Presidente desoye ideas de impuestos a riqueza y Zonas Francas para paliar COVID-19

En el parteaguas del COVID-19, el Grupo Economía Pluralista (GEP) ha logrado tres reuniones representativas con el presidente Carlos Alvarado, todas ellas virtuales.

La última, del viernes 17 de julio, ofreció criterios de cuatro especialistas con una consigna común: políticas fiscales que aguanten el gasto público forzado por la crisis económica y sanitaria de la pandemia.

A solicitud del GEP, UNIVERSIDAD participó de la reunión virtual como oyente y parte de la prensa.

A propósito de una carta firmada por los miembros del GEP —que ahora son 30 economistas que provienen de las universidades públicas y del sector independiente—, Alvarado aseguró  a los economistas que no están escuchando a la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).

“Si hicieramos lo que dice Uccaep, no hubiéramos hecho las inspecciones en Zona Norte”, se refirió Alvarado a las incursiones que organizó Presidencia en las zonas agrícolas que emplean mano de obra migrante y en condiciones infrahumanas, como demostró una serie de crónicas escritas para UNIVERSIDAD.

De la ideología del debate económico durante el COVID-19 Alvarado advirtió que “a la larga el debate no es contra alguien, el debate es entre nosotros”.

No obstante, tras las peticiones del GEP por impuestos progresistas durante el marco del COVID, el mandatario fue parco. Únicamente afirmó que modificar el impuesto de “renta es una posibilidad, sigue siendo una posibilidad”.

Los economistas temen que estas reuniones reciben atención del Presidente pero tienen pocas consecuencias.

“Lo sentí menos receptivo y fue mucho más claro en que no estaba de acuerdo, que no asumía las cosas que planteamos, excepto detalles más pequeños. En cosas sustanciales, claramente transmitió que no estaba de acuerdo. Me sorprendió mucho el audio que circuló el domingo (del Presidente), más allá de las tesis conspirativas, porque Carlos Alvarado dice cosas que le dijimos en la reunión y frente a las cuales, en la reunión, no se mostró receptivo”, dijo a UNIVERSIDAD el economista Luis Paulino Vargas, director del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

El tema de los tributos para los sectores más ricos fue uno de los puntos álgidos de la sesión.

“Nosotros se lo dijimos con toda claridad y él tuvo un olímpico silencio, de esos silencios que hablan a gritos”, aseguró el economista Daniel Vartanián, uno de los seis especialistas que departieron con el Presidente.

Bajo una consigna de “todos y todas quienes puedan aportar tienen que hacerlo”, Vargas, Vartanián y los economistas Pablo Abarca y Luis Carlos Olivares transmitieron propuestas de impuestos a “la riqueza, a las rentas altas”, como una alternativa antes de “gravar” con reducciones de jornada al sector público.

“Si algo hay que hacer es una reducción (de salarios) pareja: del 10%, para todos, sector público privado. Gravar la riqueza, gravar zonas francas y disponer los recursos que tiene el Banco Central”, sintetizó Vartanián sobre los puntos de urgencia que intentan que el Presidente atienda.

A continuación, estas son algunas de las otras propuestas que el grupo de economistas defiende para la mitigación económica de la pandemia.

Mantener gasto público sin austeridad

El Grupo de Economistas Pluralistas no recomienda el recorte de jornadas al sector público  ni la contracción del gasto, planteada desde las propuestas empresariales y, también, en trámite con el presupuesto extraordinario que estudia la Asamblea Legislativa.

“Se necesita un sector público muy fuerte para enfrentar las consecuencias de la crisis”, asegura Luis Paulino Vargas.

“Al recortarse los salarios del sector público de más altos ingresos, es el sector que más contribuye a la seguridad social y a la renta”, apoya Vartanián en el criterio.

Tributos para subsidios

Entre las propuestas fiscales que presentaron los economistas existen modificaciones a las rentas más altas (una propuesta que tiene dos planes de ley en Asamblea Legislativa con ese mismo objetivo).

El economista Pablo Abarca habló de considerar “las utilidades, gravar dividendos, participaciones sociales y cualquier otra forma de participación de beneficios”.

“Cuando no se graban las riquezas que no son directas de salarios, los recursos que están ociosos”, afirmó Abarca.

En esta línea, el economista Luis Carlos Olivares reclamó la desproporcionalidad de los beneficios tributarios que reciben las Zonas Francas. Olivares argumentó que solamente con las exenciones de renta del 2018, unos ¢40.000 millones, se podría costear “básicamente el costo de equipamiento del Hospital de Heredia”.

Olivares sugiere gravar el esquema de productividad de las empresas de zonas francas.

El propósito de estos fondos serían el erario público: para la crisis de salud y, también, para los bonos Proteger que, en palabras de Luis Paulino Vargas, “suavizan la recesión porque ponen capacidad de consumo en manos de los sectores más pobres”.

Recuperación de la economía

Este plan de inversión pública debe estar listo para aplicarse cuando la emergencia sanitaria tenga solución, dicen los economistas. Antes de ese momento, los economistas piden un “plan de avales” que financie a las empresas que están en paro (esta solicitud coincide con lo que piden empresarios y, según anunció Gobierno en la reunión, saldrá este julio, financiado por los bancos públicos).

“Hay que hacer una revisión de cuáles son las ramas de actividad emergentes en esta nueva normalidad. No solo la pandemia sino con la revolución tecnológica”, sostuvo la economista María Leonela Artavia.

Además de invertir en turismo interno (para solventar la ausencia del internacional), el Gobierno debería identificar la informalidad laboral y formalizarla, aseguran los especialistas. Eso incluye la informalidad que ha surgido en la crisis: las ventas informales de ropa y comida, los servicios exprés.

En este tema, deben existir de políticas para las finanzas de los hogares (financiamientos justos para vivienda o, para los más pobres viviendas de bien social). “Las empresas tienen que asumir más un compromiso no solamente respecto a trabajadores y trabajadoras, sino con las  familias”, pidió la economista Ana Rosa Ruiz del Instituto Tecnológico.

De acuerdo con Vargas, tiene que existir “un componente de fácil ejecución de corto plazo para generar empleos”.

Por su parte, Ruiz pidió integrar a las mujeres en este eje (porque son más susceptibles a ser informales, tener recargos de cuido y a ser excluidas del mercado laboral, como lo demostró la tasa de desempleo del 26% para ellas y del 16% para los hombres).

Colaboró con esta información el periodista Óscar Ugarte.