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Presidente ofrece subastar “posta” de 5G en medio de nebulosa por falta de transparencia

Declaraciones del Gobierno sugieren que se concretó acuerdo para devolución de frecuencias de espectro radioeléctrico del ICE, pero no se suministra información clara. Continúa el rezago y sectores se muestran inquietos.

El futuro de la tecnología móvil de quinta generación (5G) en Costa Rica está envuelto en una nebulosa de incertidumbre por la falta de transparencia con la que el Gobierno de Rodrigo Chaves maneja el tema: declaraciones y anuncios que generan expectativas en los sectores no se concretan con un producto concreto.

Incluso el presidente Chaves pregonó en una actividad ante industriales que “la ‘carnita de vaca’, la ‘posta’ de las frecuencias de 5G” podría salir a licitación en este 2022 (ver recuadro). Mencionó la banda 42, posiblemente, queriendo hacer referencia a la banda de 4.200 MHz. O tal vez se refería a la banda de 42 GHz, pero esta no se encuentra entre las más apetecidas por los operadores de telecomunicaciones.

El principal conflicto en este tema ronda en que las frecuencias más rentables, “la posta”, están en las bandas de 2.600 MHz y 3.500 MHz, concesionadas al ICE (ver recuadro). Sacarlas a subasta implica eliminar esa concesión, otorgada por ley, y recuperarlas para la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL).

Tanto en el sector privado, como en la organización interna del ICE, se pasó de la expectación a la confusión. Y ante las menciones de un acuerdo que no se concreta, UNIVERSIDAD solicitó a Marco Acuña, presidente ejecutivo del ICE, información específica: el acuerdo con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), en el Consejo Directivo del ICE; frecuencias que se devolverían y que el ICE destinaría para 5G; y plazos (según el mandatario, esto también se tiene definido).

La respuesta de Acuña fue general: “Grupo ICE trabaja fuertemente con el MICITT para cumplir los plazos establecidos e indicados por Casa Presidencial y así atender y solucionar las necesidades de implementación de la tecnología 5G en nuestro país”. Y una referencia a que incursionarán en redes privadas en el 2023, de nuevo sin detalles.

En los sectores aparece la preocupación. Al interior del ICE, Sergio Olivares, presidente de la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajadores de la Energía y las Comunicaciones (ANTTEC), manifestó que solicitaron la renuncia de Acuña por considerar que tuvo un doble discurso. Por su parte, César López, asesor de la Asociación Sindical de Empleados Industriales de las Comunicaciones y la Energía (Asdeice), lamentó que la institución y el Gobierno ni siquiera consideraran una propuesta del Frente de Trabajadores para desarrollar una red 5G neutral en el ICE, y aseguró que esperaban mayor transparencia de las autoridades.

En el sector privado, también la inquietud comienza a timbrar. Juan Manuel Campos, consultor y director de Ciber-Regulación, comentó que hay temas que no están claros: “Las señales se recibieron con alegría y expectación, pero luego se ve que se hacen anuncios y que faltan detalles. Se debería anunciar cuando se tenga listo, porque todavía queda un camino largo por recorrer”.

5G llamando a Costa Rica

El país tiene un rezago en 5G, que se perfila como el futuro cercano de la tecnología móvil. Según el Juniper Research, para el 2026 se espera que los servicios de 5G generen el 77% de los ingresos de los operadores en el mundo, alrededor de $600.000 millones.

Costa Rica ya tiene la posibilidad de ofrecer ya estos servicios. El exgerente de telecomunicaciones del ICE Jaime Palermo advirtió que el ICE estaba listo para incursionar en 5G en el 2020, pero las inversiones se detuvieron, y se ha perdido tiempo valioso (ver nota aparte).

Parte del problema es la capacidad del ICE para invertir en frecuencias que ya tiene y el criterio de la SUTEL, en el sentido de que una licitación que no incluya las frecuencias atractivas para el sector privado no tiene sentido. De ahí el pulso por “la posta”.

Adicionalmente, desde el 2012, la SUTEL insiste en que la subutilización de frecuencias del espectro es un problema del país que debe resolverse y que el país perdería del 2021 al 2024 alrededor de $3.000 millones, debido a oportunidades  desaprovechadas por falta de 5G.

El panorama todavía luce complicado. Teodoro Willink, exviceministro de Telecomunicaciones, advierte que los procesos requieren de equilibrios complicados, tanto en el camino a seguir como en el resultado. “Si el ICE devolviera un 5% de sus frecuencias, algunos podrán decir que no permite competencia. Pero si devolviera por ejemplo un 80%, sería como si se matara solo”, manifestó.

Pero también hay otros factores: la tecnología 5G no necesariamente apunta a una inversión masiva, ya que puede convivir con 4G, y muchos usuarios no requerirían de su nivel de especialidad. En ese sentido, Willink destacó que sus mayores usos pueden presentarse en sectores de emprendedores o desarrolladores de tecnología, focalizados en clientes industriales y zonas específicas. “Costa Rica tiene lugares que todavía apenas están en la era de 2G. El desempeño mayor para 5G puede presentarse en aplicaciones más industriales, corporativas y de salud, servicios especializados de alta tecnología, que son muy rentables”, dijo.

Empero, en esa búsqueda de un mercado con enorme potencial, Costa Rica debe recorrer un camino aún largo. En ese sentido, Campos advierte que si bien se requieren acciones, tampoco se puede correr “Estos procesos no son express. Al país no le conviene violentar reglas, el proceso debe ser muy transparente”.


Las frecuencias más apreciadas

La tecnología 5G representa mucho más que un avance con respecto a la velocidad de su antecesora, la 4G. Viene acompañada de una latencia muy reducida (demora entre envío y recepción de información, prácticamente, tiempo real), y la capacidad de conectar millones de dispositivos. Ofrece la posibilidad de combinar aspectos como una gran cobertura, con grandes velocidades, debido a que puede utilizar el potencial diferente de tres segmentos de bandas:

Bandas bajas (menores a 1 GHz, de 600 a 900 MHz): Ofrecen gran área de cobertura y penetración de las paredes, pero sus máximas velocidades son lentas. Son muy útiles para áreas rurales y cubrir grandes distancias.

Bandas medias (entre 1 GHz y 6 GHz, de 2.500 a 4.200 MHz): Proporciona mayores velocidades y menor latencia; es decir, el tiempo de respuesta es mucho menor. En este segmento aparecen las bandas más rentables y buscadas por los desarrolladores de 5G: las de 2.600 y 3.500 MHz.

Justamente, estas dos bandas están en poder del ICE por ley: el acuerdo ejecutivo 1128-98-MSP, en mayo de 1997, otorgó a RACSA el derecho de uso y explotación del segmento de frecuencias de 3.425 MHz a 3.625 MHz. Y por medio del acuerdo ejecutivo 1562-98-MSP, en setiembre de 1998, se otorgó al ICE el derecho de uso y explotación de las frecuencias de 2.500 MHz a 2.690 MHz

Bandas altas (más de 6 GHz, de 24 a 42 GHz, onda milimétrica): Permite mucha conectividad (gran capacidad de dispositivos conectados, para muchas aplicaciones, pero no puede superar edificios, vidrios e incluso vegetación). Es el segmento que permite mayor rendimiento, pero también uno de los que presenta mayores dificultades, ya que sacrifica penetración y cobertura por la velocidad.


La presión del calendario

Las declaraciones del presidente Chaves generaron en sectores vinculados al comercio y la tecnología la impresión de que en seis meses estaría despejado el terreno para los servicios de tecnología móvil de 5G. La realidad es que hay procesos que podrían retrasar esta incursión.

Se debe definir de forma concreta el acuerdo para la devolución de las frecuencias en poder del ICE y RACSA, o concluir el proceso administrativo para recuperar esas frecuencias por subutilización.

Posteriormente, se debe remitir la información a la SUTEL para que apruebe el proceso: es un órgano de desconcentración máxima que no depende del Poder Ejecutivo.

Una vez que SUTEL dé luz verde, se debe pasar a la elaboración del cartel. Y luego se debe realizar la licitación pública de las frecuencias escogidas; en los dos procesos de concesión de frecuencias realizados en Costa Rica, esto requirió de 18 a 24 meses.

Finalmente, una vez que la concesión esté en firme, la empresa adjudicada debe realizar las inversiones para ofrecer sus servicios.

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