Pese a prisas de Casa Presidencial y el presidente legislativo Eduardo Cruickshank, los diputados continuarán la discusión del proyecto de Ley Marco de Empleo Público (21.336) hasta el lunes 22 de marzo. Las primeras horas del precipitado debate fueron usadas en apelar y adversar un documento emitido por el presidente legislativo Eduardo Cruickshank, que fue publicado durante la misma sesión plenaria.
Esta tarde, el presidente Carlos Alvarado eliminó de la agenda del congreso todos los proyectos salvo el urgido plan de Empleo Público. El proyecto, que es el centro de una negociación de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aún enfrenta frenos en el congreso porque cerró su trámite en la Comisión de Gobierno sin claridad en temas relativos a la rectoría técnica y política del empleo público; la inclusión de las universidades públicas pese a roces constitucionales por su autonomía; e incertidumbres por la calificación y cuantificación del salario global.
Los diputados tramitaron esta semana una serie de mociones 138, un mecanismo que les permite revivir en la discusión plenaria las mociones que fueron rechazadas por la Comisión de Gobierno. Los diputados enviaron 352 mociones de reiteración; de las cuales, Cruickshank solamente aceptó 254. Las restantes 98 “fueron acumuladas por conexidad y similitud”, según dice un video del diputado.
En entrevista con UNIVERSIDAD, el jefe de Liberación Nacional, Luis Fernando Chacón, dijo que las fracciones del PLN y el Partido Acción Ciudadana (PAC) acordaron un calendario para el trámite de la ley. Para este jueves, decidieron que la presidencia de Cruickshank tendría lista una resolución que calificara la viabilidad de las mociones.
Dicha resolución fue recibida en plenario hasta las 3:01 p. m. y Cruickshank concedió, primero, un receso de dos horas para estudiarla. Sin embargo, dada la extensión y complejidad de su contenido, la decisión fue mal recibida por los mismos diputados que han advertido anteriormente que el proceso del proyecto de ley ha mantenido negociaciones ocultas y que el proyecto tiene mala redacción y problemas imposibles de resolver dentro del plenario.
El socialcristiano Pablo Heriberto Abarca, quien intentó el martes devolver el proyecto a la Comisión para arreglar sus problemas, fue el primero en advertir que algunos de los contenidos de la resolución podrían empeorar la situación del proyecto. No obstante, Abarca rechazó apelar las decisiones de Cruickshank.
La diputada oficialista Paola Vega y el frenteamplista José María Villalta se quejaron de no tener tiempo suficiente para estudiar los escenarios de la resolución.
La oficialista reclamó que “absolutamente todas mis mociones fueron agrupadas, se me está violentando el derecho de poder defenderlas y quiero revisarlas una por una, para ver si el criterio subjetivo aplicado por esta Presidencia es fundamentado o simplemente una arbitrariedad”. Entre otros temas, Vega había presentado mociones para reclamar licencias de maternidad y paternidad; así como solicitar por completo la exclusión de universidades públicas del texto con tal de cumplir con la autonomía constitucional con la que cuentan.
“Ver a fracciones tan tranquilas para ver la resolución en un receso, me confirma la tesis de que algunos tenían esta resolución de previo, mientras otros diputados no lo teníamos (…) Por favor, garanticen la transparencia del proceso, porque ver las reacciones, las tranquilidades y las mociones que se han agrupado, parece que hay un acuerdo entre algunos de los que otros estamos excluidos”, reclamó Vega.
Vega también pidió, al cierre de la sesión, que “tanto la Presidencia como los compañeros que están tratando de meter esto al golpe de tambor, mantengamos el buen clima para mantener la buena voluntad”.
De la misma forma, reclamó Villalta. “Dejo sentada mi protesta porque su propuesta es irrespetuosa para los diputados serios que las estudiamos y tratamos de entender lo que dicen antes de apelar a lo loco. Nos está obligando a apelar a lo loco, a ciegas”.
Cruickshank intentó mantener el acuerdo de dos horas de receso, al menos hasta las 4:10 p. m., hora a la que la diputada Ivonne Acuña reclamó que el receso terminaría a las 6 p. m., coincidiendo con la hora de levantar la sesión.
Otros diputados que manifestaron preocupación por el proceso fueron el diputado Welmer Ramos (PAC) y Wálter Muñoz (Integración Nacional). Ramos reclamó que no conoce cuál será el procedimiento para defender las mociones que se fundieron. Muñoz acusó que “si en realidad hubiéramos querido transparencia lo lógico sería citar a los jefes de fracción hoy jueves” —la semana pasada, Muñoz también se quejó de que no se están convocando esas reuniones.
Finalmente, fue la hostilidad de estos intercambios con el presidente del congreso la que llevó a término el plenario de este jueves. Los diputados volverán el lunes 22 de marzo, a partir de las 9:15 a. m. Los diputados tendrán oportunidad de apelar las fusiones propuestas por el diputado Cruickshank y comenzarán las votaciones para modificar el plan de Empleo Público.
