y “no ha habido nunca alguna manifestación contraria a esa programación”, a la que calificó como “un soporte espiritual para muchas personas que por distintas razones no pueden concurrir a las iglesias”.
El Consejo Ejecutivo del Sinart acordó la decisión en octubre pasado (Acuerdo 2 de la Sesión Ordinaria No. 037-2017), acogiendo la recomendación técnica de la Defensoría de las Audiencias, que habría señalado la necesidad de garantizar una programación más inclusiva y respetuosa de la libertad religiosa.
Para ello, se llego al consenso de sustituir los actuales programas por una oferta “más pluralista y neutral” como “están obligados”, según informó el propio canal.
En esta línea, el canal recordó que si bien Costa Rica es un país confesional eso no implica una preponderancia en los medios de comunicación, que más bien deben procurar cumplir la mayor inclusividad que les sea posible, como defiende la ley al establecer la libertad de culto como un derecho humano.
Sobre este punto, el Sinart destacó que -como medio de servicio público- queda aún más claro que “deben apegarse a la normativa y legislación existente a favor de la igualdad”, incluido lo dicho en la Ley Orgánica del Sinart (Ley N.º 8346).
SINART garantiza pluralismo religioso y participación. pic.twitter.com/yWL1tGeTwl
— Defensoría SINART (@audienciasinart) December 7, 2017
